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" (del artículo: "Con la casa a cuestas", revista: Bike Rutas, Nº 4, 1999)

25 jul 2024

Arte Rupreste: "Los Carros de Los Buitres", (Capilla, Badajoz)... ¿fin de ciclo del arte esquemático o repintado posterior?.

Son muchos los que se acercan a la Sierra de la Moraleja, en el término de localidad pacense de Capilla y a tiro de piedra del límite con la provincia de Ciudad Real, para ver y fotografiar las pinturas rupestres que alberga. El abate Henri Breuil hace  ya 100 años inventarió diez abrigos en esta zona, y más recientemente se han descubierto otros y aunque son muchas las representaciones de arte rupestre esquemático que perduran más o menos maltrechas en sus rocas, el gran EFECTO LLAMADA que tiene esta sierra se debe fundamentalmente a las célebres pinturas que representan, al menos para gran parte de los que se dedican al estudio de este tipo de arte, a unos "carros" y que se han dado en llamar “Los Carros de -Los Buitres-”, supongo que por la cantidad de buitres que planean por esa zona y que ya hace un siglo hicieron que el abate Henri Breuil etiquetara al primero de los abrigos con el sugerente nombre de “La Posada de los Buitres”.

Las pinturas de los carros aparecen, de entre todos los abrigos inventariados en la zona, únicamente en dos de ellos, concretamente en los catalogados por H.Breuil como el V y el X, y actualmente son los más visitados y “accesibles”, junto con el I, el de “La Posada de los Buitres”.


Vista parcial del Abrigo V, donde solo aparece un carro. Arriba la imagen original, sin procesar; abajo la imagen una vez procesada con DStretch utilizando el filtro YDT. [¡¡Haz clic sobre las fotos para ampliarlas!!]


Vista parcial del Abrigo X, con algunos de los carros que son más visibles. Arriba la imagen original, sin procesar; abajo la imagen una vez procesada con DStretch utilizando el filtro LAB. [¡¡Haz clic sobre las fotos para ampliarlas!!]
 
Vista general del Abrigo X. En círculos amarilos la posición donde se encuentras los carros, aunque en este panel existen también más pinturas englobadas dentro del arte esquemático.
 
Como digo, son muchos los que se acercan a ver y fotografiar estas representaciones de “los carros”, unos porque son amantes de la prehistoria o del arte rupestre y otros muchos por simple curiosidad y entre estos últimos, la inmensa mayoría desconoce la importancia de estas representaciones, porque en caso de ser consideradas dentro del ciclo del arte esquemático, que este es otro debate, serían las responsables de la larga  perduración que se suele atribuir a este ciclo artístico, y es que el fin de este tipo de arte estaría ligado a estos “carros”,  o lo que es lo mismo, a la aparición de la rueda en la península, que si bien se barajaba que pudiera estar entorno al siglo VI a.C,  poco a poco se ha ido retrasando más esa fecha (leer la parte final de esta entrada), pero en cualquier caso haría, repito que siempre que se atribuyan estas pinturas al arte esquemático, que el fin de este ciclo artístico se retrasara mucho.

Uno de “Los Carros de -Los Buitres-” que aparece en el catalogado por H. Breuil como Abrigo X. A la izquierda la imagen original, sin procesar, a la derecha la misma imagen  procesada con DStretch utilizando el filtro CRGB.
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Actualmente la cronología es aún tema de debate, pero podría abarcar desde el cuarto al primer milenio antes de Cristo, solapándose, en sus inicios, con el Arte Levantino y perviviendo marginalmente en algunas zonas aisladas durante etapas muy tardías. Aparecen en la península ibérica asociadas a las primeras culturas metalúrgicas (Calcolítico -Edad del Cobre-), e incluso, con pervivencias marginales en el inicio de la Edad del Hierro).

Su principal característica, y la que le da nombre, es el esquematismo, es decir, un estilo figurativo en el que solo se representan los fragmentos básicos de cada figura (eliminando todos los demás); además, la representación es tan básica que los elementos gráficos se convierten en meros esbozos, pero sin perder los rasgos mínimos de identificación”.

La importancia de estas pinturas de "carros" radica también en que son únicas, ya que entre los muchísimos abrigos repartidos por toda la península no hay similitud, o en el caso de haberlas (como en caso de Oliva de Mérida o Arroyo de San Serván) no existen en el número que aparecen en Capilla, o por lo menos en el abrigo X; en cualquier caso, a nivel global, las represetanciones de pinturas de "carros" dentro del arte rupestre es algo infimo, una rareza, de ahí quizás su importancia.

Como he comentando, en los distintos abrigos inventariados de esta sierra podemos encontrarnos con pinturas que sin lugar a dudas pueden considerarse dentro del arte esquemático, independientemente que en un mismo abrigo podamos encontrarnos con figuras pintadas en distintos tramos de tiempo, ya que se puede ver que algunas de ellas están superpuestas, o que la absorción de la pintura por la roca sea distinta, o que  el tipo de trazos empleados o los colores son distintos... pero aparte de estas pinturas incluidas dentro del arte esquemático, en los abrigos V y X aparece también otro tipo de pinturas, los famosos “carros”, las últimas figuras en ser pintadas, que en ocasiones aparecen superpuestas sobre otras pinturas anteriores y en otras ocasiones aisladas.

El debate que se impone es si  considerar estos “carros” dentro del ciclo esquemático o por el contrario considerarlos como un repintando posterior en el tiempo, quedando en este caso fuera de este tipo de ciclo artístico...

En el caso de considerarlos dentro del arte esquemático ¿dentro de qué fechas se podrían datar?, porque si se da por establecido que este ciclo artístico puede llegar hasta el primer milenio a.C. o poco más,  significaría que la datación de estas pinturas deberían aproximarse a esa fecha, pero claro, esto implicaría que la rueda y los carros deberían haber sido introducidos en la península en ese período, y de momento con los datos que se tienen parece muy cogido por los pelos llegar tan tarde… aunque como ya he comentado antes, la fecha para aparición de carros y por tanto de la rueda en la península se va retrasando poco a poco (leer la parte final de esta entrada),

Un interesante estudio, aunque ya tiene sus añitos, exponía los pros y los contras con distintos enfoques para intentar datar cronológicamente estas pinturas, sin llegar a ninguna conclusión definitiva. Algunos de esos enfoques/propuestas de este estudio/análisis realizado por Julian Bécares Pérez (“Las Representaciones de Carros de los Buitres -Capilla, Badajoz- , en la Cronología del Arte Esquemático Típico) a modo de breve resumen, junto con las reflexiones y conclusiones correspondientes, son las siguientes:

- Propuestas cronológico-culturales tradicionales.

Fue Henri Breuil quien dio a conocer estas pinturas por primera vez en 1917, indicando que están “superpuestas y asociadas a otros motivos semejantes a los de otras rocas neolíticas de Sierra Morena y de Extremadura”, y tras compararlos con algunos hallazgos de ruedas o representaciones de carros de Centroeuropa y Escandinavia, atribuidos a las edades del Bronce y del Hierro, considera, de pasada, a estas representaciones de “Los Buitres” y al carro representado en la estela de Solana de Cabañas, del que también se ocupa, como pertenecientes al Calcolítico y la Edad del Bronce, a la vez que apunta la pervivencia hasta el pasado  siglo, de carros similares a los allí representados en distintas regiones de Europa y de la Península ("Le char et le traineau dans l'art rupestre d'Estrémadure, 1917”).

Estela de Solana de Cabañas. A la izquierda foto de la estela, a la derecha dibujo realizado por Sebastián Celestino Pérez. En la parte inferior de la estela aparece la figura parcial/cortada, de un carro. Imágenes extraídas de la web "Estelas decoradas del S.O. de la península ibérica". [¡¡Haz clic sobre la foto para ampliarla!!]

