Después de haber estado en Normandía, y ver como se mima el patrimonio bélico de la Segunda Guerra Mundial y cómo eso incide recíprocamente en la economía de la zona en modo de un turismo claramente en auge, me entristece y me apena enormemente ver el estado de abandono y desprotección en el que se encuentra el patrimonio bélico de la Guerra Civil en Extremadura, una auténtica pena, y para ejemplo esta entrada del blog, dedicada a la "Casa de la Sierra" y a su desmoronamiento, lo que ha conllevado la desaparición del rico conjunto de grafitis de sus paredes, catalogados en el 2002, y de los que por desgracia y a malas penas sólo perdura uno, bajo un fondo rojizo producto de los churretones de las paredes de adobe sobre las paredes blancas al caer el agua de lluvia, después del hundimiento de tejados y bóvedas...
En base a esto, y a que la comarca de La Serena y sus alrededores fueron la zona del frente extremeño más activa y relevante de Extremadura, tanto en el aspecto militar como político, surge la necesidad de marcar y subrayar visualmente los restos bélicos y de otra índole que aún se conservan de aquellos momentos. "Sin duda, el Patrimonio Bélico de la Guerra Civil, constituye un valor más de nuestra Historia, cuyos diferentes elementos forman parte de un patrimonio que es necesario conocer y preservar como vestigios de nuestra historia y de todo lo que representan las guerras".
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"Muy probablemente, en el fondo de la cuestión subyace la problemática sobre la consideración del -valor histórico- del patrimonio arqueológico reciente. Sin embargo, el patrimonio 'no es una cuestión de época, sino de manifestación cultural del ser humano en cualquier momento'... los búnkeres, fortines, trincheras y casamatas tienen suficiene valor para su conservación y constituyen un ejemplo de forticicaciones...
...El recuerdo de acontecimientos bélicos cercanos no invalida su conservación y puesta en valor. Pues el patrimonio (construcciones y vestigios) y los paisajes asociados a los conflictos bélicos poseen un destacado valor histórico, una destacada relevancia museológica e importantes y diversas posibilidades de intervención y gestión. Pero además, su valor didáctico, no sólo desde el punto de vista histórico, también desde la perspectiva de la educación en valores, así como su pontencialidad turística y proximidad temporal facilitan la conexión de esta arquitectura con al sociedad y justifican plenamente su investigación, catalogación, conservación y difusión.
En estas circunstacias, resulta paradójjco que el patrimonio arqueológico bélico siga siendo uno de los grandes desconocidos de nuestro pasado más reciente."
[Texto extraído de la ponencia: "El Patrimonio de la Guerra Civil en la Comarca de la Serena. Realidad actual y perspectivas de actuación", escrita por José Ramón González Cortés y Antonio López Rodríguez, dentro de las jornadas sobre "Guerra y Civil y Patrimonio" llevadas a cabo en Castuera, en mayo del 2008].
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Como he comentado arriba, la protagonista de esta entrada es la conocida como "Casa de la Sierra", asentada en la ladera de la "Sierra Ortiga o de las Cruces", y cuyo contexto, el relacionado con esta entrada del blog, habría que situarlo a partir de agosto de 1936 (aunque posiblemente esta casa ya estuviera en pie desde el siglo XIX), una vez que quedaron fijadas por parte del ejército sublevado, las posiciones de Mérida y Badajoz, dominando Extremadura casi por completo, excepto un entrante republicano en el sureste que pasaría a denominarse "La Bolsa de Mérida o de La Serena", en gran parte porque Franco, que había instalado su cuartel general en Cáceres el día 26 de agosto, consideró prioritario avanzar sobre Madrid en lugar de intentar suprimir esta "bolsa" o entrante republicano, aunque en la marcha hacia la capital los nacionales intentaron asegurar el flanco sur, y así, al llegar a Santa Amalia se desvían para tomar algunas poblaciones importantes, como Don Benito y Villanueva, dentro de este reducto republicano que aún quedaba en pie en Extramadura. De esta forma, los días 16 y 17 de agosto de 1936 estas localidades fueron bombardeadas, junto con otras, sin embargo, lo que parecía que iba a ser "pan comido" fue truncado cuando los republicanos, que se habían fortificado en Medellín aprovechando su castillo medieval y tomando el control del puente sobre el Guadiana, infrigen una seria derrota al ejército franquista; a partir de ese momento, el frente extremeño se estabiliza hasta finales de julio de 1938, cuando definitivamente cayó la "Bolsa de la Serena".
