Las andanzas de un lobo estepario extremeño.

Aquí mis batallitas sobre cicloturismo, senderismo, montaña, viajes, naturaleza, música, teatro, ...

"Viajar en bici es hacer más grande el Mundo. Es aprender lo esencial de la vida. Es vivir el presente sobre todas las cosas. El placer del cicloturismo está mucho más en el camino que en el destino, son los medios los que justifican el fin. Durante días, semanas o meses, no necesitas más que lo que llevas a cuestas
" (del artículo: "Con la casa a cuestas", revista: Bike Rutas, Nº 4, 1999)

31 ago 2018

Camino Lebaniego (Cantabria). Día 4: Ojedo - Potes - Monasterio de Santo Toribio - Potes, 8 km + Traslado en bus a Unquera. [24-8-2018]


El Camino Lebaniego ya estaba prácticamente completado, así que hoy más que caminar dedicaría el día al tema 'turístico' y a la transición entre este Camino y el Camino del Norte, para al día siguiente reemprender éste ya en Asturias.

La idea era visitar Potes a primera hora, más libre sus calles y terrazas del ajetreo del turismo, para después ir al Monasterio de Santo Toribio, regresar de nuevo a Potes, comer e intentar buscar un bus por la tarde que me llevara a Unquera, prácticamente en la frontera entre Cantabria y Asturias, donde enlazaría de nuevo con el Camino del Norte para seguir por él unos días más...

Potes queda a un par de kilométros de Ojedo, donde había pasado la noche, así que a eso de las ocho de la mañana deshago parte del camino andado ayer tarde, cruzo de nuevo el puente y continuo por el camino que llevaba ayer, por la otra margen del río, llegando en poco tiempo a mi primer objetivo en el día de hoy.

Potes está ubicada en el centro de la comarca de Liébana, donde se unen los ríos Deva y Quiviesa, rodeada de un espectacular paisaje y situada en la confluencia de los cuatro valles de la comarca, algo que unido a que su centro histórico, aunque reconstruido tras su devastación en la guerra civil, está lleno de callejuelas y caserones que le dan un aire medieval, con puentes y torres que dan fe de su pasado histórico (como las torres del Infantado, actualmente sede de exposiciones, y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV), hacen que sea una villa muy turística a nivel cultural, gastronómico, de naturaleza o de actividades como senderismo o montañismo.





A primera hora el turismo brilla por su ausencia, así que aprovecho para pasear por su plaza, sus tranquilas calles, callejuelas, visitar algún que otro rincón, cruzar sus puentes, y desayunar sin prisas ni agobios antes de continuar andando hasta el Monasterio de Santo Toribio, final de este camino (aunque algunos continúan a partir de aquí, dirección sur, hasta empalmar con el Camino Francés, por el que se conoce como Camino Vadiniense).





Son poco menos de tres kilómetros, en ligera subida, la mitad de ellos o algo más son por un carril de tierra, peatonal, paralelo a la carretera. El carril termina al cruzar la carreta y continuar por camino por las inmediaciones de un camping, hasta enlazar de nuevo con la carretea por la que continúo por el arcén-carril bici, con algo mas de pendiente, hasta llegar al entorno donde se encuentra situado el Monasterio de Santo Toribio.



Llego al “centro de recepción”, me firman la credencial y me dan la “Lebaniega” (similar a la “Compostelana”). Finalizado el trámite “burocrático”, me limito a pasear por los alrededores, visitar el claustro, la iglesia y la capilla barroca donde se encuentra el “Lignum Crucis” (supuestamente el trozo de la cruz donde murió Jesucristo más grande que se conserva).

 "Lebaniega"


Puerta del  Perdón, sólo se abre en los años jubilares (aquellos en los que el 16 de abrirl, frestibidad de Santo Toribio, cae en domingo).

Nave central de la Iglesia del Monasterio de Santo Toribio. De estilo gótico aunque ha sido remodelada en varias ocasiones desde entonces; su  construcción coenzó en 1256.

