Las andanzas de un lobo estepario extremeño.

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"Viajar en bici es hacer más grande el Mundo. Es aprender lo esencial de la vida. Es vivir el presente sobre todas las cosas. El placer del cicloturismo está mucho más en el camino que en el destino, son los medios los que justifican el fin. Durante días, semanas o meses, no necesitas más que lo que llevas a cuestas
" (del artículo: "Con la casa a cuestas", revista: Bike Rutas, Nº 4, 1999)

5 oct 2025

Senderismo: Circular por el Cerro del Hierro (P.N. de la Sierra Norte de Sevilla).

Ruta circular por el entorno del Cerro del Hierro, en pleno P.N. de la Sierra Norte de Sevilla, con inicio y fin en la plaza del minero del poblado aledaño a este Monumento Natural, donde la última parte del recorrido transcurre de lleno por los típicos túneles y laberintos del interior de la mina. Una ruta corta, de unos 9 km, pero sin duda muy entretenida, bonita, vistosa y donde siempre se aprende y se descubren cosas o detalles nuevos, y eso que son ya bastantes las veces que he estado por allí, incluso mucho antes de ser declarado Monumento Natural, cuando residía en Sevilla y me enseñaron por primera vez este entorno, sin restricciones, allá por 1995, donde ya los escaladores se encaramaban a las paredes como salalamanquesas.

La ruta la realicé con los compañeros de ASTOLL, que iniciaban la temporada tras el parón veraniego;  al ser una ruta cercana y con el personal con ganas de salir a caminar, al final se juntó un grupo numeroso, entorno a las 50 personas, si bien es cierto que una vez dentro de la mina nos dividiríamos en dos grupos para dos alternativas diferentes, una suave pero atractiva y otra no menos atractiva pero para gente acostumbrada a transitar por todo tipo de terrenos o por decirlo de otra forma, un recorrido con un poco más de “aventurilla”, aún así, grupo muy numeroso para transitar entre los estrechos callejeones y túneles de la mina, lo que hizo que el tiempo empleado para realizar la ruta casi se duplicara.

A diferencia de la ruta que se hizo por este entorno en la última ocasión  con ASTOLL, donde se salió del poblado en dirección sur y utilizando tramos de la “Ruta del Rebollar”, saldríamos hacia el norte, haciendo la ruta circular en el sentido de las aguas del reloj.

La plaza del minero  era el punto de partida de la ruta, saliendo del poblado en dirección norte como he comentado, dejando a un lado antiguas instalaciones de una antigua fábrica y lavadero de mineral, continuando durante un corto tramo paralelo a la Vía Verde de la Sierra Norte, que es un ramal del antigua línea ferroviaria  que unía Zafra-Sevilla con las minas del Cerro del Hierro, por el que se transportaba el mineral extraído.

No tardamos mucho en dejar el cómodo camino para continuar por una senda más elevada,  transitando por una especie de dique formado por las escombreras que servían para retener los residuos provenientes del lavado del mineral, formando unas charcas en las que tanto en ellas como en sus alrededores, la naturaleza se ha abierto paso de nuevo y a inundado de vegetación toda esta zona, otrora totalmente erosionada y desbastada por la explotación minera, al igual que ocurrió con la Mina la Jayona, declarada también Monumento Natural en Extremadura.

La senda que transita por esta especie de dique de contención de estas antiguas charcas artificiales, está muy difusa, irregular, con mucha vegetación, lo que la hace muy entretenida para la actividad senderista.

Tras este tramo corto en el que transitamos bordeando las antiguas charcas, tomamos un desvío a la izquierda, bajando del dique, para seguir de nuevo por senda tortuosa, por zonas en umbrías, de nuevo envueltos entre vegetación y encinas, en tramos de sube y baja, con firme irregular pero con un recorrido que sigue siendo interesante y agradable de  recorrer, en donde el grupo camina estirado en una larga fila india.


El sendero desemboca en un camino que pasa por zonas repobladas con distintas especies de Quercus (encinas y alcornoques principalmente) y tras un par de repechos sucesivos salimos de esta zona más boscosa a otra mucho más abierta, continuando por un camino-pista más ancho y cómodo que bordea toda la zona minera que queda a nuestra derecha, teniendo ya a la vista una zona kárstica con sus típicas chimeneas y pasillos.

Continuamos unos metros por este amplio camino antes de abandonarlo en un desvío a la derecha, para seguir por una bonita y tortuosa senda, difusa en algunos puntos, casi perdida entre la vegetación, que nos conduce de lleno al corazón de la mina, al interior de la zona kárstica, llena de pasillos, laberintos y túneles, todo envuelto en una espesa vegetación, para llegar a lo que llaman el “laberinto de las maravillas”.