Cuando se vuelve a ocupar de estos carros en su “corpus”, hace referencia a las mismas comparaciones (“Les peintures rupestres schématiques de la Péninsule Ibérique, Tomo II, 1933-35”), y en el capítulo final del mismo, en el que trata de la fecha de la pintura esquemática, considera “que parecía difícil llevar (refiriéndose a las representaciones de "los carros de Los Buitres") a una época muy anterior a la edad del Bronce”, añadiendo que resultan “inconcebibles antes de un período muy evolucionado del Cobre, o alcanzando incluso el Bronce”.

Pero de lo expuesto por H. Breuil no se deduce ninguna prueba segura y objetiva que permita datar estas representaciones. Y las posturas que se adoptan pueden resumirse  en  tres:

1ª.- Seguir la manifestada por H. Breuil, quien se  limita a aceptar  para estos  carros una fecha más tardía que la defendida  hasta entonces por él, para el resto de la pintura rupestre esquemática,  ante la imposibilidad  de aceptar la existencia de este tipo de vehículos en momentos  anteriores a las etapas finales del Eneolítico.

2ª.- Aceptar la propuesta de  E. Cuadrado,  quien  propone  una  fecha de hacia el año 1.000 a. de C. para estas pinturas, aprovechándolas para fechar la posible llegada a la Península Ibérica de los distintos tipos de rueda representados en estas pinturas, la de cuatro radios y la de reja o travesaños.

3ª.- Seguir la propuesta de Almagro, para quien  los carros  de “Los Buitres” serían coetáneos de los de las estelas extremeñas, los carros más antiguos de los que se tiene una fecha relativamente segura, basándose para ello en la supuesta presencia de cuatro  ruedas  en  unos  y otros, extremo éste que a  pesar  de  ser rechazado hoy en día por  todos  los autores,  no impidió que fuera la propuesta con mayor  acogida, y sobre la que se reflexiona en el siguiente punto.

- Los carros de "Los Buitres" y los carros de "las estelas".

Otro de los enfoques para intentar datar estas pinturas es el de revisar las representaciones de carros grabadas en las estelas, para ver en qué medida pueden relacionarse con ellos los carros pintados de “Los Buitres y si de ello se puede deducir una cronología similar para unos y otros, como se ha pretendido frecuentemente.

Hasta ahora, del total de estelas extremeñas que se conocen, tan solo en unas pocas de ellas aparecen representaciones de carros:

Foto extraida del documento de estudio: "Las Representaciones de Carros de Los Buitres (Capilla, Badajoz) en la Cronología del Arte Esquemático Típico", de J. Bécares Pérez[¡¡Haz clic sobre la foto para ampliarla!!]

Este conjunto de representaciones de carros obedecen, en líneas generales, a un mismo tipo formado por una caja liriforme, cerrada por delante y abierta por detrás, con dos asideros curvos en la parte posterior, y con dos ruedas situadas en el centro de la caja, a excepción de el de Solana de Cabañas que tiene un segundo par dispuesto anómalamente en la parte anterior sobre la vara del carro, lo que se ha considerado frecuentemente fruto de la impericia del artista. La vara del carro es central y única, atravesando longitudinalmente a la caja en casi todos los casos. A los lados de la vara aparece representado el tiro compuesto por dos animales, que a pesar del tratamiento esquemático con que se han realizado, cabe interpretar como équidos más que como bóvidos. En algunos casos se han representado con trazos diferentes el fondo de la caja y la barandilla del carro, también aparecen ocasionalmente representadas las riendas, el yugo y en dos casos la rueda es claramente de cuatro radios.

Reproducen sin lugar a dudas un tipo de carro de guerra, lo que es corroborado por el resto de los motivos que aparecen representados en las estelas, las armas del difunto, junto a los que sólo ocasionalmente aparecen elementos de adorno como fíbulas, espejos y peines. Estas representaciones reproducen prototipos bien conocidos de carros de guerra del Mediterráneo oriental, y más en concreto del Egeo, según defienden varios autores y muy especialmente Bendala ("Notas sobre las estelas decoradas del suroeste y los orígenes de Tartessos, 1977" y "La más antigua navegación griega a España y el origen de Tartessos, 1979").

La cronología propuesta para estas piezas por Almagro Basch fue del siglo VIII al V a. de C. ("Las estelas decoradas del Suroeste peninsular, 1966"), pero actualmente se admite una mayor antigüedad que va del siglo X al VII a. de C , defendida por Almagro Gorbea ("El Bronce Final y el Período Orientalizante en Extremadura", año 1977), o aún más antiguas, de los siglos XI al VII, según Várela Gomes y Pinho Monteiro ("Las estelas decoradas do Pomar (Beja-Portugal). Estudio comparado, 1977”).

Ahora bien, las semejanzas de los carros de “Los Buitres” con éstos de las estelas, no dejan de ser más teóricas que reales, y se apoyan especialmente en la similar forma de resolver los problemas de perspectiva, ya que en los dos casos se ha utilizado el mismo convencionalismo, consistente en ofrecernos la caja vista desde arriba, mientras que las ruedas se han dibujado a los lados de ésta, como si se estuviesen contemplando desde los dos lados a la vez; pero esta forma de representar a los carros no implica coetaneidad o algún otro tipo de relación, puesto que la encontramos en representaciones de carros, tanto prehistóricos como más recientes, de regiones tan distantes como Escandinavia, los Alpes y el Sahara, común al arte de muy distintos momentos y culturas, aspecto sobre el que ya han incidido otros autores.

Las diferencias radican especialmente en el tipo de carro representado, pues mientras en las estelas, como ya se indicó, el carro que aparece corresponde al tipo de carro de guerra con caja liriforme, asideros curvos en la parte posterior, y con tiro representado, los de “Los Buitres” reproducen un carro de caja escaleriforme por lo general rectangular, abierto por delante y por detrás, con aspecto de carro de carga, en el que no aparece el tiro, y en la mayor parte de los casos tampoco la lanza para tal efecto. El único que ofrece algunas similitudes en su forma general es el del abrigo V, pero si lo analizamos con detenimiento resaltan de nuevo las diferencias: ausencia de asideros y de tiro, vara excesivamente corta, ruedas representadas como arcos en lugar de como círculos.

Croquis de los "Carros de los Buitres de Capilla (Badajoz)":  Dibujo A - Carro del Abrigo V.  Dibujo B - Carro del Abrigo X, panel izquierdo: Dibujos: C a G - Carros del Abrigo X, panel derecho, (según H.Breuil). Imagen extraida del documento de estudio: "Las Representaciones de Carros de Los Buitre (Capille, Badajoz), en la Cronología del Arte Esquemático Típico", de J. Bécares Pérez[¡¡Haz clic sobre las foto para ampliarla!!]
 


Carro
del Abrigo V, "
el único que ofrece algunas similitudes con los carros de las estelas en su forma general, pero si se analiza con detenimiento resaltan de nuevo las diferencias: ausencia de asideros y de tiro, vara excesivamente corta, ruedas representadas como arcos en lugar de como círculos
". Arriba la imagen original, sin procesar; abajo la imagen una vez procesada con DStretch
utilizando el filtro LDS.  [¡¡Haz clic sobre las fotos para ampliarlas!!]

En cambio, para J. Bécares Perez,  autor de esta revisión crítica de las representaciones de carros, esta serie de diferencias hace que resulte problemático mantener una misma cronología para unos y otros, en contra de lo que se venía manteniendo o aceptando. En apoyo a esta opinión cabe resaltar además, que diez de las estelas con carro (Cabeza del Buey I, II, IV y V, Zarza-Capilla I y III, Capilla VI y El Viso I, II y IV, estás últimas ya en la provincia de Córdoba) se han localizado en lugares muy próximos a las pinturas, en términos inmediatos o muy cercanos al de Capilla, por lo que cabría esperar reprodujesen un esquema semejante si en realidad fuesen coetáneos, ya que los reproducidos en las estelas respetan un mismo esquema, a pesar de proceder de puntos bastante alejados en ocasiones.

