Las andanzas de un lobo estepario extremeño.

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"Viajar en bici es hacer más grande el Mundo. Es aprender lo esencial de la vida. Es vivir el presente sobre todas las cosas. El placer del cicloturismo está mucho más en el camino que en el destino, son los medios los que justifican el fin. Durante días, semanas o meses, no necesitas más que lo que llevas a cuestas
" (del artículo: "Con la casa a cuestas", revista: Bike Rutas, Nº 4, 1999)

12 sept 2025

Tour del Mont Blanc (TMB) - ETAPA 5ª: Refugio Les Mottets (FR) - Col des Fours - Col de la Croix du Bonhomme - Col du Bonhomme – Refugio de la Balme (FR).

El desayuno tempranito, como siempre, al igual que las cenas, así que sobre las 8:30 o incluso antes, ya estábamos saliendo del refugio... y es que hoy deberíamos aprovechar las primeras horas del día para quitarnos lo antes posible la larga y dura subida, ya que para hoy estaba prevista un aumento de las temperaturas y durante la ascensión el sol pegaría de lleno ya que no hay ningún tramo de bosque, de sombra. Una vez arriba podríamos entretenernos más ya que en las zonas altas, por encima de los 2.500 metros la temperatura baja.

Salimos del refugio continuando la senda que traíamos el día anterior, descendiendo de forma suave por el  Valle de Chapieux durante un kilómetro y medio, momento en el cual giramos a la derecha cruzando un pequeño puente para salvar las frías aguas del  río  “Torrent des Glaciers”, en el punto en el que se alcanza la altitud mínima durante el recorrido de esta etapa, 1.710 m., para unos metros más adelante, llegar a la aldea de Ville des Glaciers, donde ya comienza en serio la subida por cómoda senda, entre prados de montañas, con el fondo de las montañas del macizo.


Salimos del refugio continuando la senda que traíamos el día anterior, descendiendo de forma suave por el  Valle de Chapieux durante kilómetro y medio

Tras un tramo con algún que otro zig-zag continuamos un largo tramo en línea recta, subiendo progresivamente por uno de los lados de la montaña por la que transitamos, paralelos al arroyo “Ruisseau de Tuf”, que nos queda a la izquierda.

Es precisamente al cruzar este arroyo y continuar ascendiendo por el otro lado, cuando hay un tramo duro de unos 400 metros en los que salvan más de 100 metros de desnivel, hasta llegar a una especie de collado, el único respiro de la subida, en una zona de prados, donde aprovechamos para hacer una parada y reagruparnos.



Durante todo este tramo de subida, al echar la vista atrás, podemos contemplar el Valle de Chapieux por el que bajamos ayer desde el Col de la Seigne, con lo que tenemos una perspectiva  general de la última parte de la etapa de ayer; en la parte izquierda del valle, desde donde lo estábamos observando,  se eleva el Mont Tondu (3.196 m), sobresaliendo entre el resto de montañas, siendo el único pico que vemos con nieve desde nuestra posición, sobre todo en su parte más alta y en la vertiente norte, porque la vertiente sur, la que da al Valle de Chapieux, no tiene, apareciendo la montaña desnuda.



Continuamos la marcha tras la breve parada, siguiendo unos metros más por esta zona de falso llano donde se va produciendo una transición progresiva, la vegetación y los verdes prados van dando paso a un terreno completamente desnudo, yermo, árido, pedregoso, con el último escalón a subir, al último esfuerzo, el más duro, porque en el escaso último kilómetro hay que subir más de 200 metros de desnivel, transitando paralelos y cercanos a una pared rocosa vertical que nos queda a la izquierda, por encima de la cual vemos sobrevolar algunos buitres leonados.



Durante toda la subida y lo que quedaba de etapa, y al igual que el resto de días, continuamos viendo gran cantidad de personas haciendo el TMB en ambos sentidos y no me canso de repetir a los compañeros que no me esperaba ver tanto personal, ni por asomo, haciendo la ruta… en algunos tramos de esta subida, cuando paras y levantas la vista, ves una hilera de personas en fila de a uno, hasta donde llega la vista, como si fueran hormiguitas.

