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"Viajar en bici es hacer más grande el Mundo. Es aprender lo esencial de la vida. Es vivir el presente sobre todas las cosas. El placer del cicloturismo está mucho más en el camino que en el destino, son los medios los que justifican el fin. Durante días, semanas o meses, no necesitas más que lo que llevas a cuestas
" (del artículo: "Con la casa a cuestas", revista: Bike Rutas, Nº 4, 1999)

5 ago 2021

Senderismo Extremadura: Subida al Castillo de Almorchón desde la ermita de Belén (Cabeza del Buey)

Tenía muchas ganas de subir al Castillo de Almorchón, no tanto por el castillo en sí, que se encuentra en estado ruinoso y del que apenas quedan en pie dos torres y algunos restos, sino por el fabuloso enclave en el que se encuentra y porque a pesar de su calamitoso estado, el farrallón rocoso sobre el que se levanta tiene un magnetismo especial. Son muchas las ocasiones en que he estado en sus alrededores: cuando iba o venía a Cabeza del Buey y paraba  el coche en cualquier camino para observarlo, o las frías tardes de diciembre/enero cuando realizamos los censos de grullas colaborando con ANSER,  colocándonos frente al castillo para ver el paso de las grullas en tardes para todos los gustos: tardes de puesta de sol que bien parecían salir de un cuadro impresionista, tardes de lluvia, de niebla o de un gélido viento, mientras esperamos el paso de las grullas desde sus comederos a sus dormideros con su característico trompeteo, viéndolas pasar junto a este castillo y por este enclave tan especial... pero resulta que se encuentra en finca privada, y aunque hace años permitían acceder a él, desde que robaron el escudo de armas de su torre del homenaje, se fastidió todo.
 
El castillo de Almorchón elevándose sobre el peñón rocoso y de fondo la Sierra de Tiros. Por debajo, a modo de línea recta, la carretera de Castuera-Cabeza del Buey que pasa a sus pies. [Puedes hacer clic en las fotos si quieres verlas ampliadas]
 
Paso de grullas en formación de punta de flecha junto al castillo de Almorchón al atardecer.

Paso de grullas en línea junto al castillo de Almorchón a última hora de la tarde.

Imagen habitual, con las ovejas pastando en la parte baja y las torres del castillo asomando por encima del peñón rocoso.
 
 


Algunas vistas del Castillo de Almorchón y sus alrededores al atardecer
 


Panorámicas tomadas desde la subida a la Sierra de Tiros. En la foto última, se puede ver a la derecha el  castillo y a la izquierda, el entorno de la ermita de Belén.
[Puedes hacer clic en las fotos si quieres verlas ampliadas]

Así que ahora, aprovechando que el ayuntamiento de Cabeza del Buey  había establecido para este verano del 2021 una serie de rutas para conocer el patrimonio cultural y natural de la localidad, le dije al amigo Juanjo, que a la vez haría  funciones de guía, que me apuntara para la ruta de "la subida al Castillo de Almorchón", ya que es una de las pocas oportunidades que hay  de subir arriba, con rutas organizadas y con los permisos pertinentes... En esta ocasión colaboraba también en la realización de esta ruta, "La Serena paisaje cultural".

La ruta además tenía otro aliciente, como es la visita a la ermita de Belén (monumento histórico-artístico, declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Extremadura en 1990) y al pequeño claustro de origen templario, aunque la ermita y su entorno ya lo había visitado en anteriores ocasiones.

Se trataba de aunar cultura y deporte; una ruta senderista corta, de ida y vuelta por el mismo sitio, saliendo desde la ermita de Belén y subiendo al castillo donde Juanjo se encargaría de darnos una pequeña explicación sobre la construcción de éste, sus diferentes fases y usos, su declive y sobre los asentamientos previos que hubo en la zona. Tras la visita al castillo, volveríamos por el mismo sitio al punto de partida, donde visitaríamos el santuario, pudiedo acceder al camarín de la virgen y visitar el claustro templario reconvertido en hospedería, aunque como acababan de reabrirla, solo pudimos acceder a la parte baja de este pequeño claustro, ya que en la parte superior es donde se encuentran las habitaciones.

La ruta para el primer turno comenzó puntual a las 8 de la mañana, con un grupo de unas 30 personas (el segundo turno sería por la tarde, a las 19:30, y para éste creo que había apuntadas cerca de 60 personas, por lo que parece que ha sido todo un éxito la creación de estas rutas para conocer el patrimonio cultural y natural de Cabeza del Buey).

