Las andanzas de un lobo estepario extremeño.

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"Viajar en bici es hacer más grande el Mundo. Es aprender lo esencial de la vida. Es vivir el presente sobre todas las cosas. El placer del cicloturismo está mucho más en el camino que en el destino, son los medios los que justifican el fin. Durante días, semanas o meses, no necesitas más que lo que llevas a cuestas
" (del artículo: "Con la casa a cuestas", revista: Bike Rutas, Nº 4, 1999)

12 oct 2021

Senderismo por los Arribes del Duero: Un paseo por los miradores de Mieza.

En nuestro cuarto y último día en los Arribes solo disponíamos de la mañana para aprovechar el tiempo, ya que sobre las 13:30 habíamos quedado en la casa rural para hacer la entrega de llaves a la persona encargada y después tocaría el viaje de regreso, casi cinco horitas, aunque teníamos previsto una parada en Vitigudino para la comida-homenaje-fin de escapada.

Solo teníamos libre la mañana y queríamos aprovecharla haciendo algo que no implicara perder mucho tiempo en desplazamientos, así que nos decidimos por ir a Mieza, a 5 km escasos de donde nos alojábamos y visitar algunos de sus miradores sobre los Arribes del Duero, dando un cómodo paseo.

Tras el desayuno sin prisas, nos desplazamos a Mieza, aparcando cerca de la Plaza del Humilladero para después callejear un poco hasta dar con los indicadores de los miradores.

En un principio nos decidimos por visitar el mirador de la Code y el del "Colagón del Tío Paco", así que salimos del pueblo por un camino en muy buen estado, llano, rodeado de pequeños campos con huertos y árboles frutales, un cómodo paseo de apenas 4 km entre la ida y la vuelta, con algo de fresco a esa hora de la mañana, sobre las 9:30 y donde nos encontramos con un par de  abuelas que ya venían de regreso de su paseo matutino, completamente abrigadas.

No tardamos mucho en llegar al mirador del  "Colagón del Tío Paco", a la izquierda del camino y precedido por un área recreativa con mesas merenderos totalmente integrado con el entorno. Cruzando esta zona accedemos a dos miradores separados apenas por unos metros, con paneles informativos que siempre son de ayuda para interpretar todo lo que vemos y lo que no vemos, como por ejemplo, que esta es una zona protegida, una zona “Life”, con presencia entre otras aves, del alimoche, del águila culebrera y del águila perdicera, que en estas fechas andarán ya en África o en migración a sus invernaderos, o del águila real, buitres y milanos... pero lo que si se ve es además de lo obvio, o sea, del cañón que forma el Duero, es el bosque de almeces en la vertiente española, un bosque muy importante porque es uno de los más grandes de Europa occidental.

Desde este oteadero, colgado sobe el Barranco del Tuerto, se abre la mirada a un interesante tramo del Duero, aquí embalsado por la presa de Saucelle. Las laderas resguardadas del arribe gozan de un microclima excepcionalmente atemperado y húmedo, lo que favorece la presencia de especies mediterráneas termófilas, propias de ámbitos menos continentalizados. En las luminosas laderas de la solana portuguesa estas condiciones son aprovechadas paa el cultivo intensivo del olivo en terrazas y bancales trabajados desde antiguo. en cambio, la umbría castellano y leonea esconde uno de los tesorosos del Parque Natural de Arribes del Duero: el Almezal de Mieza, un bosque de lodoneros u hojaranzos (como se conoce en la zona al álmez -Celtis australis-) que presume de ser el más extenso de Europa occidental” [texto extraído de uno de los paneles informativos situados en el mirador del Colagón del Tío Paco].

