El primero en adentrarse en el laberinto rocoso como turista fue en 1813 el emperador austríaco Francisco I (cuando éste permaneció varias semanas con su corte en la ciudad de Jičín, para negociar con Rusia y Prusia la formación de una coalición antinapoleónica), y de ahí deriva el nombre que toma un pequeño tramo de sendero denominado 'El Corredor o el Pasillo Imperial', dentro de unos de los itinerarios que se pueden realizar por esta 'ciudad de rocas'. Hoy en día "Las Rocas de Prachov" son un imán tanto para el turismo como para los escaladores.
Situación del área protegida de Prachovské Skály (Las Rocas de Prachov)
"El corredor" [Foto cedida por Fernando, compañero de viaje].
Las Rocas de Prachov se alzan en una superficie de 3 kilómetros cuadrados y su peculiar encanto consiste en la impresionante variedad de las formaciones rocosas y en la imaginación popular que dio curiosos nombres a las torres, columnas, pilares y bloques de piedra arenisca. Los turistas pueden contemplar las formaciones rocosas denominadas la 'Aguja' y la 'Gorra de Prachov', la 'Virgen con el Niño' o 'Krakonos', ser mítico de las montañas de Krkonose.
Las rocas a las que llaman la "Aguja" y la "Gorra" de Prachov son los símbolos de Prachovské Skály, además de ser dos famosos objetivos en el mundo de los escaladaroes. Su silueta es parte del logotipo del "Club de Escalada Prachov". El escalador sajón Walter Barth fue la primera persona en alcanzar sus cimas el 20 de agosto de 1929.
En el período cretáceo de la era secundaria, este área de las actuales Rocas de Prachov estaba cubierto por un mar en cuyo fondo se depositaba piedra arenisca, arcilla y marga. Después que el mar se retirara, en la era terciaria penetraron en las capas cretáceas erupciones basálticas. Estas capas cretáceas de piedra arenisca se rompieron formando gigantescos bloques que empezaron a erosionarse por acción del agua y del hielo que modelaron las pintorescas formaciones.
La erosión en la piedra arenisca.
"Fortna" es un estrecho y oscuro pasillo entre rocas en cuyas paredes se ven signos enigmáticos. Una leyenda narra que una banda de asaltantes enterró en dicho pasillo sus tesoros. Los bandoleros fueron capturados, pero su cabecilla logró escapar. Herido de gravedad, se escondió entre los peñascos y barrancos de Prachov. Antes de expirar, confió su secreto a un joven peregrino: Si excavaba en el "pasillo de Fortna" un hoyo guiándose por los signos secretos grabados en la roca, encontraría una asombrosa riqueza. El muchacho no dudó en hacerlo y gracias al tesoro pudo construir un molino cerca de Jičín, cuenta la leyenda.
Estas DOS últimas fotos son de Fernando, compañero de viaje.
El laberinto de las Rocas de Prachov atrajo al hombre desde los tiempos prehistóricos como refugio natural y en sus cuevas encontraba ya abrigo el hombre neolítico a juzgas por la gran cantidad de instrumentos y de fragmentos de cerámica hallados por los arqueólogos. Tiempo después, los eslavos paganos de la tribu de los Charvát que se establecieron en la región transformaron las Rocas de Prachov en una fortaleza; las exploraciones arqueológicas revelaron que los eslavos paganos fortificaron su asentamiento con una muralla de entre 4 y 5 metros de grueso, aunque dicho asentamiento estaba ubicado en una plataforma rocosa, difícilmente accesible; dicho asentamiento contaba con la acrópolis y un cementerio.
Escaladores en las Rocas de Prachov.
Con el advenimiento del cristianismo cambió el modo de vida y los asentamientos sobre las rocas fueron abandonados.
Durante siglos el hombre vino sólo esporádicamente a las Rocas de Prachov, prueba de ello es el laberinto de barrancos rocosos al que llaman "Los Establos", ya que en tiempos bélicos los campesinos guardaban allí el ganado para que no fuera requisado por las tropas.
Totem al inicio del recorrido (foto del compañero Fernando).
Existen dos itinerarios circulares para hacer a pie por esta ciudad de rocas que pueden complementarse. Uno corto marcado en color amarillo, de 1,5 km y otro más largo, marcado en color verde, de 3km. Para el que no tenga prisa, se puede hacer un recorrido de 4-5 km, curioseando por todos los pasillos, miradores, encrucijadas, túneles estrechos y claustrofóbicos que cruzan peñones de rocas a través de sus grietas, bosques, etc... Por otro lado, existe también otro recorrido lineal que atraviesa esta zona prácticamente en línea recta y cuyo trazado está marcado en color rojo.
En unos de los pasadizos entre rocas, con la compañía de Miguel y Natalia.
Podeís ver éstas y otras fotos sobre el recorrido en Prachovské Skály ("Las Rocas de Prachov") con más tamaño y resolución en ESTE ENLACE.
FUENTES CONSULTADAS: ¡¡El texto que aparece en esta entrada del blog está extraído de los artículos que tratan el tema de -Prachovské Skály- en la web de la "Radio Checa - Radio Praga internacional" en su emisión en español]!!.
Después de realizar el recorrido por esta ciudad de rocas, Prachovské Skály, una de las varias que existen en el Paraíso de Bohemia, nos dirigimos a la localidad de Jičín, a unos 6 ó 7 km, y en donde entre otras cosas, resalta su enorme y bonita plaza, con su elevada torre que puede visitarse (en su interior a una exposición de marionetas de todos los tipos y tamaños) para contemplar desde arriba unas inmejorables vistas de esta localidad en 360 grados.
Plaza de Jičín.
La siguientes fotos, con la panorámica total de la plaza de Jičín y las vistas de las dos plazas que se pueden contemplar desde lo alto de la torre, son de Fernando, compañero de viaje.
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