A continuación dejo los dibujos de las estelas con carros encontradas en lugares muy próximos a las pinturas (dibujos extraídos de la web "Estelas decoradas del S.O. de la península ibérica").



Otras ejemplos de estelas donde aparecen carros, encontradas en otros puntos de Extremadura, algunos muy distantes de la zona que se está tratando en este artículo (Capilla), y donde se puede ver que son similares a los anteriores, son:
 



Estos dibujos de estelas con carros aparecidos en otros puntos de Extremadura, están extraídos de la web "Estelas decoradas del S.O. de la península ibérica".  [¡¡Haz clic sobre las fotos para ampliarlas!!]

Tampoco se encuentran razones que justifiquen estas diferencias en las distintas técnicas utilizadas, y en último caso sería en detrimento para el grabado, por la mayor laboriosidad que esta técnica requiere frente a la pintura. A esto hay que añadir la ausencia, tanto en los abrigos V y X de "Los Buitres", como en los restantes de la zona, del resto de los elementos que conforman la temática compositiva de las estelas, consistentes principalmente en la representación de armas, tema enormemente escaso en el arte esquemático típico y más aún si nos ceñimos a los tipos representados en las estelas.

- Los carros de "Los Buitres" y los restos de carros pre y protohistóricos peninsulares.

Visto lo problemático que resulta conferir una fecha a las representaciones de carros de “Los Buitres” a partir de estos mismos elementos grabados sobre algunas de las estelas, se intenta otro enfoque, relacionándolos con otras evidencias, o indicios, de este tipo de vehículos aparecidos en la Península, tanto de carros reales como de sus representaciones, para ver si aportaban algo más de luz sobre el tema, intento que  ha resultado poco menos que estéril.

Como se puede ver tras repasar los restos de carros que conocemos en la Península, tampoco se ha podido fijar, ni tan siquiera de forma aproximada, la cronología o atribución cultural de los carros de “Los Buitres” de Capilla, en unos casos por el desconocimiento de su aspecto general, en otros por las marcadas diferencias formales.

Por ejemplo: existen tres piezas, que han sido consideradas como votivas por unos autores, rituales por otros, consistentes en plataformas con ruedas que soportan una escena o serie de personajes, son los llamados carros de Mérida, Almorchón y Costa Figueira, estudiados por distintos autores, y con los que tampoco podemos poner en relación a los carros que aquí se tratan, ya que sobre ellos no aparece ningún motivo comparable a las figurillas montadas sobre estas tres piezas de bronce, ni tampoco son semejantes en su aspecto o su estructura. También parecen tener un carácter ritual una serie de representaciones de carros como las de Almodóvar del Río, Illescas, Cancho Roano, etc., pero nada encontramos en ninguno de ellos que nos permita emparentarlos con los de “Los Buitres”, a pesar de que para el primero de ellos se han buscado paralelos en los de “Los Buitres”, debido a sus cuatro ruedas, lo que en ningún caso se puede considerar motivo suficiente como para concederles una misma atribución cronológica o cultural.

Carro votivo de Mérida. [Foto extraída del blog "Eméritos"]
 
 
Carro de bronce de Almorchón según J.R.Mélida [Foto-Lámina V extraída del documento: "
Los carros votivos de Mérida y Almorchón", de José María Blázquez Martínez"]

El carro de bronce de Monte da Costa Figueira (freguesía de Vilela, Paredes de DouroPortugalcompuesto de una barra con cuatro ruedas, con dos yuntas de bóvidos –bueyes– tirando en sentido opuesto, según la reconstrucción actual, y 14 figuras humanas formando parejas: 4 serían los conductores, colocados encima de los ejes de las ruedas, 2 serían sacerdotes representados junto a un animal, seguramente una oveja, que sería la víctima del sacrificio, mientras las restantes figuras –4 guerreros y 4 mujeres– formarían la procesión sacrificial. Silva (1986: 183, 208, lám. XCVII), para quien la pieza se fecharía entre los siglos IV-III a.C., ha propuesto una reconstrucción diferente, más lógica, situando juntas las dos yuntas de bueyes, y orientando las figuras en una misma dirección –en la anterior propuesta los oficiantes y la víctima presentaban una diferente orientación–
 Imagen y texto extraído del estudio: "Imagen y simbolismo del toro en la Hispania céltica" (pág.:111-112), de los autores: Alberto J. Lorrio y Juan Carlos Olivares Pedreño, publicado en  Revista de Estudios Taurinos, N.º 18, Sevilla, 2004, págs. 81-141.

Dibujo del carro de bronce de Monte da Costa Figueira, extraído de un monográfico sobre el 'carro gallego' y dentro de éste en el apartado sobre el "Origen del Carro" (podéis consultarlo en ESTE ENLACE).

Frontal decorado de la caja del sarcófago de Almodóvar del Río (Córdoba). "El relieve representa dos escenas que es preciso sin dura poner en relación. La primera, la más fácil de interpretar, reproduce la caza de un ciervo. La segunda es más difícil de interpretar...representa un gran carro de cuatro ruedas... la dificultad reside en la definición de lo que éste transporta; para M.Almagro-Gorbea, se trata de cuerpo del difunto -escena ritual que, asociada a la precedente, asegura el carácter funerario del relieve, mientras que para R. Olmos, se trata de una diosa de la fecundidad, caracterizada por el gorro cilíndrico y por las manos sobre el pecho, símbolo de las ideas de caza y de fecundidad". Texto e imagen extraído del doumento: "El relieve ibérico de Almodóvar del Río: La diosa que otorga y regenera la caza", de Ricardo Olmos y Juan Blázquez Pérez.

Relieve de Almodóvar del Río (Córdoba). Hipótesis reconstructiva virtual. ©Corpus Virtual de Escultura Ibérica, UAM
 
Relieve de Almodóvar del Río (Córdoba). Detalle del carro. La foto de arriba recortada de la imagen original; la foto de abajo es el mismo recorte pero tratada informáticamente dentro la hipótesis reconstructiva virtual. ©Corpus Virtual de Escultura Ibérica, UAM

- Los carros de capilla y el resto del arte esquemático.

Otro enfoque para intentar atribuir una cronología determinada a las representaciones de carros es por su relación con el resto de figuras que aparecen en los dos abrigos, atribuidas al arte esquemático típico.

Por un lado, tenemos que el carro del -Abrigo V- se encuentra aislado y a mayor altura que las restantes pinturas de la parte izquierda del abrigo, por lo que poco podemos decir en cuanto a la cronología relativa de este motivo con respecto al resto de pinturas que le acompañan.

El carro del Abrigo V "se encuentra aislado y a mayor altura que las restantes pinturas, tanto de las  de la parte izquierda del abrigo (no se ven en esta imagen), como las que están justo por debajo o a la derecha,  por lo que poco se puede decir en cuanto a la cronología relativa de este motivo con respecto al resto de pinturas que le acompañan".
[¡¡Haz clic sobre la foto para ampliarla!!]
 

En cambio, los carros del -Abrigo X- se encuentran claramente superpuestos al resto de los motivos, como ya indicara H. Breuil, quien los incluye en su séptima fase, de color rojo más o menos vivo, posición relativa donde  no resulta fácil mantener las múltiples fases propuestas por él, ya que los cambios de coloración señalados por H. Breuil podrían atribuirse con frecuencia, más a los cambios de color de la roca soporte y de conservación de las figuras, que a la utilización de diferentes colores.

