Las andanzas de un lobo estepario extremeño.

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"Viajar en bici es hacer más grande el Mundo. Es aprender lo esencial de la vida. Es vivir el presente sobre todas las cosas. El placer del cicloturismo está mucho más en el camino que en el destino, son los medios los que justifican el fin. Durante días, semanas o meses, no necesitas más que lo que llevas a cuestas
" (del artículo: "Con la casa a cuestas", revista: Bike Rutas, Nº 4, 1999)

13 sept 2025

Tour del Mont Blanc (TMB) - ETAPA 6ª: Refugio de la Balme (FR) - Refuge de Tré de la Tête - Les Contamines – Refugio du Truc (FR).

En la etapa de hoy, según la reunión que tuvimos la tarde anterior, íbamos a realizar una de las alternativas contempladas en el TMB, y es que en lugar de seguir el amplio y casi rectilíneo carril por el centro del valle, en bajada, hasta llegar al pueblo de Les Contamines,  pasando por la coqueta (por las fotos que había visto) Iglesia de Notre Dame de la Gorge, que es por donde va el itinerario oficial, realizaríamos una alternativa marcada, un poco más larga y más exigente físicamente, pero a buen seguro que prometía ser mucho más interesante y atractiva.

Tras el desayuno nos ponemos en marcha, entre las 8-8:15 y como siempre fresco a primera hora de la mañana donde apetece llevar manga larga, si bien el día prometía ser caluroso al igual que ayer.

Hacemos dos kilómetros iniciales en ligera bajada por el carril por el que ayer tarde, tras la cena, estuvimos dando el paseo, y aunque las vistas del valle desde el centro de éste son bonitas con las montañas y los bosques circundantes, el carril en sí me parece un tanto insípido y aburrido.

Tras este tramo inicial nos desviamos a la derecha por un camino, dejando el carril, cruzando un pequeño prado y un pequeño y espartano puente de madera que salva las aguas del torrente que baja de la montaña, el “Le Bon Nant”, que pasa también por el pueblo de Les Contamines.

A partir de aquí nos introducimos de lleno en el bosque, por una bonita senda prácticamente llana, pasando por un algún pequeño claro en el bosque donde hay alguna granja-aldea.

Continuamos el bonito recorrido, sin dificultad, inmersos en el bosque, hasta que comenzamos a escuchar un fuerte estruendo provocado por el agua de una cascada encajonada entre las rocas que cae sobre una poza, en una zona envuelta entre arboleda y vegetación, en completa umbría, un sitio bucólico en el interior del bosque de “La Laya”, es la cascada de “Combe Noire” (¿valle negro?).

Es justo a partir de esta cascada, cuando el recorrido cambia por completo, toca una fuerte subida de poco más de dos kilómetros en los que hay que salvar unos 500 metros de desnivel, hasta llegar al refugio Tré la Tête, por senda tortuosa que nos hace ir en fila india, muy irregular, tanto por las ramas del bosque tupido por el que transitamos, como por los escalones a modo de rocas, pero el esfuerzo físico merece la pena, tanto  por el entorno en el que caminamos como por  las panorámicas que nos deja ver la arboleda en algunos de sus claros, admirando desde una posición mas elevada las vistas del valle de Montjoie y la vertiente opuesta a la nuestra, totalmente bañada por el sol, donde se encuentra el Mont Joly, en una zona que en invierno, gracias a su estación de esquí, es muy transitada por los esquiadores, pero es que tanto el pueblo como el valle en su conjunto, constituyen una fuente inagotable de actividades deportivas: pistas de esquí, esquí de fondo, marchas con raqueta, trineos tirados por perros, escalada en hielo o en roca, senderismo de media y alta montaña, parapente, etc.