Tras la foto de grupo junto a la entrada de la  ermita de Belén, comenzamos la corta caminata, de unos cuatro kilómetros, hasta el castillo. Salimos del recinto de la ermita por una pista cómoda y algo insulsa, dirección al  Sitio de la Sorianilla (donde podemos encontrarnos con restos de la Guerra Civil), con la llanura a la derecha  y la sierra a la izquierda, paralelos a la vía del tren  que tenemos también a la izquierda. Pronto giramos a la izquierda para cruzar la vía férrea y volver hacia atrás, ahora con la sierra a la derecha y la vía a la izquierda, por el "Camino del Rincón de la Soriana". En este tramo,  previo al arranque de la sierra, nos adentramos en zona dehesa, en un recorrido mucho más agradable, menos monótono, teniendo siempre de frente las vistas del peñón rocoso sobre el que se levantan airosas las ruinosas torres que aún perduran del castillo.


Caminamos con las visas del castillo de Almorchón y el peñón sobre el que se asienta, frente a nosotros.

Llegamos al enlace con el "Cordel de Taberneros", cuzamos la carretera que une Castuera con Cabeza del Buey y en la puerta de entrada a la finca nos esperan dos de los guardas que nos la abrirán  y nos conducirán hacia la parte alta de este peñón rocoso para acceder al enclave del castillo.

Desde abajo, el castillo parece totalmente inaccesible, las paredes rocosas se yerguen casi verticales sobre una gran planicia produciendo ese magnetismo especial que hace atraer las miradas hacia él. Resulta prácticamente inexpugnable por tres de sus lados, y tan solo desde el lado sudeste se puede acomenter su acceso, que es precisamente donde se encontaría la entrada.




En la subida al castillo nos vamos encontrando con numerosos restos de lo que parecen ser tégulas romanas, así como con los restos de un recinto amurallado y es que el núcleo central del castillo se encontraba rezorfazo con un doble "cinturón" defensivo, lo que da idea de la importancia estratégica de este enclave, encontrándose restos de un antiguo poblado entre el enclave principal del castillo y el primer recinto amurallado. 

Arriba, tramo de aproximación a la parte más dificultosa de subida al castillo. Abajo, los restos de  las dos unicas torres que quedan aún en pie.

El acceso a la entrada del castillo no es fácil, puesto que primero hay que hacer una aproximación por senda empinada para después girar a la derecha, al tiempo que la pendiente se hace mayor y la senda se convierte en un estrecho pasillo de firme muy irregular, con un muro rocoso vertical que se levanta a la izquierda (donde puede que existan algunos restos de arte esquemático), mientras que a la derecha estarían las construcciones a modo de barbacana que harían que el último tramo de subida estuviera más protegigo, ya que el acceso se haría, como he comentado antes, por una especie de pasillo o hendidura natural, encajonada y en fuerte subida, que haría que este acceso puediera ser defendido fácilmente, no solo desde las posiciones de la barbacana sino también desde las saeteras de la torre de homenaje. 


La subida a lo que sería la entrada a castillo no es "muy asequible" que digamos; una empinada senda de firme muy irregular.
 
Tramo de pasillo o hendidura natural, encajonada y en fuerte subida que haría que este acceso puediera ser defendido fácilmente. A la izquiera un muro pétreo vertical se levanta a modo de cimentación inmejorable para la torre que lo corona.

El último tramo de subida nos lleva casi a los pies de la torre del homenaje, por su parte sur, fuera del núcleo central del castillo, en un pequeño descanso que se situa entre el núcleo principal del castillo y la zona de la barbacana. Desde aquí, ya solo queda superar un pequeño desnivel a través de unas rocas a modo de peldaños, que sirven como entrada al recinto, quedando la torre del homenje a escasos metros a la izquierda.

El muro pétro se convierte en un inmejorable cimiento sobre el que se asienta la torre del homenaje.
 
Foto del pequeño descanso en el terrero entre la barbacana y la puerta de acceso por la que se accedería al interior del recinto fortificado (línea amarilla punteada). En primer plano, la torre del homenaje.

Las vistas desde arriba, como no podía ser de otra forma, son fantásticas, con la Sierra de Tiros como fondo de la torre circular, el oasis verde del enclave del santurario de Belén que resalta sobre el amarillo pajizo de la llanura, color tan característico de esta zona en esta época estival, la carretera, la vía férrea o la Sierra de la Rinconada... más al fondo, hacia el horizonte, se pueden ver en día claros, el castillo de Puebla de Alcocer, la Sierra de Lares donde tamién llegó a existir otra fortaleza hoy completamente en ruinas, el icónico cerro Masatrigo, Magacela y su castillo...