En las siguientes fotos, donde se muestra una parte del panel del Abrigo X que alberga algunos de los carros, se puede ver claramente la intrincada maraña de figuras, muchas de ellas superpuestas y con distintas tonalidades de color que puede ser ser debida a los distintos colores utilizados o al diferente grado de absorción del color en la roca o a que unas zonas estén mejor conservadas que otras.


Vista parcial del panel del Abrigo X donde aparecen algunos de los "Carros de los Buitres".
[¡¡Haz clic sobre las fotos para ampliarlas!!]

A continuación dejo en más detalle fotos de estos carros del Abrigo X, algunos de los cuales es complicado distinguirlo, y menos a simple vista, entre la maraña de figuras y el estado de conservación:


Arriba la imagen original, sin procesar; abajo la imagen una vez procesada con DStretch utilizando el filtro YDT.  
[¡¡Haz clic sobre las fotos para ampliarlas!!]
 





Imágenes originales, sin procesar, y sus correspondientes procesadas con DStretch utilizando en todas el filtro CRGB. En ellas es claramente visible la superposición con otras pinturas anteriores [¡¡Haz clic sobre las fotos para ampliarlas!!]


Este caso es el ejemplo más claro de superposición de figuras, pintadas unas sobre otras, resultando muy complicado distinguir algo entre la maraña de líneas, y menos aún con la imagen original, a simple vista, sin procesarla. Arriba la imagen original, abajo la imagen procesada con DStretch utilizando el filtro CRGB.  [¡¡Haz clic sobre las fotos para ampliarlas!!]

De esta posición relativa tampoco podemos  deducir una atribución cronológica o cultural especialmente valiosa, ya que sólo nos indica que fueron las últimas en ser pintadas, sin que sepamos si el tiempo transcurrido entre el momento en que se pintaron los carros que nos ocupan y los motivos infrapuestos pasaron días, años, siglos o incluso milenios, pues la experiencia nos muestra que el grado de absorción del color por la roca no es un claro indicio de su antigüedad, ya que puede ser semejante para pinturas claramente prehistóricas y para otras realizadas en épocas mucho más reciente.

Si acudimos al resto de los conjuntos pertenecientes a este ciclo artístico, nos encontramos que son las únicas representaciones claras de carros pintadas en los abrigos que se conocen en la Península (hasta el momento de la publicación de este estuidio de J. Bécares), ya que si bien se han señalado otras cuatro representaciones de este tipo de vehículo, en todos los casos se plantean algunos problemas para su aceptación como carros, los cuales se exponen a continuación:

[NOTA: Con posterioridad a la publicación de este estudio de J. Bécares Pérez, han aparecido nuevas representaciones de carros, como los el de Sierrapino, en Hornachos; el del Molino Manzánez, en Alconchel­-Cheles; el del Covacho, en Oliva de Mérida o como los grabados de la "Roca de los Carros", en Campanario... de estos dos últimos casos pongo también, al final de esta entrada del blog, algunas reflexiones-conclusiones extraidas de otros artículos de investigación, al igual que del "Carro del Escoural (Portugal)", con el fin de exponer otros puntos de vista, sobre todo relacionados con la posible antigüedad de los carros en la península, de otros autores y otros estudios de investigación].

La primera de ellas situada en el abrigo San Juan, situado en la ladera sur de la Sierra de San Serván. Se trata de la representación de un escaleriforme en posición horizontal, compuesto por cuatro travesaños, los dos largueros con otros dos trazos paralelos a ellos y un motivo circular con dos ejes cruzados perpendicularmente, a modo de rueda de cuatro radios, situada por debajo del escaleriforme, próxima a su extremo izquierdo, pero en opinión de J. Bécares,  demasiado lejos y en una posición un tanto anómala para que pueda aceptarse su interpretación como representación de carro, además de presentar una sola rueda, lo que hace más difícil su interpretación como dicho vehículo, por lo que él cree que se trata simplemente de un escaleriforme y un motivo circular con dos ejes cruzados, temas ambos frecuentes en el arte esquemático típico.

Calco del 'supuesto carro'  del abrigo  San Juan, San Serván, tomado de León y García­Verdugo, 1983.

La segunda posible representación de carro, es la propuesta para el de Sésamo, en Vega de Espinareda (León). Se trata de un motivo circular con dos travesaños cruzados en ángulo recto, en forma de rueda de cuatro radios, de la que parten hacia la izquierda dos trazos horizontales, colgando a su vez de ellos otros trazos verticales, que en varios casos se llegan a unir a los trazos horizontales... y de nuevo, nos encontramos con una representación en la que sólo se aprecia una rueda, a la que se le asocian una serie de trazos que tanto podrían interpretarse como un tectiforme o la esquematización de dos cuadrúpedos mediante dos pectiniformes… pero en ella no resulta evidente la interpretación como carro.

Representación del 'supuesto carro' de Sésamo, en Vega de Espinareda (León). Calco extraído  del documento: "Las Representaciones de Carros de Los Buitre (Capille, Badajoz), en la Cronología del Arte Esquemático Típico", de J. Bécares Pérez.

La tercera y cuarta posibles representaciones de carros están relacionadas, porque ambas aparecen pintadas en un mismo panel del Congosto de Olvena (Huesca), aunque es uno de ellos el que resulta más fácil aceptar como 'carro'. El primero está formado por dos motivos circulares concéntricos, ampliamente atravesados por dos trazos horizontales, que vienen a entrecruzarse por la parte derecha con las patas posteriores de un cuadrúpedo, que por su aspecto parece tratarse de un équido. El carro estaría visto de lado, y resultaría de considerar las dos circunferencias como las dos ruedas, una sobresaliendo por fuera de la otra, y los dos travesaños que las cruzan, los largueros del bastidor del carro, que se prolongarían por delante como varales, por donde estaría sujeto al tiro.

Los carros del  Congosto de Olvena (Huesca). Calco extraido del artículo: "Arte Rupestre Esquemático Pre-Histórico - Nueva Interpretación de los Carros de Remosillo (Olvena, Huesca)", de Manuel Bea.

No obstante aparecen además una serie de detalles, como las riendas, representadas por dos finos trazos que parten de la cabeza del posible caballo, una hacia la parte media del carro, la otra hacia un antropomorfo de brazos en arco, situado por debajo del carro y a la altura del tiro, el cual presenta la particularidad de tener representado, por medio de finos trazos, tanto el cabello, como los dedos de manos y pies. A éstos se asocian otro antropomorfo de tamaño similar al anterior, y otros dos más pequeños formando pareja, uno de ellos con un amplio tocado, posiblemente de plumas, y el otro también con los dedos de las manos y pies manifiestamente indicados.

La segunda supuesta representación de carro de este panel, es menos clara que la anterior, ya que las ruedas no se aprecian con claridad, pudiéndose interpretar a partir de dos trazos algo curvados, dispuestos por encima y debajo de dos largos trazos que se curvan a su vez hacia abajo en su extremo izquierdo, mientras que en el derecho vuelven a entrecruzarse con otro cuadrúpedo, o posiblemente dos marchando uno delante del otro. En este caso la interpretación como carro no resulta tan evidente, por no estar claramente especificadas las ruedas, y porque la curvatura de los largueros nos hace pensar en que se tratase de la representación de una rastra, interpretación que también pudiera encajar al otro motivo, aunque con más reservas.

Calco donde se muestra la escena completa del panel en el que se encuentran las representaciones de los carros del  Congosto de Olvena (Huesca), extraido del artículo: "Arte Rupestre Esquemático Pre-Histórico - Nueva Interpretación de los Carros de Remosillo (Olvena, Huesca)", de Manuel Bea,  en donde  comenta acerca de estas representaciones: "Desde una perspectiva puramente interpretativa de los motivos del denominado panel de los carros, consideramos que se trataría de una escena en la que aparecerían representados los dos momentos básicos de la preparación agrícola de la tierra: arado y rastrillado, todo lo cual sería realizado con un arado y una grada. Estas técnicas, así como los detalles del correaje y pasarriendas que identificamos en las pinturas nos hacen suponer para este conjunto una cronología postneolítica, tal vez plenamente histórica". 