Al llegar al Col des Fours (2.685 m), que es el punto más alto del recorrido completo del TMB, nos encontramos con un pequeño nevero y con mucha gente que se encuentra sobre la rocas que quedan a la derecha del collado, descansando, comiendo y disfrutando de una estupendas panorámicas a una y otra vertiente, tanto por la que hemos subido (en la que como he comentado antes se puede ver la última parte de la etapa ayer desde el Col de la Seigne al refugio des Mottets, y de el recorrido de la subida realizado en esta etapa, con el Mont Tondu coronando todo y al que ahora tenemos mucho más cerca)... como por la vertiente por la que tendremos que bajar un poco más tarde, porque una vez arriba, aprovechamos para hacer lo que hace el resto de personal, descansar después del último y más duro repecho que pone el broche final a la larga subida de unos 5 km en los que se ascienden 900 metros. 

Vistas hacia la vertiente del  Col de la Croix du Bonhomme desde el Col des Fours.
 

Vistas desde el Col des Fours, de la zona por la que hemos realizado la subida, con el Col de Seigne (frontera italo-francesa) al fondo, por el que descendimos en la etapa anterior hacia el refugio de les Mottets. A la izquierda, siempre bien visible durante esta primera parte de la etapa, el Mont Tondu

El Mont Tondu en primer plano.

Buscamos las paredes rocosas para ponernos al refugio del viento que sopla frío a esta altura, incluso tenemos que abrigarnos. Aprovechamos para un piscolabis y relajarnos con la vista puesta en el entorno que tenemos en todo nuestro alrededor.

Nuestra compi Arantxa en el Col des Fours.
 
Col des Fours... aprovechando para ponernos manga larga y tomar un piscolabis, buscando el refugio de las rocas para protegernos del viento.

Íbamos bien de tiempo y ya nos habíamos quitado del medio la subida, eludiendo las horas de más calor, aunque nos tocaría sufrirlo más tarde, en la larga bajada desde el Col du Bonhomme, tanto por la hora como por la temperatura, que iría subiendo conforme fuéramos bajando por el valle hasta llegar al refugio de la Balme, pero al menos esto ya sería en bajada, algo que no implicaba tanto esfuerzo físico.

Tras el piscolabis y el descanso, nos ponemos en marcha para continuar por un breve tramo suave descenso en general, con senda cómoda, hasta llegar al Col de la Croix du Bonhomme, donde se gira a la derecha para continuar el recorrido, aunque nosotros hicimos un pequeño desvío de ida y vuelta, en total unos 600 metros, para visitar el refugio del mismo nombre que el collado, donde paramos para tomar algo, ya que como he comentado antes, íbamos bien de tiempo, y así disfrutar también de las vistas que se tienen desde él, situado como otros, en una especie de balcón natural con buenas vistas al  valle que va a dar a la región natural de Beaufortain o País de Beaufort, en la Saboya francesa y que da nombre al típico queso de esta zona.

Bajada al Col de la Croix du Bonhomme desde el Col des Fours

 

Mis compis Fran y Eli en el Col de la Croix du Bonhomme

 

 Pequeño desvío de ida y vuelta entre el Col de la Croix du Bonhomme y el refugio del mismo nombre.

 

Vistas desde el refugio de la Croix du Bonhomme.

Volvemos al  al Col de la Croix du Bonhomme y de ahí en un tramo de transición con una senda que cambia, más propia de alta montaña, pedregosa, con firme irregular, con tramos de sube y baja, pero que resulta muy entretenida, con buenas vistas siempre a nuestra izquierda.

En el Col du Bonhomme, donde hay una gran explanada, encontramos de nuevo gente desperdigada, bien comiendo o bien realizando el recorrido en uno u otro sentido. 