...el oasis verde del enclave del santurario de Belén  resaltando sobre el amarillo pajizo de la llanura, color tan característico de esta zona en esta época estival...
 
La Sierra de Tiros de fondo, con los restos de la torre semicircular a la izquierda.

En primer plano, la Torre del Homenaje, con su única puerta de entrada, y de fondo, la Sierra de la Rinconada.

La vedad es que me embarga la emonción, es mucho el tiempo que hacía que deseaba subir y estar aquí arriba... todas esas tardes de censo de grullas en las que imaginaba poder estar arriba, o cuando lo veía desde las alturas al subir a la Sierra de Tiros... y ahora estaba allí y ¡ójala que no sea  la última vez!...


Como breves apuntes históricos, podemos decir que tras la reconquista de la comarca de La Serena, la antigua fortificación musulmana fue entregada por Fernando III "el Santo" a la Orden del Temple en 1.236 (s.XIII), realizando ésta la primera transformación para convertirla en un poderoso castillo. Posteriormente y tras la disolución de la Orden del Temple en el s.XIV (1.312) pasó a poder de la Orden de Alcántara, al ser entregada a ésta por Fernando IV de Castilla y León, siendo reconstruido o rehecho a mediados del siglo XV, tal y como indica el escudo nobiliario perteneciente a la familia Rol-Zúñiga colocado en la torre del homenaje (escudo que no hace muchos años desapareció de un día para otro, por no decir que fue robado), ya que Alonso Rol gobernaba la Encomienda en aquella época, siendo estas últimas obras las que acabaron dando la fisonomía que tiene  actualmente, así que de la época mulsulmana no ha sobrevivido casi nada.

Durante los siglos XIV y XV el castillo sigue teniendo una importante función militar por su situación estratégica y no fue hasta el s.XVI cuando deja sus función militar y se convierte en un centro administrativo con fines recaudatorios, debido fundamentalente al paso de ganado por esta zona. A partir de entonces irá perdiendo importancia progresivamente.

Aunque se acomenten algunas obras a finales del XVI, finalmente la fortaleza queda abandonada a mediados del XVII, inciándose a partir de ese momento el progesivo estado de degradación que la ha llevado a su estado actual de ruina.

El núcleo del castillo tiene planta romboidal, adaptándose a la forma de la parte superior de este promontorio de pura roca y aunque su origen sea almohade, lo que vemos de castillo es totalmente cristiano y de su origen musulmán quizás solo quede el arranque de una torre circular al oeste que está prácticamente desaparecida.

Croquis de la planta del núcleo central del castillo, después de las últimas reformas/reconstrucciones llevadas a cabo en el s.XV. Imagen obtenida de la web de Educarex- Contenido Digitales Educativos.

En el lado norte, gracias a la altura y verticalidad de las paredes rocosas, la muralla era innecesaria y está sería sustituida por un pequeño murete, más como precaución para evitar posibles caídas que para defender ataques enemigos. En los demás lados se conservan algunos restos de los lienzos de muralla.

El recinto contaba con una torre en cada esquina: tres cilíndricas y una de forma pentagonal (la torre del homenaje). Actualmente sólo se consevan la torre del homenaje y una de las torres cilíndricas deteriorada.

Vistas de las dos únicas torres que se conservan; a la izquierda la torre del homenaje, pentagonal, y a la derecha los restos de una torre semicircular que se encuentra en el vértice oeste de la planta romboidal del castillo.

Las torres cilíndricas eran de mampostería muy gruesa e irregular, con la base adapatada al terreno, utilizando las rocas que tienen por debajo a modo de cimiento.

La torre del homenaje de planta pentagonal está situada en el centro del lado sur y tiene un aljibe a modo de sótano cuya cubierta está formada por una bóveda de cañon de ladrillo; tenía (porque actualmente no existen, la torre está hueca) dos pisos, el primero de madera y situado a baja altura, se utilizaba con funciones militares y aunque como he comentado actualmente no existen los pisos, si existen los huecos en las paredes de la torre donde irian las vigas, por lo que se puede situar la altura a la que estaba cada piso; el segundo piso también era de madera, pero a diferencia del primero, estaba adaptado a las funciones domésticas, con restos de una chimenea, una ventana y una escalera que daría acceso a la terraza almenada que coronaba la torre.

Como se puede ver, el interior de la torre del homenaje, pentagonal, está hueco, no queda nada de los dos  pisos, tan solo los huecos en las parades donde irian las vigas que soportarían los pisos de madera.

