Las andanzas de un lobo estepario extremeño.

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"Viajar en bici es hacer más grande el Mundo. Es aprender lo esencial de la vida. Es vivir el presente sobre todas las cosas. El placer del cicloturismo está mucho más en el camino que en el destino, son los medios los que justifican el fin. Durante días, semanas o meses, no necesitas más que lo que llevas a cuestas
" (del artículo: "Con la casa a cuestas", revista: Bike Rutas, Nº 4, 1999)

3 mar 2025

Senderismo Portugal - Día 3: Caminos históricos de Sortelha (PR7 - SBG).

Al igual que ayer, seguíamos con el problema de carreteras cortadas para llegar al punto de inicio de la ruta prevista, que no era otra que la Ruta de las seis Lagunas, con inicio y fin en el parking situado junto a la presa de Lagoa Comprida.

Las precipitaciones en forma de nieve y el desplome de las temperaturas nocturnas de estas dos últimas noches han hecho que el tramo de carretera de la zona más alta de la Sierra de la Estrella, se encuentre con placas de hielo, más concretamente desde Penhas da Saúde.

Por tanto, y al igual que ayer, tuvimos que tirar de plan-B, y ya que hoy era nuestro tercer y último día en tierras portuguesas y nos tocaba un largo trayecto de vuelta a casa de unas cuatro horas, y algo más en mi caso particular y con previsión de lluvias débiles durante todo el día  por la zona donde nos encontrábamos, optamos por hacer un recorrido corto y cerca de Belmonte, donde nos alojábamos.

La ruta elegida fue la circular desde Sortelha, un PR por los caminos históricos de esta aldea que nos cogía de regreso a casa, además era una ruta corta de 7-8 km, con lo que tendríamos tiempo de sobra para visitar esta aldea histórica de Portugal y de comer todos juntos a una buena hora antes que cada uno tomara rumbo a su destino.

De esta forma podíamos tener un “tres en uno”, sin prisas ni agobios: pequeña ruta senderista, visita cultural y comida habitual de grupo en un restaurante como fin de convivencia.

Sortelha se encuentra a unos 20 minutos de la casa rural en la que nos alojábamos y además se encontraba en la dirección de regreso a casa, así que no perderíamos tiempo a la hora de emprender el viaje de vuelta, todo lo contrario que si hubiéramos realizado la ruta prevista, y además, había que tener en cuenta las previsiones meteorológicas con fuertes lluvias ya avanzada la tarde sobre todo en España y en dirección sur.

Como he comentado, la ruta es circular y lo recomendable es hacerla en el mismo sentido que la hicimos nosotros, es decir, en sentido contrario a las aguas del reloj, porque así la ruta va de menos a más, tanto  en intensidad  como en vistosidad.

Dejamos los coches en la misma carretera de acceso al pueblo, junto al restaurante “O Celta”, fuera de la zona amurallada y desde allí mismo iniciamos el recorrido, como he comentado antes, en sentido contrario a las agujas del reloj, dejando atrás las últimas casitas de esta pequeñita localidad para continuar por una carretera estrecha o camino asfaltado.

La ruta puede dividirse en dos partes, la primera algo más insulsa o anodina para la práctica del senderismo y una segunda totalmente recomendable, transitando por antiguas sendas poco transitadas, cañadas, tramos de bosques, etc., terminando con la guinda al pastel, la llegada a las murallas de la aldea histórica de Sorthela y el recorrido por esta coqueta, bella y bien conservada aldea medieval, quizás una de las más interesante, o la que más, de las que he visitado en Portugal, sin desmerecer otras como: Linhares da Beira, Idanha-a-Velha, Castelo Rodrigo, Monsanto o la bella Piódão...

La primera parte como he comentado antes, algo insulsa, con un primer kilómetro y medio o poco más caminando por asfalto, aunque como estamos en alto, con vistas al valle y a otras sierras circundantes, con poca masa forestal, no se si será producto de los muchos incendios  que desde hace años sufre Portugal. Unas largas líneas de gigantes aspados, parque eólico, coronan estas sierras que vemos al fondo, afeándolas, perdiendo naturalidad, desvirtuándolas.


Tras este primer tramo de asfalto, toca un brusco giro a la izquierda, para tomar un camino empedrado, una antigua calzada medieval en pronunciada y larga bajada, con poca vegetación y arboleda, continuando con las vistas a la sierras circundantes y ahora también, más visible y frente a nosotros, la parte baja del valle, en el que junto al camino, a la derecha de éste, aparece una “calva” en el terreno, un pequeño cerro totalmente arrasado por las máquinas excavadoras que se encuentran trabajando allí, con una balsa de agua recién construida y creando sucesivas terrazas... quizás sean los inicios de alguna pequeña explotación minera, porque ya en tiempos hubo varias minas por esta zona, como veríamos más adelante al pasar por una de ellas.


