Las andanzas de un lobo estepario extremeño.

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"Viajar en bici es hacer más grande el Mundo. Es aprender lo esencial de la vida. Es vivir el presente sobre todas las cosas. El placer del cicloturismo está mucho más en el camino que en el destino, son los medios los que justifican el fin. Durante días, semanas o meses, no necesitas más que lo que llevas a cuestas
" (del artículo: "Con la casa a cuestas", revista: Bike Rutas, Nº 4, 1999)

24 mar 2024

Montaña: Intento fallido de subida al Pico Peña Prieta (Parque Natural de la Montaña Palentina).

Un intento fallido de subir al Pico Peña Prieta desde Cardaño de Arriba porque  la 'cuadrilla' no se encuentra precisamente en su mejor momento de forma física, así que entre que el recorrido en su parte inicial nos lo tomamos con calma, que nos encontramos con más nieve de lo esperado y que perdí los palos al intentar hacer unas fotos de un ruiseñor pechiazul entre piornos, lo que me llevó casi media hora buscándolos hasta que logré dar con ellos, unido a otros pequeños  detalles, hizo que fuéramos acumulando bastante retraso, así que al final, los que decidimos seguir hacia delante tuvimos que darnos la vuelta al llegar al Alto de Fuentes Carrionas, aunque podríamos haber llegado perfectamente  hasta el pico Tres Provincias, pero ya que no íbamos a llegar al Peña Prieta y para evitar bajar con prisas o agobios y que el resto del grupo que se había dado la vuelta se impacientara más de lo debido esperándonos, decidimos regresar, aunque la verdad es que mereció la pena el intento porque desde allá arriba disfrutamos de unas vistas maravillosas de los colosos de este Parque Natural de la Montaña Palentina, del recorrido que aún nos quedaba por realizar, de la otra laguna, la de Fuentes Carrionas, donde nace el río Carrión y por supuesto, de los macizos de Picos Europa al fondo y todo en una tarde en la que el tiempo, que amenazaba con mucha lluvia, nieve y frio para la Semana Santa, nos dio una tregua y pudimos disfrutar al final de un día soleado y de una buena temperatura en el Domingo de Ramos.

Teníamos planificado prácticamente desde navidades, una escapada a la Montaña Palentina, aprovechando algunos días de la Semana Santa y nuestro “centro de operaciones” lo teníamos en una casa rural cerca de Cervera de Pisuerga, así que para llegar a nuestro punto de inicio de la ruta, teníamos que realizar el mismo recorrido prácticamente que el que hice el pasado verano para subir al Espigüete, solo que al final, en lugar de ir hacia Cardaño de Abajo (inicio de la subida al Espigüete por la pedrera, por la parte sur), nos desvíamos hacia Cardaño de Arriba, dejando poco después el parking desde donde se sube al Espigüete por la cara este o para realizar el recorrido de la Cascada de Mazobre y un par de kilómetros después, llegar a Cardaño de Arriba (1.415 m.), donde acaba la carretera y donde se encuentra un pequeño parking, separado del pueblo por el arroyo las Lomas y por  un pequeño puente (cruzando éste y a la derecha, se puede acceder a otro parking).

Llegamos al parking sobre las 9:15 y un cuarto de hora después ya estábamos andando… muy tarde si queríamos subir a Peña Prieta, sobre todo porque aún no habían cambiado la hora, aunque no había mucha mentalidad de completar esta subida porque entre otras cosas y como he comentado antes, la cuadrilla no estaba físicamente en su mejer momento, así que la idea en un primer momento era simplemente subir hasta el Pozo o Laguna de las Lomas, comer allí sin prisas y después bajar y a la vuelta hacia Cervera, parar en los distintos miradores de la carretea de los pantanos, disfrutando del entorno.

Al llegar a Cardaño de Arriba la temperatura era de dos grados y en el parking ya había muchos coches y allí mismo se encuentran las señalizaciones pertinentes para realizar el recorrido en subida hasta la Laguan de las Lomas, una pequeña laguna de origen glaciar, marcado como PR y saliendo el amplio camino desde allí mismo.

Comenzamos el recorrido cargados de ilusión y con mucha alegría, era nuestro primer día y la mañana, a pesar del frío matutino había salido soleada, teniendo las vistas a nuestra izquierda de las montañas con sus cimas aderezadas de un fio manto de blanca nieve y a nuestra derecha, el cauce del arroyo de las Lomas que bajaba pletórico con las aguas de las lluvias de días atrás y del deshielo, arroyo de aguas raudas, cristalinas, a la par que gélidas, que en ocasiones parecen mostrarse cariñosas, ronroneando a nuestro paso y en otras, en las zonas de pequeños saltos y pedregales rugen fuertemente, desafiantes, cual si estuvieran enfadadas.