 

1. Fotografía de detalle del “carro” de Remosillo; 2. Calco (según Baldellou et al. 1996); 3. y 4. Reconstrucción hipotética del motivo a partir de la representación del abrigo de Remosillo.  Imagen extraída del artículo "Arte Rupestre Esquemático Pre-Histórico - Nueva Interpretación de los Carros de Remosillo (Olvena, Huesca)", de Manuel Bea.  [¡¡Haz clic sobre las fotos para ampliarlas!!]

En cualquier caso el conjunto presenta una serie de detalles y una composición en escena, a los cuales no estamos acostumbrados en el arte esquemático, tanto a nivel de detalles como de representación de escenas, lo que hace que dudemos de la inclusión de algunos de estos conjuntos dentro del arte esquemático típico, pudiendo ser que nos encontremos ante conjuntos pertenecientes a un ciclo artístico diferente y hasta ahora no definido, diferente también del arte levantino, el cual si bien suele ofrecer escenas y en ocasiones detalles puntuales, no utiliza las formas que encontramos en estos conjuntos, más esquemáticas y toscas, similares por otro lado a las que son frecuentes en el ciclo que nos ocupa.

Al margen de la comparativa con estas pinturas, J. Bécares Pérez también analiza en su estudio, del que en esta entrada de blog intento hacer un resumen, un par de representaciones de carros grabadas en roca, por si pudieran proporcionar algo más de luz sobre el tema.

Por un lado está la representación de un posible carro que aparece grabado sobre una roca horizontal de pizarra en Vegas de Coria, dentro de la Comarca de Las Hurdes (Cáceres). En dicho grabado se pueden apreciar un buen número de círculos, uno de ellos con tan sólo una cazoleta en su centro, otros con varios radios en su interior, variando en número desde cuatro a diez y nueve radios, dos círculos más con trazos en su interior, dispuestos al igual que los elementos de la rueda de reja, con tres travesaños en un caso y dos en el otro; también varios esteliformes con diferente número de radios y con su centro ocupado en algún caso por una pequeña cazoleta; además un grupo de escaleriformes cuyo número de travesaños oscila entre tres y diez y siete, tres cruces que en dos casos están rematadas por las siglas INRI, la palabra JOSÉ, en mayúsculas y subrayada, y por último algunos rectángulos, ángulos y trazos sueltos.

En este caso, la posible representación del carro resulta de la asociación del mayor de los escaleriformes, con dos de los círculos radiados, de diez y seis radios cada uno de ellos y con sendas cazoletas en sus centros. La disposición de estos elementos resulta un poco anómala, ya que ambas ruedas están dispuestas a un mismo lado del escaleriforme y a diferente distancia, lo que unido a la asociación también de algunos otros esteliformes, ruedas radiadas de menor tamaño y otra serie de trazos, hace que haya que considerar dicha interpretación sólo como posible. De todos modos, la existencia de dos largos trazos que se unen en ángulo recto con los extremos de los largueros del escaleriforme, y que pueden interpretarse como los varales de un carro doblados hacia arriba, vienen a reforzar su interpretación como carro.

Supuesto carro que aparece grabado sobre una roca horizontal de pizarra en Vegas de Coria, dentro de la Comarca de Las Hurdes (Cáceres). Dibujo tomado de Carmen Sevillano, 1991.

Otro problema nos lo plantea la cronología de estos grabados, pues si bien pertenecen al conjunto de Las Hurdes, estudiado por Carmen Sevillano, al que esta autora fecha en líneas generales entre el Bronce Final y la romanización de la zona, en este caso hay grabados evidentemente posteriores como ella misma ha señalado. Así, mientras algunos motivos que están realizados mediante picoteado, técnica a la que en algún caso se asocia la incisión o la abrasión, tienen aspecto de ser claramente antiguos, especialmente el círculo con una cazoleta en su interior, el que presenta un diámetro y dos travesaños como en las ruedas de reja, y algunos otros del cuadrante superior izquierdo del calco, en cambio otros son claramente recientes, como las cruces, la palabra JOSÉ y algunos escaleriformes y círculos radiados que ocupan la mitad superior derecha del calco, lo que resulta evidente no sólo por los motivos representados, sino también por el tipo de surco en V y la ausencia de pátina y de líquenes, si bien hay que señalar que esta zona estaba recubierta por tierra lo que impide la formación de éstos. Sin embargo para el motivo que más nos interesa, el supuesto carro, sus ruedas tienen un gran número de radios, algo que  viene a contradecir dicha antigüedad, sin que seamos capaces de proponer para él una datación concreta, pero difícilmente podría considerársele como prehistórico.

De nuevo nos encontramos sin poder aproximarnos a la cronología de “Los Carros de Los Buitres”, pues si en este caso sí existe alguna similitud formal, sin olvidar que la diferencia en el número de radios de las ruedas es importante, lo que nos falta ahora es una datación concreta, siendo bastante posible que esta hipotética representación de carro sea relativamente moderna.

Por otro lado, en la década de los 80 del siglo pasado, se dió a conocer otra posible representación de carro dentro del término de Montemor-o-Novo (Évora, Portugal). En este caso se trata de uno de los grabados del Santuario Exterior de Escoural, situado en la parte superior del cerro donde se abre la conocida Cueva del Escoural.

Dicha representación consiste en un cuadrado al que se adosa por el lado derecho un triángulo, asociándosele además cazoletas por la parte inferior, en la prolongación de los lados del cuadrado y alguna más en el interior, y un bucráneo en el vértice libre del triángulo, a la derecha del conjunto.


Calco del Carro do Escoural unido a un bucŕaneo (el que aparece dentro de la selelección marcada en rojo) grabado en la Roca-9 del Exterior del Santuario del Escoural (Montemor-o-NovoÉvoraPortugal).  En este dibujo/calco algunos investigadores identifican a un posible carro de caja cuadrada, estructurado por una viga longitudinal, cuatro ruedas macizas y un sistema de enganche triangular, apareciendo delante del carro un bucráneo que posiblemente esté asociado a él.

Rodean a este motivo un buen número de bucráneos de diferentes tipos (20 en total) y de cazoletas de distintos tamaños (37 en total), así como otras representaciones. El conjunto además queda fechado al estar recubierto en parte por la muralla del poblado correspondiente al Calcolítico medio, lo que indica su anterioridad, así como posiblemente su pérdida de significado ya en ese momento, tanto por recubrir la muralla a las rocas con grabados, como por la posible rotura de alguno de los conjuntos para la mejor cimentación de ésta y el aprovechamiento del material en su construcción.

Calcos de las Rocas 8 y 9 del Exterior del Santuario del Escoural (Montemor-o-Novo, ÉvoraPortugal). En la Roca 9, dentro del círculo rojo es donde aparece grabado lo que se interpreta como un "carro" unido a un bucŕaneo. Imagen extraída del documento "O Santuario exterior do Escoural. Sector NE (Montemor-o-Novo, Évora, Portugal)".

Foto en blanco y negro de los grabados de la Roca-9 del Exterior del Santuario del Escoural (Montemor-o-Novo, ÉvoraPortugal). A la izquierda la foto original, a la derecha la misma foto en la que he sobrepintado la interpretación del "carro" (en azul), unido a un bucŕaneo (en rojo), también he sobrepintado en color amarillo, otros bucráneos que son fácilmente identificables en esta foto de la Roca-9, aunque hay 20 en total...  Imagen extraída del documento "O Santuario exterior do Escoural. Sector NE (Montemor-o-Novo, Évora, Portugal)".