Desde el castillo de Medellín, que siglos después fue utilizado de nuevo para labores bélicas sirviendo para parar en un primer momento el avance franquista, se puede ver claramente la Sierra Ortiga, la cual fue bien fortificada para poder controlar desde ella el valle del Guadámez y en su ladera, en una casa de campo, a la que llaman "La Casa de la Sierra" se instaló un puesto de mando avanzado del ejército republicano.
En cuanto a la estructura de la casa, decir que se accede a ella a través de un pasillo-camino empedrado y flanqueado por dos muros de piedra a media altura que finalizan en un enorme portón que serviría para el paso de carruajes. Tanto en el principio del camino empedrado, como en el final, junto al portón, aparecen dos pequeñas torres circulares. Una vez que se cruza el portón se accede a un enorme patio de forma cuadrangular, donde en tres de sus lados (este, oeste y sur)se encuentran habitáculos totalmente derruidos que serían establos o cuadras; en el otro lado, el norte, una doble escalinata accede a una terraza previa al edificio principal de la casa, y es que el recinto de la casa se encuenta a dos alturas, el enorme patio en la zona baja, y en la zona alta la terraza y la casa propiamente dicha.
Pasillo-camino empedrado y flanqueado por dos muros de piedra a media altura que finalizan en un enorme portón.
Portón de entrada.
Portón de entrada visto desde el interior del patio. A la derecha la escalera que sube a la terraza donde se encuentra la estructura de la casa (haz clic para ampliar la foto).
Cruzando el portón se accede al patio rodeado de cuadras o establos, en una posición más baja que la terraza en la que se encuentra construida la casa (haz clic para ampliar la foto).
Como he comentado, desde la doble escalinata se accede a la terraza, pero también a una especie de balcón-mirador de forma circular con unas vastas vistas panorámicas hacia el sur, hacia el valle del Guadámez y los campos de cereales, y más hacia el sur, al fondo, las sierras.
Vistas panorámicas desde la terraza de la casa mirando hacia el sur, hacia el valle del Guadámez y los campos de cereales, y más al fondo las sierras.
Lo que era el recinto de la casa en sí, estaba construída a doble altura, con una escalera exterior, en el lado izquierdo (oeste), a la que se accede desde la terraza y que conducía al doblado, un espacio diáfono, sin tabiques, con suelo de lanchas de pizarra, aunque ya no queda nada de esto, el tejado y el doblado se han hundido, han desaparecido, y en el suelo del interior de la casa, entre escombros, y en la terraza exterior, podemos encontrarnos las lanchas de pizarra que en su dia constituian el suelo del doblado.
Escalera exterior, desde la que se accedía al doblado de la casa desde la terraza.
En la primera planta de la casa, es donde estaban las habitaciones, hasta un total de 11, dispuestas a lo largo de un pasillo con orientación este-oeste, aunque a duras penas aguantan las paredes de algunas de estas habitaciones, porque el tejado y las bóvedas se han hundido, y las paredes blancas de antes, ahora, al menos las que quedan en pie, han pasado a teñirse de un color rojizo producto del corrimiento del adobe de las partes altas de las paredes, lo que ha hecho que los grafitis que estaban en las paredes que aún quedaban en pie, se haya teñido de rojo, o incluso han sido tapados por este barro rojizo y hayan prácticamente desaparecido.
Diferentes vistas de las ruinas en las que se encuentra actualmente "La Casa de la Sierra". En la última foto se puede ver como el tejado y el doblado ya se han hundido por complto.
Vista aérea de las ruinas de "La Casa de la Sierra, aunque se puede apreciar perfectamente su planta.