Los primeros cuatro kilómetros transcurren prácticamente paralelos a este arroyo, por un amplio camino con un desnivel muy suave que se hace bastante llevadero y en donde vamos entretenidos con las vistas de las montañas nevadas, sobre todo al echar la vista atrás en alguna que otra ocasión y contemplar a uno de los picos emblemáticos de la Montaña Palentina, como es el Espigüete y que bien pareciera que pudiéramos tocar simplemente extendiendo las manos. Vamos dejando algunas fuentes a la izquierda del camino que a la vuelta pueden venirnos muy bien.


Después del primer kilómetro, cruzamos un pequeño puente para salvar las aguas de uno de los arroyos que van a parar al arroyo principal, el de las Lomas, para seguir después por suerte, por un bonito y entretenido sendero que pasa por pequeñas praderas donde ya nos encontramos con los primeros narcisos, los Narcissus bulbocodium, pero el sendero dura poco y se nos hace  muy corto, continuando seguidamente otra vez por el camino-pista, en algunas zonas algo más pedregoso y por supuesto más aburrido, sobre todo a la vuelta, porque en el inicio de la ruta íbamos ilusionados, disfrutando del día y de las montañas nevadas que teníamos alrededor.

Narcissus bulbocodium

Al cruzar el segundo puente, éste ya sobre el arroyo de las Lomas, es cuando se pone fin al amplio camino y el recorrido cambia completamente, dejando éste paso a una senda tortuosa con un mayor desnivel, una senda que en ocasiones parece una zanja horadada por el agua que baja con fuerza producto de las lluvias o del deshielo, como podríamos comprobar claramente a la vuelta, ya bien avanzada la tarde y con la temperatura mucho más elevada.

Justo al cruzar este segundo puente, aproximadamente después de unos cuatro kilómetros de recorrido, aparece una pequeña praderita antes de coger la senda y de que ésta comience a empinarse, en donde vemos una buena colonia de Narcissus asturiensis, que más adelante volveríamos a ver también de forma numerosa, cuando el desnivel se suaviza un poco y se llega a una zona de prados, antes de que comenzara todo a estar cubierto de nieve.


Narcissus asturiensis

Como he dicho, tras cruzar el puente, el desnivel se intensifica, el amplio y cómodo camino-pista se convierte en una senda tortuosa de firme muy irregular o con tramos empedrados y donde en algunos sitios ya vemos que el trazado se convierte en arroyo y eso que a primera hora la temperatura aún era fresca, comenzando a esquivar los primeros tramos de nieve, pero aquí sin duda, es cuando realmente comienza la exigencia física, ya que hasta aquí el recorrido es muy suave.

Son unos 400 metros de desnivel lo que hay subir en un par de kilómetros, si bien es cierto, que la mayor parte de ellos se suben en el primer tramo y después es mucho más llevadero hasta llegar a la laguna.

Tras este primer tramo de exigencia física, donde el recorrido pone a cada uno en su sitio y cada cual sube a su ritmo, llegamos a una zona de menos desnivel, con huella más cómoda, aunque es una zona de prados encharcados repleta de narcisos.

Es en esta zona donde comienza el tramo de nieve, con piornos a la derecha, donde escucho cantar al ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica), así que dejo los palos a un lado y me adentro entre los piornos para intentar acercarme y hacerle alguna foto, pero el problema vino después, cuando no era capaz de encontrarlos, perdiendo casi media hora en el intento y logrando dar con ellos cuando prácticamente ya los daba por perdidos y cuando al resto de compañeros ya les había dicho que siguieran hacia delante.


Ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica)

Menos mal que pude dar con ellos, porque a partir de ese punto es cuando más los iba a necesitar por el tema de la nieve y no tanto por el recorrido en sí, que era bastante llevadero desde ese punto hasta llegar a la bifurcación, en la que a la izquierda se va en dirección hacia el Pozo o Laguna de Las Lomas, que queda a unos 200 metros o poco más, en una especie de hondonada tras una pequeña elevación y a los pies del Pico Lomas y de las Agujas de Cardaño; a la derecha, el inicio de la senda que en zig-zag sube hacia la cresta donde se encuentra el Alto de Fuentes Carrionas.


Desde que se sube el tramo de senda con más desnivel, justo cuando se llega a la zona de prados y se suaviza el recorrido, ya se tienen, siempre frente a nosotros y ligeramente a la izquierda, las Agujas de Cardaño, una especie de crestería rocosa con numerosos picos, muy vistosa e inconfundible, que ronda los 2.400 m, espolvoreadas de nieve, mientras todas las crestas y picos que se encuentran entre ellas y el Espigüete (Pico Lomas, Pico Cuartas, Peñas Malas, Pico Murcia…) están cubiertas bajo un fino pero vistoso manto blanco que le aportan  algo más de glamour  a las bonitas vistas de las que vamos disfrutando.