Tras esta exigente subida llegamos a una especie de collado, un aclarado en bosque donde se encuentra el refugio Tré la Tête, que al igual que otros muchos cuenta con una terraza-mirador, donde paramos a descansar y a tomar un café, y mirando  hacia abajo, contemplamos el fondo del valle en el que se asienta el pueblo de Les Contamines, a donde nos dirigiríamos más tarde,  a los pies del Mont Joly.


Un buen lugar para relajarse y descansar un poco mientras me tomo un café sentado en una de las mesas merendero de la terraza y contemplo las vistas. Desde allí se puede ver también el Col de Tricot (2.120 m) por el pasaremos al día siguiente en la última etapa.

Tras unos 40 minutos de parada, nos ponemos de nuevo en marcha, iniciando el descenso hasta Les Contamines, que aunque son apenas 4,5 km, se acaba haciendo un poco largo. 

A penas unos metros caminados y ya nos vemos inmersos, engullidos, por el espeso bosque.  Transitamos en general por senda cómoda aunque con algunos tramos irregulares, bajando un fuerte desnivel de 770 metros en los 4,5 km hasta llegar al pueblo.

La parte final hasta llegar a las primeras casas de Les Contamines es un trazado sinuoso, con muchos zig-zags, siendo en general un recorrido interesante y poco aburrido.

Llegamos a Les Contamines (de apenas 2.000 habitantes), sobre las 13:30. La idea era buscar un supermercado donde comprar provisiones para comer hoy y para el día siguiente, aunque algunos compañeros irían directamente a comer a un restaurante.

Tuvimos que andar un buen trecho debido a la disposición alargada, adaptada al valle, que tiene el pueblo.

Tras comprar las provisiones la idea era ir a una zona verde junto a la iglesia donde hacer la parada para comer el bocata, pero como estaba en obras, finalmente nos asentamos en una zona de sombra junto al mismo supermercado donde habíamos realizado la compra, huyendo del sofocante calor que había en el fondo del valle y a estas horas donde la temperatura llegaba a sus máximos.

Una vez todo el grupo junto, nos volvemos a poner en marcha, pero francamente, no había ganas de continuar; recién comido, con mucho calor y para colmo, tocaba afrontar la última parte de la etapa  en franca subida, hasta llegar al refugio du Truc.

Continuamos cruzando longitudinalmente el pueblo hasta llegar a la iglesia, donde abandonamos la carretera que atraviesa el pueblo para seguir cruzándolo a lo ancho, comenzando ya la subida, por asfalto, mientras  seguimos callejeando.

A la salida del pueblo hay una especie de habitáculo para refugiarse tanto del calor estival como del frío o la nieve en invierno, junto a una fuente donde paramos a repostar.

La subida, al dejar atrás las últimas casas del pueblo, comienza con un kilómetro de pista ancha, insulsa y aburrida, aunque por suerte con muchos tramos de sombra porque rápidamente nos vemos envueltos entre la arboleda, en la que me cuesta mucho coger el ritmo después de la última larga bajada, del parón para comer y con el calor que hacía.

Comenzamos a encontrarnos de nuevo con gente haciendo el TMB, ya que hoy, al elegir el trazado alternativo, apenas nos habíamos encontrado con nadie durante el recorrido, pero a partir de Les Contamines, el trazado es el mismo para todos.

Al cabo de un kilómetro, dejamos por fin la aburrida pista para coger una senda a la derecha, muy entretenida y bonita, que se adentra de lleno en el bosque, empinándose la subida mucho más, y caminando entre las raíces de los árboles, en un recorrido con mucha sombra pero donde  sigo sin encontrar el ritmo y me cuesta mucho seguir al grupo de compañeros que va por delante.

Es un tramo de senda, muy agradable y bonita pero exigente, que lo que hace es acortar el recorrido que sigue la pista dando un vuelta más larga, porque en algo menos de un kilómetro volvemos a salir a la misma pista, que si bien está inmersa en una masa forestal, lo cierto es que a mi me resulta un poco aburrida.