Volvemos al camino que traíamos y unos metros más adelante tenemos por un lado, a la izquierda, el cortito sendero en curva que lleva a la gruta  o cueva donde se encuentra la Virgen de la Code y por otro lado a la derecha, el sendero empedrado y en descenso, con un par de zig-zag que conduce al emblemático mirador de la Code (el nombre parece que deriva de la curva que hace el río justo debajo de él, en forma de codo) desde donde se tienen unas excepcionales vistas del cañón surcado por el Duero, la brecha abierta súbitamente en la penillanura, tanto a uno como a otro lado; hacia el norte, hacia la derecha en la posición del mirador y al fondo, estaría la presa de Aldeadávila (una zona que junto a sus miradores visitamos por la tarde en nuestro  tercer día) y por debajo de ésta, en la parte más baja del valle,  el Poblado de La VerdePoblado del Salto de Aldeadávila, mientras que hacia el sur, hacia la izquierda, el curso encañonado del Duero en dirección a otra presa, la de Saucelle, que es la encarga de tener represadas las aguas del río en este tramo, y donde en la vertiente española del cañón también pueden verse la zona boscosa de los almeces, en la umbría.



Mirador de la Code.

El gran Miguel de Unamuno escribiría sobre este mirador en sus “Notas de un Viaje por la Raya de Portugal”, lo siguiente: “Es un saliente sobre el río, cortado, no ya verticalmente, sino casi en línea entrante, un gran promontorio en que se hacinan los berruecos. Se ve a un lado y a otro el Duero como larga anguila que se acurruca entre peñas moteadas de verdura, y parece un río humilde y manso".

Tras un buen rato contemplando las vistas, sin prisas y sin preocupaciones, regresamos a Mieza deshaciendo el camino andado. Al llegar al pueblo y como aún era temprano y teníamos tiempo, decidimos ir hacia el mirador de la “Peña del Águila”, éste un poco más lejos, en un recorrido que entra la ida y la vuelta serian 6-7 km, aunque de nuevo por camino cómodo, amplio y llano, sin más, aunque a la vuelta se hizo un poco monótono.

Las vistas desde éste otro mirador también son excelentes aunque nos entretenemos menos aquí que en los otros miradores.


Mirador de la Peña del Águila

Finalmente y sin haberlo pretendido, realizamos entre los dos tramos lineales de ida y vuelta, unos 10 km y de haberlo sabido hubiéramos hecho mejor el recorrido circular (es una ruta que organiza todos los años el Ayuntamiento de Mieza), que pasa por los tres miradores que hemos visitado hoy y también por el bosque, el Almezal de Mieza, en el tramo que precisamente no hemos realizado y que es el más interesante y bonito, ya que no solo se pasa por el bosque sino que se adentra el sendero en el cañón del Duero, en la parte de umbría, en un tramo de senda con sube y baja, mucho más entretenido y vistoso, una ruta circular que sería similar a la que hizimos el primer día, con un tramo inicial de aproximación y otro final de regreso al pueblo más monótonos y uno intermedio por la vertiente española del cañón, en un recorrido que sería de dos o tres kilómetros más de lo que al final habíamos hecho, pero como he comentado, en principio hoy la idea era visitar dando un pequeño paseo los miradores de “la Code” y del “Colagón del Tío Paco”, lo de la visita al otro mirador surgió sobre la marcha viendo que disponíamos de tiempo.

En ESTE ENLACE están las fotos que aparecen en esta entrada, a mayor tamaño y resolución.

Con esto ponemos el punto y final a nuestra maravillosa estancia de cuatro días en la parte salmantica de los Arribes del Duero, realizando varios recorridos diferentes entre sí que nos han servido para conocer más esta zona a los que ya habían estado antes por aquí o para descubrirla y apreciarla para los que como yo, no habíamos estado antes. Lo único que nos ha faltado para que esta estancia hubiera sido redonda es que hubiéramos coincidido con una época de lluvias y poder ver en todo sus esplendor las cascadas (que nos la hemos encontrado completamente secas) y los ríos y arroyos con más caudal... ¿quién sabe?..igual en otra ocasión, porque aún queda mucho que ver en esta zona, además de la parte zamorana de los Arribes en la que tampoco he estado.

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