Durante esta etapa, hasta llegar a los alrededores del Col de Montets, transitaremos por el macizo de las Aiguilles Rouges (Agujas rojas), el cual debe su nombre al color característico de la roca, producto de la oxidación del hierro sobre el ‘gneis’ (una roca metamórfica foliada compuesta por los mismos minerales que el granito), y durante el recorrido por su cara este, es desde donde posiblemente se tienen las mejores panorámicas del macizo del Mont Blanc, así como de muchas de sus emblemáticas cumbres y glaciares.
Avanzamos lentamente porque vamos haciendo bastantes paradas para contemplar las majestuosas vistas del macizo del Mont Blanc con su cumbres nevadas y las nubes tocando en unos casos, ocultado en otros, sus cimas más emblemáticas y éste es el único PERO que pudimos poner al recorrido, el de no poder ver desde este lado la cima del Mont Blanc al estar cubierta, aunque en otras etapas la veríamos más de cerca, ya en territorio italiano.
Con apenas 4 km recorridos, llegamos al Lac Blanc, donde hacemos una parada para merodear por los alrededores del refugio y de los dos lagos, teniendo el placer de disfrutar de las vistas de algunas de las cimas nevadas del macizo del Mont Blanc reflejadas en el espejo de las tranquilas aguas de este lago glaciar situada a 2.350 m.
Si durante este corto primer tramo, con apenas 300 metros de desnivel positivo, no nos habíamos encontrado con excesiva gente, al llegar al Lac Blanc me quedé bastante sorprendido de la cantidad de personal que había en los alrededores de los lagos y del refugio, aquello parecía una auténtica romería, y por suerte o por desgracia, esta sería la tónica dominante durante todo el tour al macizo del Mont Blanc (TMB), muchísima gente haciendo este trekking, algo que no me esperaba ni por asomo, llega a ser casi desbordante en algunos tramos, sobre todo en este mes de agosto y en estos días en los que la climatología ha acompañado.
Nos ponemos en marcha de nuevo, dejando el refugio a nuestra espalda y ahora todo en fuerte descenso hasta nuestro destino final en el pequeño pueblo de Le Tour, cerquita ya de la frontera con Suiza; son nada más y nada menos que más de 1.200 metros de desnivel en bajada que van de menos a más.
Nada más empezar ya tenemos un fuerte desnivel, que en parte se salva con un tramo vertical de escalera de metal anclada/atornillada a la roca, y que forma un pequeño tapón/atasco entre los que intentan subir y los que intentan bajar, así que no quiero ni pensar lo que será el llamado tramo 'infame' de escaleras, una zona con sucesivos tramos de escaleras de metal en vertical, al igual que la única que nosotros bajamos, en donde se puede perder bastante tiempo por el cuello de botella que supone y en donde parece ser que hay que armarse de paciencia.
Por suerte, nosotros elegimos una alternativa para evitar ese tramo, dirigiéndonos hacia el Col de Montets.
Una vez que dejamos atrás el refugio y la escalera, continuamos en perpendicular hacia el valle, en fuerte descenso, hasta llegar a la zona de los Lagos Chéserys, teniendo frente a nosotros un magnífico primer plano del macizo del Mont Blanc, del que solo nos separa el estrecho valle de Chamonix, con una panorámica de aspecto invernal que nos resulta espectacular y sobrecogedora.
Bordeamos uno de sus lagos y cambiamos de dirección para seguir ahora por la ladera de la montaña, paralelos al valle, en un tramo más suave, transitando por un bonita senda y siempre con las fantásticas vistas a nuestra derecha de la que no quitamos ojo y que nos atraen como si fuera un imán.
Al llegar a una especie de altiplano, justo antes de comenzar el descenso final y el tramo con más desnivel, donde hay que bajar algo más de 600 metros en apenas 3 km, realizamos una parada para un piscolabis mientras sentados, mirábamos absortos y con la boca abierta las inmejorables y bonitas panorámicas que teníamos frente a nosotros, en lo que sin duda alguna, son las mejores vistas de este macizo, objetivo de nuestro trekking, que se pueden disfrutar en todo el recorrido, sin menospreciar, ni mucho menos, otras panorámicas que pudimos disfrutar en otros puntos concretos del recorrido circular.
Tenemos una sensación irreal de la distancia que nos separa de este blanco macizo montañoso que como he comentado antes, parece que está al alcance de la mano, regodeándonos con algunas de las cimas y paredes míticas de la historia del alpinismo, con las lenguas de hielo de los glaciares derramándose entre sus laderas como si fuera la lava de un volcán.
Nos ponemos en marcha de nuevo para afrontar el último tramo, en un recorrido en claro descenso con zonas con fuerte desnivel y en donde poco a poco, la cómoda huella de la senda se transforma en un firme muy irregular con mucha piedra suelta, en zonas abiertas al principio donde seguimos disfrutando del encadenado de montañas, agujas y glaciares que con el paso de las horas van siendo cubiertas por la niebla y las nubes bajas.
En la última parte del descenso, la senda se adentra de una zona boscosa salvando un fuerte desnivel en un recorrido con cortos zig-zag, pero antes de adentrarnos en esta zona, pudimos observar una cabra montés y a su retoño, que si bien guardaban las distancias, no se mostraban excesivamente esquivas.
Terminamos el descenso en zig-zag al llegar a la carretera que va al col de Montets, situado éste un poco más arriba. Cruzamos la carretera y nos adentramos de nuevo por senda, en un espeso bosque en el que tras una pequeña subida y su bajada correspondiente, nos conducirá a Le Tour, donde teníamos reserva en el "Chalet Alpin Du Tour", donde coincidimos con una chaval de Alicante que estaba haciendo el trekking en solitario y en sentido contrario al nuestro, o sea, en sentido contrario a las agujas del reloj, con lo que al día siguiente terminaría el recorrido, porque esta última parte ya la conocía de unos años atrás que estuvo por aquí, y supongo que como nosotros, a partir del Lac Blanc, cogería telesilla y telecabina para bajar hacia Chamonix.
Tras la ducha y colada pertinente, un rato de asueto tomando una cerveza y comentando la vistosa etapa de hoy antes de buscar la cena a las 19:30 de la tarde, algo que se convertirá en el rutina habitual en estos próximos días.
Al terminar la cena, toca la reunión para comentar los pormenores de la etapa del día siguiente y el tema de los horarios para coger los enlaces, los buses, para llegar al inicio de la siguiente etapa, puesto que como ya he comentado en una entrada anterior, solo disponíamos de siete días y tendríamos que dejar de realizar algunos tramos.
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Datos de la etapa: Distancia: 12,02 km - Desnivel positivo: 303 m - Desnivel negativo: 1.232 m
Track: Haciendo clic AQUÍ.
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