En este collado buscamos un sitio elevado, aunque no muy cómodo, con buenas panorámicas, donde realizaríamos una parada un poco más larga, aprovechando para comer el bocata antes de afrontar el último tramo de la etapa, ya que desde allí es donde se puede decir que comienza la bajada definitiva hasta el refugio de la Balme, situándonos en el interior de la reserva natural de Contamines-Montjoie, como ya habíamos visto y leído en algunos de los paneles informativos que se encuentran en el refugio de la  Croix du Bonhomme.

Desde el Col du Bonhomme, ya tenemos una buena perspectiva de la bajada que nos esperaba por el  Valle de Montjoie, en una zona donde al principio no hay ninguna sombra, el sol pega de lleno y el recorrido transita por una senda con muchos zig-zag, árida y pedregosa, entremezclando tramos de fuerte desnivel de bajada con otros muchos más suaves y que como suele pasar, a medida que se va bajando por el valle, sobre todo ya cerca del refugio, aparecen los cursos de agua, la vegetación y la arboleda.


La senda no permite levantar la vista del suelo por lo irregular que es, con mucha piedra suelta, pero en cualquier breve parada que se haga, se puede ver el fondo del valle, en el horizonte, con prados y bosques de coníferas, con el pueblo de Les Contamines al fondo, a los pies del Mont Joly (2.525 m) que queda a la izquierda.


En la bajada acabamos dividiéndonos en dos grupos, porque al igual que en la subida, en las bajadas pedregosas o irregulares cada uno va a su ritmo, además que no había pérdida, solo era seguir la senda hasta encontrarnos junto a ella el refugio de la Balme, a 1.706 m, al pie de la Aiguille de la Pennaz (2668m), y por el que, además del sendero del TMB que es el que estamos realizando, pasan también otros como el GR5, el Tour du Beaufortain o el Tour du Pays du Mont-Blanc, así que entre las 15:00 y las 15:30 horas cuando llegamos, la terraza del refugio, con sus mesas merenderos y bancos corridos, situados bajo sombrillas para proteger al personal del sol, estaba literalmente “hasta la bola” con gente comiendo, pero sobre todo bebiendo cerveza en un día muy caluroso, el que más de los cinco días que llevábamos, y la mayor parte de los que estaban allí no se quedaban en el refugio, sino que estaban de paso, porque una hora después, tras la ducha y colada correspondiente, apenas quedaba gente en la terraza, a excepción de nosotros y algunos más que se quedaban en el refugio.

Sobre las 17:30, ya todos duchados y con la colada hecha, aprovechamos para tomar unas cervezas en la terraza con mucha mayor tranquilidad, nada que ver a cuando llegamos, y de paso, aprovechamos también para la reunión diaria donde el ‘jefe de ruta’ comenta los pormenores de la etapa del día siguiente sobre un mapa con el recorrido del TMB desplegado sobe la mesa.

La cena tempranito, como siempre, entre siete y siete y media, donde entre otras cosas pudimos probar porciones de algunos de los quesos de la zona, terminando con un rico dulce casero.

Tras la cena y al igual que la tarde anterior, unos se fueron a leer o escuchar música, y otros nos fuimos a dar un paseo muy tranquilamente, de ida y vuelta, por lo que sería el inicio de la etapa de mañana, viendo que al otro lado del camino, frente al refugio, a unos 200 metros, se encontraba una explanada con zona libre para vivac, donde llegué a contar por lo alto unas treinta tiendas de campaña, con gente que supongo, se encontrará realizando algunas de las rutas que pasan por esta zona y no tienen plaza en los refugios, sobre todo si no se hace con mucha antelación, por la cantidad de gente que hay, al menos en el mes de agosto.

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Datos de la etapa: Distancia:  14,16 km - Desnivel positivo: 952 m. - Desnivel negativo:  1.107 m.

Track: Haciendo clic AQUÍ

Nota: Las fotos que aparecen en esta entrada del blog son de los compañeros de ruta (GRACIAS), exceptuando alguna que otra foto propias. 

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