De aceptar la interpretación de este motivo como carro, ello implicaría la presencia de esta clase de vehículos en nuestra Península, o al menos en este área, ya en los momentos finales del Neolítico o en el Calcolítico inicial, lo que al menos por el momento resulta bastante problemático, sin que tengamos hasta ahora otros datos que lo apoyen. En favor de esta interpretación los autores recogen una serie de representaciones de carros de distintos lugares de Europa, que en ocasiones han sido atribuidos al Neolítico final y al Calcolítico, pero pertenecientes a áreas culturales para las que no se conocen relaciones culturales con la Península durante esos períodos. Además dichas atribuciones culturales discrepan de las frecuentemente aceptadas para la aparición del carro en la Europa occidental.

De todos modos, y a falta de datos más fidedignos, nos resulta problemático, al menos por el momento, aceptar esta significación para el aludido motivo, a pesar de que vendría bien a nuestros planteamientos, y de ser así no sería necesario retrasar el final del arte esquemático típico por la presencia de carros en los abrigos de Los Buitres, aunque hay que recordar que las diferencias formales entre éste y los pintados son bastante acusadas; pero de todos modos una representación tan problemática no nos parece prueba suficiente para demostrar la existencia de carros en la Península en fechas tan tempranas.

Hay que señalar además que cabrían otras interpretaciones más acordes con el conjunto, como sería la representación de un bóvido, en el que el cuadrado sería el cuerpo, el triángulo el cuello, las cazoletas de la parte inferior indicarían las patas y el bucráneo la cabeza; ahora bien, sin que consideremos que esta interpretación tenga mayor grado de verosimilitud que la defendida por sus descubridores, ofreciéndola únicamente como ejemplo de las diferentes posibles interpretaciones.

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NOTA: Al margen de las pinturas de los carros que son en las que se centra esta entrada del blog, en estos dos abrigos, el V y el X, aparecen también otras figuras a las que H. Breuil llama "trineos" y con los que realiza una comparación, a nivel de "calcos", con otros encontrados en la Sierra de Almadén (Puerto-Palacios, Vistalegre o Ntra.Sra. del Castillo).

Un ejemplo de estos "trineos" son los que aparecen en el abrigo X, debajo de uno de los carros, junto a otras figuras/líneas donde también aparacen figuras superpuestas, a juzgar por la "maraña" que hay y por las diferentes tonalidades, como se puede observar en el siguiente calco y fotos correspondientes, en donde aparecen dos de estos "trineos", uno muy desdibujado ya (en el calco aparece enla parte de abajo con color más ténue, anarajando) y que H. Breuil describe en su libro: "Les peintures rupestres schématiques de la Péninsule ibérique. Tomo II, Bassin du Guadiana", dentro del Capítulo III, donde habla sobre las pinturas de los abrigos del entorno de Peñalsordo y más concretamente de los abrigos de "Los Buitres" de Capilla y que traducido del francés viene a decir: "...2º Panel central: abajo a la derecha, encima del trineo naranja, otro rojo más grande, con el frente puntiagudo continuando en una especie de barra de tiro, y nueve travesaños y medio, varios de los cuales sobresalen en la parte superior, uno en forma de botón y el otro en forma de T...".

Calco donde en la parte inferior aparecen dos "trineos".




Dos ejemplos de lo que H.Breuil llama "trineos"... como siempre, las fotos originales por un lado y las procesadas con DStretch utilizando el filtro CRGB, incluyendo en la esquina inferior derecha, la parte del 'calco' que se puede ver en la foto.
   [¡¡Haz clic sobre las fotos para ampliarlas!!]

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REFLEXIONES FINALES.

Después de analizar las propuestas anteriores, tanto los restos de carros prehistóricos y protohistóricos, los carros votivos, y las representaciones de estos tipos de vehículos sobre las estelas, o en el arte rupestre, tanto grabado como pintado, se puede ver que no resulta clara una atribución cronológica o cultural concreta, puesto que las diferencias formales los alejan de los carros más antiguos que conocemos en la Península, los de las estelas, para los que no cabe duda sobre su interpretación como dichos vehículos.

Sobre la posibilidad de una mayor antigüedad de estos vehículos, que estuviese más acorde con la atribución cultural y cronológica que sugieren el resto de la temática de este ciclo artístico, y muy especialmente los ídolos, centrada en el Calcolítico, las propuestas que han sido ofrecidas, el carro del Escoural (Portugal) y los carros del Congosto de Olvena (Huesca), no están exentos de serias dudas; en el primer caso sobre su interpretación como carro, y en el segundo caso sobre su atribución a un ciclo artístico concreto. Por otro lado, resulta muy sugerente la propuesta de Mario Várela y sus colaboradores, sobre la importancia que la aparición de estos vehículos, pudo tener en el desarrollo que se produce en la transición del Neolítico al Calcolítico, lo que conllevaría además el aprovechamiento de la fuerza de trabajo de los animales, bóvidos especialmente, propuesta que fue apoyada también por Joaquina Soares y Carlos Tavares en el Coloquio Internacional "Arte Pré-histórica: Nos 25 anos da descoberta da Gruta do Escoural", celebrado en octubre de 1988, en el que se presentó una primera elaboración de este trabajo, pero esto ha de ser corroborado con pruebas adicionales, como podría ser el análisis de las modificaciones óseas que se producen en las patas de los animales por los esfuerzos de tracción, ya que la supuesta representación del carro de Escoural, no parece una prueba suficiente.

Imagen del 'supuesto' carro do Escoural, extraída del documento "O Santuario exterior do Escoural. Sector NE (Montemor-o-Novo, Évora, Portugal)", de Rosa Várela Gomez, Mario Várela Gomes y Manuel Farinha dos Santos.
[¡¡Haz clic sobre las fotos para ampliarlas!!]


Los carros del  Congosto de Olvena (Huesca). Calco extraido del artículo: "Arte Rupestre Esquemático Pre-Histórico - Nueva Interpretación de los Carros de Remosillo (Olvena, Huesca)", de Manuel Bea.

Otra posibilidad que cabe tener en cuenta sobre las representaciones de “los carros de Los Buitres” de Capilla, es que se traten de repintados de una época incierta, que nada tengan que ver con el resto de pinturas del ciclo del arte esquemático típico, ya que son bien conocidos conjuntos en los que se ha pintado en distintos momentos, incluso claramente en en momentos recientes, como en la Cueva del Cristo y en el Canchal de las Cabras Pintadas (ambos en Las Batuecas, Salamanca), el conjunto de Peña Minguvela, en Ojos Albos, Avila o los barcos de Laja Alta, y si nos referimos a otros ciclos artísticos, podríamos citar el conocido jinete del Cingle de la Gasulla, la escena de doma de caballo de Selva Pascuala, o un grupo de figuras de la Peña del Escrito (Boniches, Cuenca), entre las que cabe resaltar el dibujo de un gato absolutamente actual, el cual se encuentra en un grado de absorción por la roca, similar al de las figuras levantinas, si bien en este caso con un color más claro, marcadamente diferente.

Calco del jinete del abrigo X del Cingle de la Gasulla.
[Imagen extraída del artículo: "Representación de un jinete en las pinturas del «Cingle de la Gasulla» (Castellón)", de E. Ripoll Perelló.
 
Copia del Jinete
del abrigo X del Cingle de la Gasulla, con su contexto pictórico.
[Imagen extraída del artículo: "Representación de un jinete en las pinturas del «Cingle de la Gasulla» (Castellón)", de E. Ripoll Perelló.