La única entrada a la torre del homenaje, una pequeña puerta adintelada, está situada en el lado de la torre que mira hacia el interior del núcleo del castillo, o sea, en el lado norte de dicha torre. Accediendo a la torre por esta entrada podemos ver en el suelo un gran agujero en la bóveda de cañón de ladrillo que permite ver lo que sería el aljibe, aunque éste se encuentra cegado en parte; tambien se pueden ver dos ventanas saeteras, una de ellas cegada actualmente, la del lado este, quedando intacta la del lado oeste que controlaría el acceso al castillo por la empinada senda.

Accediendo a la torre por esta entrada podemos ver en el suelo un gran agujero en la bóveda de cañón de ladrillo que permite ver lo que sería el aljibe.
 
Pequeña puerta adintelada en el lado norte de la torre de homenaje. Vistas a través de la puerta desde el interior de la torre. Al fondo, el entorno de la ermita de Belén, una mancha verde en medio de una gran planicie amarillo-pajiza.
 
Saetera tapada en lado este de la torre del homenaje. Por encima de ella se puede ve los huecos donde irían las vigas para sostener el primer piso de la torre.
 
Arriba saetera del lado oeste de la torre. Abajo, vistas en detalle desde el hueco de la saetera.
 

Al margen del recinto fortificado, la fotaleza constaba también con una capilla situada entre el lado este de la torre y la entrada al castillo, llamada de la Magdalena y de la que no queda nada, igual que ocurre con las cuatro estancias o aposentos con chimenea y ventana que se situarían frente a la torre del homenaje, en el lado norte; junto a los aposentos se encuentra otro aljibe, del que únicamente se conservan dos pequeños tramos de paredes.

Por último comentar a modo de curiosidad, que la palabra "Almorchón" no está recogida en el diccionario de la Real Academia Española (aunque su origen árabe parece más que obvio por su prefijo "al"), sin embargo, el topónimo de "Almorchón" puede derivar como ocurre en muchos casos, de nombres comunes que se aplican a un accidente geográfico por el parecido con algunas careceterísitcas física de estos, así por ejemplo, en el caso que nos ocupa, una de las acepciones que tiene es la utilizada para nombrar puntos geográficos con forma cónica y redondea, y así tenemos el topónimo "Almorchón" utilizado en diferentes puntos de España, como en: La Rioja, Jaén, Albacete, Murcia o este que estamos tratando en la provincia de Badajoz. Al margen de esta acepción, la  palabra "Almorchón" también se utiliza como adjetivo o sustantivo despectivo, para calificar a personas gruesas, más concretamente, se recoge este significado en el Diccionario Histórico de la Lengua Española como : "persona gruesa y blanda de carnes". Por último, hay una acepción que puede ser más primitiva y que no está documentada, relacionada con el embutido al que llamán "morcón" [fuente consultada: Revista electrónica de estudios filológicos]. 

Terminada la visita al castillo procedemos con la bajada, extremando las precauciones, puesto que se aunaban todos los ingredientes para que pudieran producirse los típicos resbalones: senda irregular, terreno muy seco y fuerte pendiente.

 
Una vez que cruzamos la carretera y enlazamos con el enlace con el "Cordel de Taberneros", tenemos un plus a lo que era la ruta establecida y es que habíamos estado hablando un rato antes, cuando estábamos arriba viendo las vistas que teníamos, de los restos del patrimonio de la guerra civil que exiten por esta zona, resultando que a unos 200 metros de donde estábamos en ese momento  se encontraba un búnker con dos troneras, a escasos metros de la carretera Castuera-Cabeza del Buey, para controlarla, así que los guardas de la finca nos abren una nueva cancela y nos llevan a donde se encuentra este búnker, de construcción similiar a los del "Sitio de la Sorianilla".
 
El búnker se encuentra bajo una encina y rodeado, en parte, de matojos, por lo que no resulta muy visible desde la carretera. 
 



Tras merodear por sus alrededores y algunos adentrarnos en su interior, donde desde sus troneras apenas se puede ver nada por la maleza que rodea su exterior, continuamos la ruta para volver a nuestro punto de partida, la ermita de Belén.

El entorno de la ermita de Belén como he comentado anteriormente, es un vedadedo oasis de verdor, frescor y sombra dentro de estas tierras resecas de La Serena después del  período de sequía que estamos teniendo y más aún en esta epoca estival y es que además del conjunto arquitectónico declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Extremadura, goza de otros antiguos y gradiosos monumentos naturales, como lo son sus siete olmos centenarios, declaros como Árboles Singulares por la Junta de Extremadura (ver decreto de junio de 2005).