Al llegar a la parte baja del valle, giramos a la izquierda, dejando atrás ya la calzada medieval para continuar caminando por un camino-pista con un repechón al principio que va después suavizándose, en un tramo abierto y algo insulso, y siempre, desde que comenzamos a caminar, con un intermitente sirimiri que hizo que desde el inicio ya saliéramos con los chubasqueros puestos, intensificándose poco a poco hasta convertirse en una lluvia tenue, más constante y persistente, que nos acompañaría en toda la segunda parte del recorrido y también durante parte de la visita cultural, intramuros, a la aldea medieval.

Llegamos a la Mina da Bica, con una casa utilizada por los mineros, hoy restaurada, y pasando por antiguas maquinarias de hierro totalmente oxidadas, junto a antiguos pozos que daban acceso a los distintos niveles de esta mina donde se extraía el óxido de uranio (U3O8).

Mina da Bica.

Por suerte, a partir de aquí cambia totalmente el recorrido, empezando con lo que sería la segunda parte del recorrido, abandonando el amplio e insulso camino y tomando una senda estrecha, tortuosa, con sube y bajas, rezumando agua por todos lados, flanqueada a veces por paredes de piedra de poca altura revistadas de un musgo verde y mullido, caminando en ocasiones senda de tierra o de roca, o alfombrada de verde hierba o de la hojarasca ocre de la que se han desecho en este invierno los robles que vigilan este tramo de sendero, en definitiva, un corto tramo pero que sin duda fue una delicia, a pesar de la lluvia.


Tras un corto repecho salimos a un tramo de amplio camino, en bajada, en mal estado por el agua caída, donde veo en la parte izquierda algunas poblaciones de Narcissus coronatus. Al poco cruzamos por primera vez la Ribeira de Valverdinho, continuando por un camino llano, cómodo, mucho más abierto, en perfecto estado porque conduce a casas de campo o explotaciones agrarias de los alrededores, nada que ver con el tramo más agreste, salvaje y poco transitado que habíamos dejado atrás y que fue lo mejor de la ruta junto con el tramo final de subida que nos esperaba más adelante.

Narcissus coronatus.

Apenas  cuatrocientos metros por camino y salimos a la carretera por la que esta mañana habíamos pasado dirección a Sortelha. Giramos a la izquierda para seguir en dirección a esta localidad que queda encaramada arriba en la sierra, situándose la puerta de acceso de la zona amurallada a unos 780 m. de altitud.

Avanzamos unos metros por carretera y al poco cogemos un camino entre paredes de piedra que en ligera bajada nos conduce de nuevo a la  Ribeira de Valverdinho, que tendremos que cruzar por segunda vez, y es justo tras cruzarla, cuando comienza una ardua subida de escasos dos kilómetros en los que hay que superar algo más de 200 metros de desnivel.

La subida para terminar la ruta es exigente pero en un recorrido bonito, siempre por estrechas sendas o antiguos caminos convertidos a veces en pequeños cursos de agua, otras en camino empedrado y otras alfombrado por una hojarasca multicolor totalmente húmeda en la que hay que tener cuidado con los resbalones; caminamos entre vetustas paredes de piedras o en tramos en los que nos encontramos inmersos en bosques de desnudos robles y en algún que otro claro, si el bosque, la lluvia y la niebla lo permitían, al echar la vista atrás, podíamos contemplar panorámicas de las sierras, de poca altura, que rodean este enclave.

Llegamos a una bifurcación, a la izquierda se llegaría a la Sortelha extramuros, situada a menos altura y done habíamos dejado los coches, pero nosotros continuaríamos el camino ascendente, siendo a partir de aquí cuando dejamos los robles atrás, al tiempo que el paraje poco a poco se va abriendo, teniendo vistas más amplias aunque también es cierto que aquí la fina lluvia y las ráfagas de viento obligan a agachar la cabeza, tirar para delante e intentar buscar algún refugio.

Pronto llegamos a ver las murallas y torres del recinto fortificado y al poco nos encontramos en lo alto, en una especie de meseta-páramo desprovisto de cualquier tipo de arboleda o vegetación, en donde se encuentra la pequeña, bella y coqueta aldea medieval amurallada de Sortelha.

Poco antes de llegar a unas de las puertas de acceso que se abren en sus murallas nos recibe un amplio camino a modo de calle adoquinada que nos conduce directo hacia la entrada, donde hacemos una parada al resguardo de la lluvia para poder reagruparnos todos, porque como siempre, la subida cada uno la hace a su ritmo.