Toca otro tramo de un kilómetro para llegar al límite del bosque que estábamos atravesando, al que le sucede una zona abierta, de prados, donde se encuentra el espartano refugio du Truc, situado en lugar con unas maravillosas vistas en 360 grados. 

Frente a nosotros, nada más salir del bosque, ya se encuentra el tramo de cordillera del Mont blanc, donde volvemos a ver sus cimas blancas y los glaciares, mientras que a nuestra espalda, se alza el Mont Joly.



Al refugio llegamos en torno a las cuatro, en una tarde soleada, con temperaturas altas para lo que es esta zona, y como digo, se trata de un refugio pequeño, que aunque situado en un bonito lugar con unas panorámicas que no te cansas de mirar, lo cierto es que como he comentado es muy espartano, sobrio… no hay duchas y los servicios están separados, uno a más de 100 metros, el que se utiliza por el día, y el otro, algo más cerca, para utilizarlo por la noche… pero vamos, ¡que no están como para un aprieto!... junto a la entrada de la habitáculo donde se duerme, hay unos lavabos, donde por lo menos puede uno asearse un poco…

Nuestras campeonas al llegar al refugio du Truc.
 
Foto de grupo en los alrededores del refugio du Truc.

Tarde despejada, vistas magnificas, así que tocaba tomar unas cervezas sentados en las mesas merendero mientras tenemos esta bonita panorámica, a modo de postal frente a nosotros, con el col de Tricot por donde tendríamos que subir mañana a primera hora, las Aiguille de Tricot (3.665 m) y de Bionnassay (4.052 m.), el Glaciar de Miage (en esta vertiente con hielo, al contrario que en la vertiente italiana) o Dômes de Miage (3.676 m), donde incluso pudimos ver en directo, atónitos, dos pequeñas avalanchas en cuestión de poco tiempo ¡uf, suerte no estar debajo y poder verlas desde fuera!… aunque la verdad es que no es de extrañar lo de la avalanchas o desprendimientos con las altas temperaturas de estos dos días para lo que se acostumbra, o al menos se acostumbraba en esta zona.

Antes de la cena, y para aprovechar el tiempo, tocó la habitual charla sobre la etapa del día siguiente y sus pormenores, con el mapa desplegado sobre una de las mesas merendero, y en donde la mayor dificultad o exigencia física estaba prácticamente al principio, en la subida al Col de Tricot, aunque la haríamos a primera hora, con la fresca y con gran parte de la subida aún en umbría.

Col de Tricot, visto desde el mirador cercano al refugio du Truc.

Tras la cena, siembre entre 7 y 7:30 de la tarde, algo a lo que ya se iba acostumbrando uno, la mayor parte del grupo fuimos a dar un paseo, hoy mas corto y algo más tarde, por el camino que cogeríamos al día siguiente, hasta llegar a un mirador y vuelta para atrás, porque al refugio ya llegamos en penumbra.

El Mont Joly visto desde el refugio du Truc al caer la tarde...

Llegando en penumbras al refugio du Truc tras el paseo después de la cena.

Aunque la mayoría se fueron directos al saco, tampoco es que hubiera mucho que hacer por allí, ya noche cerrada, me quedé fuera con otro compañero, bien abrigaditos, porque en cuento cae el sol la temperatura baja en un suspiro. La razón de quedarnos fuera era porque esa noche había luna llena, y esperábamos poder verla aparecer tras las montañas y hacer alguna foto, pero a las 22:30 aún no había hecho acto de aparición, así que nos fuimos para dentro a dormir, que mañana será otro día… el último.

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Datos de la etapa: Distancia:  15.11 km - Desnivel positivo: 1.140 m. - Desnivel negativo:  1.126 m.

Track: Haciendo clic AQUÍ

Nota: Las fotos que aparecen en esta entrada del blog son de los compañeros de ruta (GRACIAS), exceptuando alguna que otra foto propias. 

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