La nieve está muy blanda, lo que hace que a pesar de ser una zona sin mucho desnivel la marcha se ralentice. Al cruzar un pequeño arroyo poco antes de llegar a la bifurcación antes comentada, es cuando nos encontramos más nieve acumulada llegándonos a hundir, sobre todo a la vuelta, hasta la rodilla o más, en algunas ocasiones.

Espigüete en el centro, sobresaliendo sobre el resto...

Es en esa zona donde más gente nos vamos encontrando, porque por un lado están a los que vamos cogiendo y que han salido antes, sin llevar nosotros un buen ritmo precisamente y por otro lado están los que vienen detrás, que han salido más tarde y que nos han acabado cazando, estos con mejor ritmo de marcha y teniendo claro que suben hacia arriba, sin desviarse a la laguna.

Nuestro objetivo principal era llegar a la laguna de las Lomas y allí haríamos una parada para comer y decidir después qué haríamos.

Las primeras vistas que tenemos de la Laguna de las Lomas (2.030 m.), una laguna de origen glaciar, son magníficas, totalmente helada, cubierta de un manto blanco de nieve, a los pies del Pico Lomas, también con algo de nieve y de las Agujas de Cardaño, en donde en este caso la nieve deja ver la roca; desde el alto donde nos encontrábamos y hasta la laguna, también estaba todo cubierto de nieve… nos quedamos allí un rato para reagruparnos al tiempo que contemplábamos las bonita panorámica que teníamos desde allí.

Descendimos un poco buscando una zona de roca que no estuviera bajo la nieve, para sentarnos y disfrutar de las vistas mientras dábamos cuenta de las viandas que llevábamos y del vino.


Poco a poco fueron llegando otros grupitos que harían lo mismo que nosotros, mientras otros directamente  iniciarían el siguiente tramo de subida sin desviarse a la laguna, para evitar perder tiempo y afrontar el tramo con más desnivel y más exigente a nivel físico, el que va desde la bifurcación hasta la cresta donde se encuentra el Alto de Fuentes Carrionas.

Desde donde estábamos, mirando hacia arriba, veíamos subir a algunos el último tramo antes de llegar hacia la zona del Alto de Fuentes Carrionas y tan lejos y a mucha mayor altura, parecían hormiguitas… también podíamos ver claramente a otras dos personas que ascendían por tramo de nieve por la otra variante, la que sube por las Agujas de Cardaño.

Tras el descanso, la contemplación y la barriga llena, toca ponerse en marcha de nuevo… pero es algo tarde ya para subir a Peña Prieta y el personal no andaba muy por la labor, así que la mayoría se dan la vuelta y tan solo JuanMi, Isabel y yo, decidimos subir al menos hasta la cresta de arriba para ver las vistas a la otra vertiente, donde está la otra laguna, la laguna de Fuentes Carrionas, en lo que es el nacimiento del río Carrión.

Retrocedemos hasta la bifurcación y allí  nosotros iniciamos la subida mientras que el resto de compañeros se vuelven para atrás por el mismo camino y para evitar una espera tediosa, quedamos en que nos esperarían en el bar que hay junto al río, justo en la bifurcación entre los dos pueblos: Cardaño de Abajo y Cardaño de Arriba.

A partir de ahora, solo era cuestión de subir buscando la senda pedregosa y su largo trazado en zig-zag, en una fuerte subida, unos 300 metros de desnivel en poca distancia… pero el problema es que la nieve cubre la mitad de la subida, así que no había trazado de senda que seguir, por lo que optamos por seguir las huellas en la nieve que van dejando los que van subiendo, que aprovechan el tramo de nieve para subir en línea recta, lo que supone mayor esfuerzo al margen del añadido que tiene el caminar por nieve blanda en la que vas hundiéndote en cada pisada, a menos que vayas utilizando algún trazado de gente que haya pasado antes.

Por si fuera poco, cuando termina el tramo de nieve, como se ha ido subiendo sin seguir el trazado de la senda, llegamos a una zona donde no encontrábamos su trazado, así que seguimos subiendo buscando la mejor forma posible, porque el terreno tiene bastante pendiente y es un firme con muchas piedrecitas que producen resbalones y es un tramo que resulta muy agotador.

Finalmente logramos dar con la senda que asciende de forma mucho más suave y llevadera, con su característico trazado en zig-zag, nada que ver con el agotador y cansino último tramo…

Por fin llegamos a la cresta, con vistas a la otra vertiente, donde abajo, muy abajo, se encuentra la otra célebre laguna, donde nace el río Carrión, afluente del Pisuerga y que no es otra que la Laguna de Fuentes Carrionas.