Hago algo de tiempo hasta las doce, para asistir a la misa de los peregrinos, y como en otras ocasiones que he estado en Santiago, me llevo una decepción, supongo que por la hora que era, ya que esa hora de la mañana es donde se mueve mucho turismo, donde 'desembarcan' autobuses que van haciendo los típicos “tours”, y la iglesia, en plena celebración de la misa, se convierte en una romería, con gente entrando y saliendo a destiempo, teléfonos móviles sonando, o gente que simplemente se dedica a visitar la iglesia en mitad de la misa, a pesar de los carteles que hay en la entrada rogando que no se haga esto... pero da igual... no es cuestión de ser más o menos creyente, católico o cristiano... simplemente se trata de “RESPETO”... tampoco sé si esto es habitual, o si simplemente me encontré en una mañana con bastante afluencia de público para visitar este entorno.

Antes de regresar, visito el mirador de la ermita de San Miguel, con buenas vistas, como las de Potes en el fondo del valle, rodeado de montañas.

 Ermita de San Miguel, a unos 500 metros del Monasterio de Santo Toribio
 La espadaña de la ermita de San Miguel resurgiendo ente las copas de los árboles y las nubes.
 Potes en el fondo de valle, visto desde el mirador de la ermita de San Miguel.

Deshago el camino andando para volver de nuevo a Potes, así que en total hoy unos ocho kilómetros y de forma escalonada. Llego en torno a las dos de la tarde, la hora justa para dar buena cuenta de un “cocido lebaniego”, en una tarde que estaba nublándose por momentos y donde empezaba a correr un poco de aire,más bien fresco, sobre todo sentado en una terraza, en torno a los 20 grados.

El bus hacia Unquera no salía hasta las cinco, así que me daba tiempo a dar otra vuelta por esta villa, por su calles céntricas, repletas de tiendas, restaurantes y ahora, con mucha, mucha gente, antes de sentarme en una terraza y tomar un café.





El bus que me llevaría de Potes a Unquera, circula por la famosa carretera del Desfiladero de la Hermida, así que el recorrido de una hora, o poco más, con paradas incluidas, se hace muy entretenido, vistoso, aunque de camino comienzan a caer algunas gotas de agua, y más adelante, más cerca de la costa, pude ver como había llovido con más intensidad a juzgar por los charcos y carretera mojada... después me enteraría que había estado lloviendo durante casi todo el día por esta zona.

Bajo del bus en Unquera, y como aquí el tema de albergue está crudo, decido continuar andando unos tres kilómetros hasta Colombres, ya en Asturias, para probar suerte en el albergue que hay allí, aunque antes compro algo de fruta en un super para la cena, porque tras el cocido del mediodía, y la poca actividad de hoy, no tenía mucha hambre precisamente, así que tocaría una cena ligera...

Los dos kilómetros que hay tras pasar el puente y dejar las últimas casas de Unquera a la espalda, son por un paseo peatonal, enlosado, en subida, con algún mirador a la izquierda, en una tarde de cielo plúmbeo, después de haber estado lloviendo todo el día y con una temperatura bastante fresca para estar en manga corta.

En el albergue tengo suerte, apenas quedan camas libres, pero consigo una en una habitación de ocho personas, todos franceses menos un español que iba en bici. El albergue tiene otra sección dedicada a temas de campamentos de verano, por eso también hay rondando por allí muchos adolescentes...

Ducha, algo de ropa de abrigo, y a dar una vuelta por esta villa declarada bien de interés cultural en la categoría de conjunto histórico en agosto del 2013, en gran parte debido a la numerosas casas con arquitectura indiana con la que cuenta.

Tras el corto paseo, me siento en una terraza para escribir unas notas en el diario mientras me tomo un par de cervezas y de vuelta al albergue, ya de noche y con las luces encendidas, solo hay tiempo para una cena rápida antes de irme a la cama a descansar, con la idea de reemprender Camino del Norte mañana, ya en tierras asturianas, donde espero encontrarme con más caminos y menos asfalto, que de eso ya hay bastante en Cantabria, por desgracia, porque en esta comunidad autónoma más que “Camino del Norte” se debería llamar la “Carretera del Norte”.

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1. Para ver una selección de fotos del Camino Lebaniego, realizadas con el móvil, podéis hacer clic en ESTE ENLACE.
2. Podéis ver un vídeo de 10 minutos, realizado con el móvil en ESTE ENLACE.

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