Estas actuaciones forma parte de un proyecto que ha sido financiado por la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura y que cuenta con la colaboración de los propietarios de las fincas donde se ha instalado.
La pérdida de hábitat y la falta de lugares de nidificación, unidos a otros factores relacionados principalmente con la agricultura, están haciendo que el número de aves esteparias, en general, siga bajando hasta llegar a números muy preocupantes, pasando algunas de ellas a ser catalogadas en "peligro de extinción" o como "vulnerables". La asociación ANSER y sus voluntarios, en la medida de sus posibilidades, intentan poner su granito de arena para intentar paliar esta preocupante situación, a base de crear microreservas para las aves esteparias, en donde se les crean pequeñas charcas/bebederos, se siembra alfalfa o se construyen primillares, o también, como ocurre dentro del proyecto de "Aves del Llano", colocando cajas nido fuera de esas microreservas, que faciliten un lugar cómodo y seguro donde puedan nidificar algunas de estas aves.
La colocación de cajas nidos para carracas o primillas no es que sea algo exclusivo de esta temporada, ya que desde ANSER se han colocado también cajas nidos en campañas anteriores, la única diferencia es que hasta ahora se utilizaban postes de la línea eléctrica o las tapias de antiguas construcciones abandonas o semiderruidas en el campo, siempre con el permiso de los propietarias claro está, mientras que en esta ocasión, se ha procedido a colocar postes metálicos con sus correspondientes cajas nido, algo que conlleva un esfuerzo considerable tanto de logística (para transportan los postes de 4,5 metros de alto, así como de todo lo necesario para su colocación: hormigoneras, grupos eléctricos, materiales, etc...) como de trabajo por parte del grupo de voluntarios de ANSER con Manolo Calderón siempre a la cabeza.
El hecho de probar a utilizar postes de metal, es para intentar conseguir una mayor durabilidad frente al paso del tiempo y de los agentes meteorológicos, pero claro, esto supone como bien he dicho antes, mucho más esfuerzo y tiempo, ya que se hace en dos fases:
En una primera fase se transportan los materiales a la zona que previamente se ha estudiado y que resulte propicia para la colocaciones de las cajas nido, para después realizar hoyos en el suelo de unos 60 cm de profundidad y 50 de diámetro. En su interior se colocará una estructura de hierro que termina en una plataforma cuadrada del tamaño de una baldosa. El hoyo, junto a la plataforma de hierro introducida en él, será rellenado con hormigón y piedras, dejando solo visible y a ras de suelo, la plataforma cuadrada de hierro que es donde irá soldado el poste metálico.
Fase II - Alrededores de la microreserva de "Villaralto" (Castuera), en La Serena esteparia.
Estos postes y cajas nidos se han colocado en los alrededores de dos de las microreservas de ANSER, la de "Villaralto" (Casturea), en plena Serena esteparia, y la de "Los Campillos" (Quintana de la Serena).
Por otro lado, en la zona de Cabeza del Buey, se ha colocado también a modo de prueba para estudiar sus resultados, una estructura metálica en la que van instaladas DIEZ cajas nidos para cernícalos primillas, a diferencia de las grandes construcciones de primillares que tenemos en algunas de las microreservas de ANSER y que suponen mucho mayor coste económico y de tiempo. En este caso, las prisas por colocar esta estructura, motivadas por diferentes inconvenientes a la hora del transporte y colocación por parte de un camión-grua, hicieron que terminara de colocarse-soldarse con las últimos rayos de luz, y se quedaron sin tapar los huecos de los nidos para que no fueran utilizados por otras aves, así que un par de días después, una de estas cajas nidos ya tenía un ocupante, un pequeño mochuelo...
Esperemos con esta iniciativa de colocar cajas nidos que llevamos realizando desde hace unos años se pueda, al menos, atenuar el drástico declive de población que están sufriendo estas aves.
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