Laguna de Fuentes Carrionas helada, vista desde el Alto de Fuentes Carrionas.

Las vistas desde allá arriba en un día claro como el que estábamos teniendo eran fantásticas y mucho más un poco más adelante, continuando por la cresta y llegando al Alto de Fuentes Carrionas. Mirando hacia abajo, hacia la otra vertiente, la Laguna de Fuentes Carrionas, que al igual que la de las Lomas, se encuentra totalmente helada y cubierta en parte de nieve, al igual que todo el circo glaciar en el que se encuentra; a la derecha otro de los colosos de este Parque Natural de la Montaña Palentina, el Curavacas (2.520 m.); a la izquierda, todo el recorrido que nos quedaría, con el trazado visible de la senda que un primer momento llega al primer hito de los que nos restaban en teoría, el pico Tres Provincias, de 2.499 m. (por aquello de estar a caballo entre Cantabria, León y Palencia), con su dos posibilidades, la que sube por la izquierda a la cima y la que la rodea por la derecha, por su ladera, para seguir recto hasta el siguiente hito, el Pico del Infierno o Peña Prieta sur (2.537 m. considerado la antecima del Peña Prieta), el techo de Palencia, por encima incluso del Espigüete (2.450 m.) y del Curavacas (2.520 m.)… el Peña Prieta (2.539) queda muy cerquita, pero oculto tras éste y sólo le supera en un par de metros, pero esta cima pertenece ya a Cantabria, siendo el pico  más alto de la Cordillera Cantábrica excluyendo a los Picos de Europa;  si nos damos la vuelta, o sea, a nuestra espalda, toda la cadena de picos que se extienden desde las Agujas de Cardaño que tenemos al lado y que ligeramente quedan ahora por debajo de nosotros, hasta el Espigüete (2.450 m.), con sus cimas cubiertas en parte de nieve y por si fuera poco, mirando hacia el noreste, son claramente visibles los macizos de Picos de Europa (desde este punto, claramente visibles los macizos oriental y central).




Viendo la hora que era y que a lo sumo íbamos a poder subir al Pico Tres Provincias, decidimos darnos la vuelta para bajar tranquilamente y no impacientar más a los compañeros que se habían dado la vuelta antes, pero yo me quedo un rato más allá arriba, haciendo algunas fotos e intentando fijar en la memoria esas fabulosas vistas de las montañas, desde allá arriba, en un día soleado y claro, disfrutando de la paz y soledad que sienten allá arriba, un disfrute, una gozada y el esfuerzo había tenido sus recompensas, además, ya tengo una idea clara del recorrido que quedaba para subir a Peña Prieta, y creo que a pesar de ser una ruta con 1200 metros de desnivel positivos, más los correspondientes de bajada, es bastante factible siempre que no se haga en época invernal, que el día a nivel climatológico sea bueno y si además, se sale a una hora prudencial que permita poder estar un tiempo por allá arriba y disfrutar de la montaña... pues mucho mejor.

La bajada la hicimos bastante bien y en dos horas o poquito más, estábamos ya en el parking y eso que el tramo de nieve ralentizó algo más la marcha, por no hablar que en el tramo de senda con más desnivel que llega al segundo puente, a esa hora de la tarde, sobre las cinco y con cerca de 20 grados de temperatura, se había convertido en un auténtico arroyo fruto del deshielo.

Los últimos dos kilómetros, en lugar de hacerlos por el mismo camino-pista por el que subimos esta mañana, los hicimos por la otra vertiente del arroyo, al que se llega cruzando otro pequeño puente, en un recorrido menos monótono y menos transitado que el carril que lleva directo hasta el parking.

Por este otro lado del arroyo, en lugar de llegar al parking llegamos al pueblo, el cual tenemos que atravesar para llegar al puente que salvando el arroyo de las Lomas conduce al parking, observando antes de cruzarlo, que en el otro parking, mucho más grande, también hay bastantes coches todavía.

Tras refrescarnos en una fuente junto al puente, nos montamos en el coche y nos vamos directos al punto donde habíamos quedado con el resto del grupo.

Una cervecita al solito que nos vino de escándolo, y sin perder más tiempo y antes de que fuera más tarde, emprendemos el regreso a la casa rural, con la idea de parar antes en un par de miradores junto a los pantanos.

Vista parcial desde el mirador de Alba de los Cardaños, junto al embalse de Camporredondo. Desde este mirador es posible contemplar también al Espigüete y un poquito del Curavacas. El pequeño pueblo que se ve Alba de los Cardaños, que es quien de da nombre a este mirador.

Dejo AQUÍ el track de referencia que seguimos. Por otro lado, podéis ver las fotos que aparecen en esta entrada, a mayor tamaño y resolución en ESTE ENLACE.

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