Por suerte, aunque no se por cuanto tiempo, la pared sobre la que se encuentra dibujado quizás el grafiti más singular, representativo y carismático de los muchos que se encontraban por las paredes de la casa y el doblado, sigue en pie, todavía es visible casi en su totalidad, aunque el fondo blanco de la pared ahora es más rojizo y el dibujo se encuentra más difuminado, nada que ver con aquella foto que vi la primera vez que tuve constancia de la existencia de esta casa, allá por el 2008, en unas jornadas sobre la Guerra Civil que tuvieron lugar en Castuera y que fueron llevadas a cabo por el "CPR de Castuera" y el "CEDER La Serena", y ya hacía 10 años se hablaba del peligro de desaparición de esta casa y de los grafitis que contenía, y por desgracia, nada se ha hecho, ninguna medida de ha adoptado, y el deterioro y derrumbe de la casa fue siguiendo inexorablemente su curso, fruto del abandono al que se ha visto relegada. Una auténtica lástima, y de nuevo vuelvo a pensar en la zona francesa de Normandía, y a imaginar como hubiera sido esta casa si se hubiera rehabilitado y conservado todos sus grafitis, reflejando la vida en esos días en los que formó parte del frente extremeño, ocupada por un puesto de mando republicano, y todo ello hubiera tenido aún más valor si además se hubiera hecho 'visitable' toda la fortificación de la sierra en cuya ladera se encuentra asentada esta casa, con su red de trincheras conectadas, pozos de tiro y búnkeres... pero el tiempo pasó y todo se ve relegado al olvido, al abandono, es un trozo de nuestra historia y verlo en este estado entristece....
Habitación y pared donde se encuentra el grafiti: "Juan Español". Como se puede ver, el blanco de las paredes encaladas va siendo relegado por el rojizo.
Grafiti en detalle de "Juan Español", cada vez más desdibujado... poco tiempo le queda ya, por desgracia, antes de quedar cubierto por el barro rojizo del adobe de las partes superiores de las paredes al hundirse las bóvedas.
Foto retocada del grafiti: "Juan Español", para una mejor percepción visual del dibujo (haz clic para ampliarla). Como se puede ver y leer, "Juan Español" puede ser el prototipo de cualquier jornalero extremeño, representado con sombrero, con la mano derecha sujetando el mapa de España a modo de capote taurino en donde aparecen las ubicaciones de Madrid y Valencia, y con la mano izquierda agarrando un estoque con el que intenta entrar a matar a un toro que no es otra cosa que la caricatura de Hitler, y a su derecha el texto: "Hitler el Hijo de Puta". Bajo el dibujo había otro texto hoy casi imperceptible que decía: "entra en Madrid si tienes cojones Hitler".
Parece ser que hay testimonios orales que cuentan que desde el mirador a modo de torreón circular al que se puede acceder por cualquiera de las dos escaleras que tiene a ambos lados, y situado en la parte central del recinto, el célebre Miguel Hernández recitara algunos de sus poemas en mayo-junio de 1937.
Pero lo realmente interesante de la "Casa de la Sierra" no radica en la estructura de esta casa de labranza del siglo XIX, sino en el conjunto de grafitis y escrituras acumuladas por sus paredes en el tiempo en que ésta fue ocupada por un puesto de mando de la República en el Frente Extremeño (la División 37ª del Ejército de Extremadura). De esta forma, sus paredes encaladas, blancas (aunque hoy en día quedan pocas paredes en pie y en las que lo están, el fondo blanco a dejado paso al rojizo), tanto de las habitaciones y pasillos como las del doblado, fueron utilizadas a modo de papel, posiblemente ante la falta de éste, y en ella quedaron grabados dibujos y diferenes escritos, unos meramente a modo de entretenimiento, otros a modo de adoctrinamiento comunista, otros a modo de caligrafía o para enseñar a escribir el nombre de algunos de los milicianos que allí estuvieron.
Esta es una comparativa de una inscripción sobre una de las paredes de una las habitaciones de la casa, un claro ejemplo en el que se puede ver como ha llegado casi a desaparecer el texto cubierto de barro rojizo. Esta suerte o peor (paredes caídas), es la que han sufrido prácticamente todos los grafitis que había en las paredes de la casa y doblado.
Ya no queda ningún techo, ningún doblado, ningúna bóveda, y las pocas paredes que quedan aún en pie, hace tiempo qe dejaron de tener el blanco característico de las paredes encaladas...