En apoyo de esta hipótesis hay que tener en cuenta que son elementos únicos y extraños al resto del conjunto de abrigos con pinturas de este ciclo artístico que podemos encontrarnos en la península, en el que además, la temática se repite hasta la saciedad con pocas variantes. Es por esto, por lo que no se le debería dar mayor credibilidad a este grupo aislado de motivos que a todo el resto de motivos coherentes, entre los que están los seiscientos veinticinco ídolos, distribuidos por ciento veinticinco abrigos, que nos proponen una fecha muy concreta.

Otro aspecto que se deja entrever en las distintas propuestas cronológicas manejadas es que lo que se propone es una fecha anterior a la cual no resultan aceptables las representaciones de carros en la Península; pero de esto no se puede deducir que los carros que nos ocupan sean los más antiguos.

Como se puede ver, no hay ninguna prueba objetiva que nos permita datar estas representaciones, de lo que disponemos es de apreciaciones subjetivas sobre su cronología que lo único que propone es una fecha a partir de la cual se pueden aceptar la presencia de carros en la Península, la cual ha sido retrasada repetidas veces. Pero también ha sido repetido por varios autores, que carros similares a los que aparecen pintados en “Los Buitres”, han perdurado hasta época reciente y aún perviven en zonas de Cantabria y Asturias, con la rueda de reja o travesaños, y en Galicia, Tras os Montes y Alto Douro con la rueda más o menos maciza, son los "carros chillones", que ya sólo podemos contemplar en nuestros museos o en algunas fachadas y casas de campo como objetos de decoración.

CONCLUSIÓN.

De lo expuesto anteriormente no se deduce una fecha clara para este grupo de representaciones de los carros de "Los Buitres" de Capilla; fechas que podrían ser desde anteriores a las representaciones de este mismo tipo de vehículos sobre las estelas  extremeñas, si se aceptan las propuestas cronológicas para la aparición del carro en la Península que se derivarían del reconocimiento del supuesto carro grabado de Escoural, algo que para el autor de este estudio, J. Becares, puede considerarse como improbable, hasta considerarlos fruto de un repintado posterior de época incierta, muy posiblemente ya histórica, al igual que sucede en algunos otros abrigos de distintos puntos de la Península y por tanto, ya no estarían incluidos dentro del ciclo artístico que se acordó en la reunión de Barbastro y al que se denominó arte esquemático típico. En favor de esta tesis están:

1º. La situación de las pinturas dentro del panel, ya que fueron las últimas en ser pintadas, sin que podamos saber el tiempo trascurrido desde la realización de la fase anterior.

2º. La rareza del tema dentro de este ciclo artístico.

3º. La imposibilidad de encontrar paralelos entre las representaciones de este tipo de vehículos de época prehistórica.

4º. La relativa frecuencia con la que se han realizado repintados sobre pinturas prehistóricas, en épocas posteriores.

5º. La pervivencia de carros similares a los allí representados hasta el pasado siglo.

De todos modos, lo que sí podemos asegurar es lo arriesgado que resulta mantener una tan dilatada perduración de este ciclo artístico, desde el Neolítico medio hasta el Bronce final o incluso la Edad del Hierro, basándonos en esta serie de representaciones tan problemáticas.

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HASTA AQUÍ el resumen/extracto del interesante estudio/análisis/comparativa de J. Bécares Pérez... PERO como dije al principio, este documento tiene ya sus años y desde entonces han aparecido otros hallazgos y se han realizado otros estudios/comparativas/investigaciones entre los hallazgos ya existentes y los nuevos de la Península Ibérica, con respecto a otros en centroeuropa que hacen que algunos de los puntos analizados en él, para intentar establecer una datación de las pinturas rupestres de los carros de los Buitres de Capilla, e incluirlas o no dentro del ciclo artístico del arte esquemático, haya que replantearlas o volver a analizar...  principalmente porque uno de los puntos fuertes para intentar datarlas es el de  la aparición de los carros  en la Península Ibérica, algo que como ya se comenta en el propio documento "es una fecha que cada vez se va retrasando más" y así es a juzgar por los nuevos hallazgos o por los nuevos estudios/comparativas de los ya existentes, por lo que sería necesaria "una revisión de las teorías clásicas que atribuyen la aparición de los vehículos de ruedas en Europa Central y Occidental como influencias de la civilización micénica («O Santuario exterior do Escoural», de Rosa Várela Gomes, Mario Várela Gomes y Manuel Varinha dos Santos)", aún más dentro de la Península Ibérica donde hasta ahora el estudio sobre el origen de los "carros" estaba ligado casi exclusivamente a las representaciones de estos en las "Estelas de Guerros" que se han encontrado y que se siguen encontrando, en Suroeste peninsular (de las que en esta entrada del blog he puesto los calcos de algunas de ellas), pero la aparición del "Carro do Escoural" (del que habla también en este estudio J.Bécares y al que se refiere como "dudoso carro de Escoural") su estudio y comparativa con otros carros de centroeuropa, u otros grabados en roca de 'carros' como los aparecidos en la "Roca de los Carros" en Campanario (Badajoz), hacen que quizás haya que replantear la edad de la aparición de los carros en la Península Ibérica.

En relación al «Carro del Escoural», en "O Santuario exterior do Escoural, Sector NE (Montemor-o-Novo, Evora), de Rosa Várela Gomes, Mario Várela Gomes y Manuel Varinha dos Santos" se comenta que:

"Las evidencias provenientes de datos arqueológicos presentan a los carros Züschen como los más antiguos de Europa, quizás con el mismo origen que algunos vehículos de ruedas representados en los grabados rupestres de Escandinavia, los de Valcamónica o los que estuvieron en pleno uso en los Países Bajos alrededor del III milenio a.C. Desde las estepas del sur de la Unión Soviética, el Cáucaso y la zona de los Cárpatos­, los vehículos de ruedas se habrían dispersado por toda Europa, siguiendo rutas naturales como el curso de grandes ríos o atravesando sus extensos llanura, coincidiendo su progresión con la de los primeros buscadores de cobre.

La existencia en Valcamónica de unos bóvidos atados a arados y por tanto domesticados en el IV milenio a.C.; cronología que también se atribuye a la mayoría de las figuraciones de Magoura y al primer período de Züschen. Estas fechas imponen una revisión de las teorías clásicas que atribuyen la aparición de los vehículos de ruedas en Europa Central y Occidental como influencias de la civilización micénica. Paralelamente en la Península Ibérica donde los carros claramente datables eran los representados en estelas decoradas, de finales de la Edad del Bronce SO, el descubrimiento de la representación de un carro en el Escoural, de cronología muy anterior, supone un nuevo e importante contribución, tanto para la caracterización de la economía y la sociedad como para el conocimiento de los medios tecnológicos de que disponía el hombre prehistórico, en esta zona de Europa, y de los que ese artefacto es reflejo.

Petroglifo representando un carro tirado por dos caballos, en Italia, en el Parque de los Petroglifos del Valcamonica. [Foto extraída de la web: Patrimoine d'Iroise]

Nótese que al carro sólo se asocia un bucráneo, aunque está representado en diferente dirección, no claramente adherido, a pesar de estar ejecutado con la misma técnica de grabado. Estas dos figuras especialmente conectadas revelan dimensiones proporcionales, muy similares a las de un vehículo, también de cuatro ruedas, procedente de un enterramiento del Neolítico tardío / ­Calcolítico temprano del lago Seván (Armenia).  Recordemos que las representaciones de "Los Carros de los Buitres de Capilla"  no están asociadas a ningún animal y que las asociaciones de dos bucráneos encontrados en el Escoural, unidos por los extremos de sus cuerpos, deben representar parejas de bóvidos, utilizados como animales de tiro.

 

Dibujo del Carro do Escoural unido a un bucŕaneo (dentro de la selelección marcada en rojo) grabado en la Roca-9 del Exterior del Santuario del Escoural (Montemor-o-Novo, ÉvoraPortugal).  Imagen extraída del documento "O Santuario exterior do Escoural. Sector NE (Montemor-o-Novo, Évora, Portugal)".