Una curiosidad aparece en una de las piedras de la jamba derecha exterior de esta puerta de entrada, llamada Puerta Nueva (o también Puerta del Sol o Puerta de Covilhã) y es que en ella están esculpidas dos franjas rectas horizontales de distinto tamaño, y que no son otra cosa que unidades de medida, concretamente “la vara” (110 cm es la equivalencia en Portugal, mientras que la “vara castellana” equivale a poco más de 83 cm) y “el codo” (67 cm en Portugal), dos medidas que se utilizaban para estandarizar las medidas de los paños que se vendían en la feria.


Mientras esperábamos al resto de compañeros decidí merodear por los alrededores de la zona extramuros, en donde “se encuentran las ruinas de la iglesia de la Misericordia, conocida también como iglesia de Santa Rita o de San Juan, construida a principios del siglo XIV. A ella se encuentra asociada una extensa necrópolis, de la que son visibles algunas de las 133 sepulturas identificadas excavadas en la roca. Allí cerca se encuentra la capilla de Santiago, construida en el siglo XVI, originalmente con una puerta que daba al camino, si bien hoy en día solo se puede acceder a través del cementerio”.

Reagrupados todos y dada por concluida lo que era esta corta ruta senderista, continuamos con la visita cultural a esta encantadora aldea medieval rodeada de gruesas murallas, con un pequeño castillo en su interior, iglesia, con todas sus casas de piedra, calles y callejones empedrados, resbaladizos por la lluvia, con un trazado tortuoso y empinado, manteniendo el aire medieval de la Sortelha del s. XVI, siglo en el cual “muchas casas fueron ampliadas, dotándolas de un piso más y, a algunas, de marcos de puertas y ventanas de vértices biselados, mientras que en otras se aplicaron dinteles decorados con un arco conopial (arco apuntado, formado por dos curvas convexas y dos cóncavas). Son también comunes en Sortelha las ménsulas laterales, que servirían para colocar jarrones de flores; en las que fueron ampliadas con un piso más durante los siglos XVI y XVII, se construyeron escaleras exteriores, algunas cubiertas, que conducían a una segunda planta, en claro contraste con la vivienda medieval, en su mayoría de planta baja”.



Desde la parte alta de esta aldea, junto a una pequeña terraza a modo de mirador, junto a un bar-cafetería, hay unas vistas muy buenas de todo el trazado de la aldea y de la torre del homenaje del castillo, aunque con el fondo afeado por la línea de aerogeneradores  que coronan las sierras circundantes.

Tan solo desentona con el aire medieval de sus calles y casas, los tejados nuevos totalmente reformados, aunque un paseo por sus calles empedradas y sus estrechos callejones nos hacen retrotraer a siglos pasados.

No faltó la visita al interior del castillo, del s.XIII y el recorrido por la parte superior de sus murallas, divisando por un lado el vasto territorio que se domina desde allí y por otro, el aglomerado de casas intramuros con su peculiar trazado de casas, plazas y callejones,  incluida la iglesia renacentista.





Abandonamos la aldea por Largo do Corro que culmina en la plaza donde se encuentra el majestuoso y centenario almez (Celtis australis), para finalmente salir del recinto amurallado y tras unos 700 metros llegar a los coches y al restauranteO Celta”, y allí mismo, ya que lo teníamos al lado y para no perder más tiempo, hicimos la comida de grupo para poner punto y final a esta primera escapada del año.


Una ruta senderista típica para hacer el último día de regreso a casa, sobre todo cuando el desplazamiento es largo. Ruta corta, muy entretenida y vistosa, sobre todo la segunda parte del trazado y por supuesto, hemos disfrutado y nos ha encantado la visita a esta pequeña aldea histórica de Portugal, que como he comentado al principio, es de las mejor conservadas.

En definitiva, que a pesar de la lluvia, la niebla y los cambios de planes, por el tema de las carreteras cortadas, hemos podido realizar rutas todos los días, incluidas también las visitas culturales y disfrutar lo mejor posible de estos días, al menos lo que buenamente nos ha dejado la climatología.

Termino esta entada con unas palabras de Saramago sacadas de su libro “Viaje a Portugal”, en relación a su paso por Sortelha: “Entrar en Sortelha es entrar en la Edad Media. Ese carácter medieval se percibe en la enormidad de las murallas que rodean a la aldea. Su espesor, y también, la dureza de la calzada y las calles empinadas. Por último, encaramada sobre piedras gigantescas, la ciudadela, último refugio de los sitiados, última y tal vez inútil esperanza”.

NOTA: Dicen que el topónimo de Sortelha (en español, «Sortija») “proviene de un juego medieval del mismo nombre. En ese juego, los caballeros competían en introducir la punta de una lanza a través de un anillo de pedrería de alto valor simbólico”.

El track de referencia que hemos seguido podéis consultarlo en ESTE ENLACE.

Podéis visualizar las fotos que aparecen en esta entrada y alguna más, a mayor tamaño y resolución haciendo clic AQUÍ.


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