En la revista "Bicel Nº12-2002 – Boletín interno del centro de estudios libertarios Anselmo Lorenzo", Manuel Cerrato, José del Torno y José María Salguero, de la Fundación de Estudios Sociales Extremeños Pío Sopena, recogen y catalogan todos los escritos y dibujos contenidos en las paredes de esta casa, realizando el estudio posterior y sacando unas hipótesis que resultan muy interesantes (suerte que el estudio lo realizaron en el 2002, cuando aún no se habían derrumbado ni el tejado ni el suelo del doblado y cuando el suelo de la casa no era un amasijo de escombros), entre algunas de estas hipótesis están las siguientes:
- Es evidente que los ocupantes de la casa no disponían de papel y utilizaron en abundancia las paredes de la casa como medio de expresión, más de su ingenuidad espontánea que de auténtica necesidad comunicativa política.
- Aunque algunos grafiteros sí disponían de información, la mayoría evidencian graves carencias de formación cultural. Las faltas de ortografía -y de caligrafía- a veces dificultan la comprensión del texto. En muchas ocasiones los autores se limitan a escribir su nombre, costumbre intemporal, pero a menudo da la impresión de que es lo único que han aprendido a escribir (eso es innegable en el caso de Máximo Vizuete, quien empieza a escribir correctamente su nombre debajo del que le han escrito de muestra, pero en un momento dado se le cae una letra del nombre y ya sin que nadie le corrija escribe repetidas veces 'Viuete').
- La idiosincrasia de los habitantes de la casa manifiesta una clara ingenuidad en cuanto al grado de absorción de la ideología comunista, 'más bien quizás debido a la mera presencia física' de los mandos, que les inculcan consignas que repiten de buena fe, pero mal redactadas, lo que indica que no han sido comprendidas: «aviso: todo el que proboque palabras de desmoralizacion sera considerado como fazioso» en lugar de «quien pronuncie palabras de...». Otras consignas de este tipo son: “viva la URSS”, “viva el ejército del Pueblo”, “viva la República Española”...
- La ideología predominante es la comunista. Sorprende dicha hegemonía casi exclusiva -en una zona mayoritariamente de extracción socialista- probablemente debida al control del mando o de los mandos venidos de fuera: alguno escribe con letra clara «Partit Socialista Unificat de Catalunya» y el mismo u otro reproduce con bastante sentido artístico un cartel de propaganda antinazi procedente de zona urbana: "Juan Español", o esboza un ejercicio de balística, lo que evidencia la falta de papel.
- Al mismo tiempo que se detecta un alto grado de ideologización -más impuesta o recién adquirida que auténtica- también se puede comprobar un cierto grado de militarización: listado por unidades militares, problemas de balística, presencia de corneta... aunque se autotitulan milicianos en varias ocasiones.
- El alto grado de ideologización comunista o comunistoide se trasluce en la obsesiva presencia de lemas y consignas, la mayoría prohibiciones: “se proibe comprometer”, “se proibe insultar a naide”, y por supuesto también se prohibe -mear en la escalera-: “se proive ter minante mente mease en la es calera por cause de la yngiene lo que cetifico para el conoci miento de los ynteresados y el que desovedezca esta ordenes sera considerado como camarada cerdo”.
Os dejo aquí un pequeño vídeo de cómo se encuentra a fecha de Enero-2019 "La Casa de la Sierra":
¡¡Esta entrada está solo dedicada a "La casa de la Sierra", más adelante, haré otra entrada para comentar el recinto de fortificaciones (trincheras, pozos de tiro y búnkeres) de la Sierra Ortiga, donde se asienta esta casa!!.
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Yo he conocido la casa cuando estaba en pié, y se podía subir al doblado. Allí, que era zona donde los heridos, recibían asistencia y cobijo, escribían en sus paredes de cal blanca y grafito , su nombre y de que población eran. Es una pena que se hayan dejado de caer, ésta casa, que según cuentan los más antiguos, allí estuvo Miguel Hernández.
ResponderEliminarPues sí, es una auténtica pena, una lástima, que esta casa se haya derruido por completo y sin poder hacer nada, perdiendo el rico patrimonio que contenían sus paredes, entre otras cosas. ¡¡Suerte la tuya que has podido verla entera!!. Estas fotos donde ya se ve el derrumbe de la casa, son de hace 4 años, así que hoy en día aún estará peor... y como bien dices y como también comento en esta entrada, dicen los testimonios orales que desde el mirador a modo de torreón circular y situado en la parte central del recinto, el célebre Miguel Hernández recitaba algunos de sus poemas allá por mayo-junio de 1937.
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