En Escoural, esa composición parece más bien la asociación de dos signos, olvidando el sentido realista de las formas y reduciéndolas a una representación sintética pero precisa de un concepto, como es característico de la iconografía del llamado «arte esquemático»".

Por otro lado, aunque bien es cierto que la temática de los 'carros' es "una rareza dentro de este ciclo artístico", ya no se puede decir que las pinturas de "Los Carros de los Buitres de Capilla" sean únicas y que se tenga "la imposibilidad de encontrar paralelos entre las representaciones de este tipo de vehículos de época prehistórica", puesto que van apareciendo otras pinturas y grababos en roca con representaciones de 'carros', como en Oliva de Mérida o en Campanario con "la Roca de los Carros".

Calco del Panel-1 en el abrigo de El Covacho (Oliva de Mérida, Baajoz) y detalle de la figura del carro (derecha)
[Foto extraída del artículo «New Representations of “Chariots” in the Rock Art of Extremadura and Some Considerations of the Archaeological Context», de Hipólito Collado Giraldo].

 

Dibujos de petroglifos de carros en la "Roca de los Carros", de Campanario (Badajoz[Imagen extraída del artículo «New Representations of “Chariots” in the Rock Art of Extremadura and Some Considerations of the Archaeological Context», de Hipólito Collado Giraldo].

En relación a las pinturas del carro de Oliva de Mérida (Badajoz) y de los petroglifos de carros encontrados en 2007, en Campanario (Badajoz), en la llamada "Roca de los Carros", Hipólito Collado Giraldo  en  el artículo «New Representations of “Chariots” in the Rock Art of Extremadura and Some Considerations of the Archaeological Context», comenta:

"Los estudios sobre el origen de los 'carros' en la Península Ibérica están claramente relacionados con las representaciones de estos que aparecen en las «estelas de guerreros» con importante presencia en el SO peninsular. La relación entre estas figuras y los 'carros' documentados en abrigos y grabados rupestres en los que nos centramos, es mínimamente conocida.

Para las representaciones de 'carros' de las «estelas de guerreros», varios autores proponen dos posibles rutas de acceso. Se trata de la vía centroeuropea, que se vincula con la vía atlántica del Bronce Final, o la vía mediterránea oriental, que se vincula con el período heládico medio/final, todas ellas, en cualquier caso, durante la segunda mitad del segundo milenio a.C. (Mederos, 2008: 446). Aunque, desde nuestro punto de vista, se trata de una opción reduccionista, sobre todo teniendo en cuenta la clara presencia de 'carros' en el arte rupestre prehistórico del norte de Europa (Noruega y Suecia) (Pétrequin et al. 2006) del Neolítico Final e indiscutiblemente, de la época calcolítica para las representaciones de carros en Valcamonica (Fedele 2006: 50) o Mont Bego (Saulieu y Serres 2006: 73–74).

Las evidencias tempranas procedentes de Europa permiten tomar en consideración la presencia de 'carros' en el arte rupestre esquemático de la Península Ibérica (Neolítico/Bronce Final) (Acosta, 1984; Baldellou, 1987; Bendala, 1977; Breuil, 1933; Collado , 1995; Collado et al., 1997). Creemos que es aceptable una cronología avanzada para este tipo de figuras en relación con los motivos y criterios estilísticos (como el uso de la perspectiva lateral para las figuras antropomorfas, la presencia de tocados con cuernos, espadas pistiliformes, escudos, etc.). Estos criterios estilísticos y la iconografía citada nos permiten establecer una conexión entre el arte rupestre esquemático y la iconografía de las «estelas de guerreros».

Tras las consideraciones previas, el análisis comparativo entre las diferentes representaciones de 'carros' documentadas hasta el momento en el arte rupestre extremeño, podemos destacar que existen diferencias importantes de un mismo motivo a pesar de tener una iconografía extendida y normalizada. 

Una variedad de 'carros' como los de Capilla, Oliva de Mérida, Molino Mazánez, Sierrapino y Arroyo de San Serván (ver siguiente imagen), pueden datarse en los últimos periodos del arte rupestre esquemático (Collado, 2009b:106) durante la Edad del Bronce Final (1400-­1000 a.C.); o durante la Primera Edad del Hierro (1000-­500 a. C.); y en menor medida durante la Segunda Edad del Hierro hasta la Época Romana, a una nueva forma de entender el arte rupestre, entendiendo cambios en todos los aspectos: técnico, estilístico, temático, etc. Permite el surgimiento de un estilo artístico que tiene personalidad propia, pero aún no está definido y es diferente del ciclo esquemático, pero es heredero del mismo. Así lo podemos comprobar en las representaciones estudiadas en La Roca de los Carros o en el motivo de Las Vegas de Coria, que pertenece a esta nueva época del arte rupestre datada entre la Primera y la Segunda Edad del Hierro y cuyo antecedente son las pinturas pintadas y grabadas. Motivos del ciclo esquemático"

“Carros en el Arte Rupestre Extremeño": 1–7: Abrigos V y X de Los Buitres, Capilla (tomado de Bécares, 1994); 8: Vegas de Coria (tomado de Sevillano, 1991); 9: Abrigo de San Juan, San Serván (tomado de León y García-Verdugo, 1983); 10: Sierrapino, Hornachos (tomado de Collado, 2000); 11: Molino Manzánez, Alconchel-Cheles (tomada de Collado, 2006); 12: 'Roca de los Carros', Campanario; 13: El Covacho, Oliva de Mérida. 

[Imagen extraída del artículo «New Representations of “Chariots” in the Rock Art of Extremadura and Some Considerations of the Archaeological Context», de Hipólito Collado Giraldo].

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FUENTES CONSULTADAS:

- “Las Representaciones de Carros de los Buitres (Capilla, Badajoz), en la Cronología del Arte Esquemático Típico”, de  Julian Bécares Pérez.

"Les peintures rupestres schématiques de la Péninsule ibérique. Tomo II, Bassin du Guadiana"  de H. Breuil, y dentro de este tomo, principalmente el "Capítulo III: Las Roches Peintes des Environs de Peñalsordo (Badajoz)".

- "Los carros y las estelas decoradas del Suroeste", de Sebastián Celestino Pérez, 1985. 

- "New Representations of “Chariots” in the Rock Art of Extremadura and Some Considerations of the Archaeological Context", de Hipólito Collado Giraldo.

- "Las estaciones al aire libre con carros grabados de Campanario (Badajoz). Representaciones de la economía en la protohistoria extremeña", de Mª Amparo Aldeoca Quintana y Arturo Domínguez García.

- "O Santuario exterior do Escoural. Sector NE (Montemor-o-Novo, Évora, Portugal)", estudio realizado por Rosa Várela GomezMario Várela Gomes y Manuel Farinha dos Santos.

- "Arte Rupestre Esquemático Pre-Histórico. Nueva Interpretación de los Carros de Remosillo (Olvena, Huesca)" de Manuel Bea. Artículo pulbicado dentro de las "Actas del II Congreso de Arte Rupestre Esquemático en la Península Ibérica, Comarca de Los Vélez, 5-8 de Mayo 2010".

- "Los carros votivos de Mérida y Amorchón. Su significación religiosa", de José María Blázquez Martínez.

- "El Valle del Zújar: un importante enclave para el arte rupestre esquemático en Badajoz", de Mª. Isabel Martínez Perello.

- Página Web: "Estelas decoradas del S.O. de la Península".

- "El relieve ibérico de Almodóvar del Río (Córdoba): La diosa que otorga y regenera la caza", de Ricardo Olmos y Juan Blázquez Pérez.

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