Llegamos a la intersección entre la salida del tramo de túneles del nivel-2 y las escaleras que bajan hacia la derecha, al callejón del nivel-1 que acaba desembocando en un camino exterior que circunvala la mina. 


Tramo de túneles en el nivel-2.

Nosotros giramos a la izquierda, para adentrarnos en el conocido tramo de sucesión de túneles, para salir a un espacio más abierto desde el cual se puede acceder en una ligera bajada, a la “Cueva del Ocre”, siendo éste un tramo corto, lineal, de ida y vuelta.



Cueva del Ore

Estamos en el nivel-2 de la mina, y desde este punto continuamos por la senda-camino que en ligera bajada conduce al nivel-1, pasando por el arco de piedra, tomando las precauciones necesarias. ya que es una zona donde puede producirse algún desprendimiento de roca y el grupo es numeroso. 

Reagrupacimiento y algunas explicaciones, antes de pasar por el arco de piedra... unos metros más adelante nos dividiríamos en dos grupos para las dos alternavtivas previstas en el final de la ruta.

Aquí es donde el grupo se dividirá en dos: los que continuarán hacia el nivel-1 visitando el tramo de túneles de este nivel y saliendo después por el recorrido habitual hacia el “Mirador del Mina”, y los que se desviaran para subir tras un corto pero duro repecho al nivel-3, menos conocido y por tanto menos transitado, y más apropiado para los que quieren un poquito más de aliciente, para aquellos que son “todoterrenos”.


Como de la parte del nivel-3 solo tenía un vago recuerdo, decido hacer éste, subiendo unos metros de corto pero fuerte repecho, aunque seguimos siendo un grupo numeroso y para moverse por aquí… en fin, que se producen los típicos atascos.

Ya arriba, una senda con bastante vegetación, flanqueada por altas paredes calizas en las que encontramos encaramadas a grupos de escaladores repartidos por zonas, hacen que en todo el trayecto por este nivel superior vayamos en completa umbría.

Hasta aquí es lo que conocía, hasta esta zona de escaladores, porque mucho tiempo atrás había subido y bajado por el mismo sitio, pero nosotros continuamos hacia delante, por corredores o pasillos entre las paredes de rocas en las que en algunos tramos se acrecienta la sensación de estrechez por la vegetación rupícola y por la que crece a ambos lados de la senda, en un tramo sencillo y agradable de recorrer; después vendrán un tramo con algunos obstáculos que hacen el recorrido más divertido y entretenido, como repechos resbaladizos por el barro o la hojarasca muy húmeda o rocas taponando el recorrido y que habría que solventar utilizando las manos y pies para pasar por encima de ellas.

En la parte final se baja primero hasta el nivel-2, avanzando unos primeros metros con precaución, porque hay a la derecha de la senda una caída de varios metros y después continuando varios metros por una tortuosa senda con fuerte desnivel, envueltos en una zona boscosa y en la que para evitar algún que otro resbalón, sobre todo si está el terreno húmedo, podemos apoyarnos en los troncos, ramas y arbustos que hay junto a la senda.

Tras este interesante, para mi gusto, tramo de senda en descenso, nos encontraríamos de nuevo en lo que sería el nivel-2, donde hay varias opciones, pero finalmente decidimos por la hora que era, bajar por las escaleras acondicionadas hasta la salida de la mina y coger el camino que a los pocos metros desemboca en el “Mirador de la Mina”, dejando antes a la izquierda, las ruinas de una antiguo  cargadero de mineral.

En el mirador, la típica foto del grupo que optamos por esta opción de recorrido, mientras que el resto de la “tropa”, los que optaron por hacer la otra ruta, ya estarían en el poblado dando cuenta de unas cervezas. 

Desde aquí toca seguir un corto tramo de senda y camino, de apenas un kilómetro, hasta llegar al poblado minero, punto final de recorrido, dejando el parking y las “Casas de los Ingleses” (donde una de las casas fue rehabilitada y se utiliza actualmente como centro de interpretación), a  a la izquierda.

Terminada la ruta, tocaban unas cervezas y el piscolabis de turno con los compañeros, comentado esta corta pero atractiva y diferente ruta que nos habían preparado nuestros compañeros de San Nicolás del Puerto, buenos conocedores de todo este entorno. 

El track que hemos seguido, sólo a nivel orientativo, es el de ESTE ENLACE.  

Todas las FOTOS que aparecen en esta entrada son del compañero de ASTOLL, Juan Sevilla, al que desde aquí le doy las gracias.

Podéis ver en ESTE ENLACE  otras fotos que tomé en otro recorrido que realicé años atrás.

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