Estos olmos constituyen un conjunto de árboles de más de 150 años de edad muy apreciados por la población como lugar de descanso. Se trata de la última representación de las olmedas urbanas de Extremadura, teniendo un alto valor ambiental. A pesar del peligro de la grafiosis, este conjunto de 7 árboles centenarios ha conseguido permanecer en pie, aunque debido al deterioro de los años, han tenido que ser acordonados y apuntalados para evitar daños, pero aún así siguen presidiendo todo el entorno de la ermita del santuario de Nuestra Señora de Belén.





En cuanto a lo que es el conjunto arquitectónico de la ermita de Belén, comentar que sus orígenes datan del siglo XIII, ligados a la Reconquista de la zona y más concretamente al Castillo de Almorchón, cuando éste pasa a manos de la Orden del Temple, porque es entonces cuando los caballeros templarios deciden construir en las inmediaciones del castillo su casa-cuartel. Tras la disolución de esta Orden en 1307, todas sus pertenencias pasan a manos de la Orden de Alcántara, (como ocurrió con el castillo).

Desde el punto de vista constructivo, en el conjunto de edificaciones que forman la ermita del santuario de Nuestra Señora de Belén hay que distinguir tres cuerpos bien diferenciados, tanto tipológicamente como cronológicamente, aunque actualmente aparecen integrados formando una totalidad unitaria, desde el punto de vista morfológico.

La parte delantera corresponde al convento templario originario del siglo XIII, constituyendo el núcleo inicial del actual complejo. Se trata de un cuerpo de edificaciones de planta cuadrangular que se articulan en torno a un claustro austero, de reducidas proporciones, pero de extraordinario interés. 
 

El claustro, de planta cuadrada, consta de tres arcos de medio punto en cada uno de sus cuatro lados, detacando las pequeñas dimensiones de las columnas que soportan el peso de los arcos, dando un aspecto de achaparramiento. Columnas cortas de forma octogonal y de fuste ancho poseen una ancha base que, al igual que el capitel, acentúa aún mas este aspecto achaparrado, al mismo tiempo que contrasta con la amplitud de los arcos. Podríamos encontrarlo dentro del más sobrio estilo del Románico, carente de motivo decorativo alguno ni en capiteles, ni en bases, ni en columnas. En el piso superior, arcos cerrados con somera rejería de hierro forjado y columnas se disponen de la misma manera. 



Anexada al claustro se encuentra la iglesia, a la que se puede acceder por una puerta situada a la izquierda de las escaleras que suben a la galería superior. Desde el claustro se puede ver la espadaña de la iglesia.

Detalle de la puerta por la que se puede acceder a la iglesia desde el claustro.

Unas escaleras situadas a la derecha de la puerta que da acceso a la ermita suben hasta el piso superior. Alrededor del patio, y en ambos pisos, se disponían las dependencias del cuartel: dormitorios, cocinas, etc., donde la sobriedad y la austeridad son la nota predominante. Actualmente este claustro ha sido reconvertido en hostal/hospedería.

Escaleras de acceso a la galería superior.

Rincón de la galería superior, con el enrejado entre arcos.

Adosándose al claustro por su parte posterior, de forma que el ala de costado le sirve de atrio, se aneja la iglesia propiamente dicha, constituyendo el segundo cuerpo del conjunto actual de la ermita. Data ésta del siglo XVI tardío o inicios del XVII, se resuelve con planta de cruz latina. La nave principal, se compartimenta en tres tramos además del ya mencionado como conexión con el claustro de acceso; dichos tramos quedan definidos por las gruesas pilastras y los sólidos arcos fajones con decoración de estuco, que sustentan la bóveda de medio punto con luneto que constituyen la cubierta. El crucero resulta definido por una cúpula de media naranja sobre pechinas; la zona de la cabecera presenta testero plano, apareciendo el nivel del presbiterio ligeramente sobreelevado sobre el crucero.
 
Una reja, fechada en 1635, cierra el arco que da acceso al crucero y presbiterio de la iglesia.
 
Pero si hay un elemento que llama la atención en la ermita es la decoración mural que cubre tanto el crucero como la cabecera en muros y bóvedas. Las pinturas, realizadas al óleo y al temple, fueron ejecutadas en 1746 por artistas cordobeses y restauradas y repintadas por Juan Riballo en 1894. En 1995 y en 2015 fueron restauradas de nuevo.  

Las pinturas cubren todo el espacio del presbiterio y del transepto afectando a una gran superficie que incluye bóvedas, muros y arcos.

Respecto a las bóvedas, las mismas están decoradas tanto por elementos decorativos geométricos como por temas historiados. En la bóveda del presbiterio la escena principal representa la coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad. En la cúpula del transepto aparecen una Inmaculada y un trampantojo que simula una balaustrada tras la cual se sitúa el Colegio Apostólico: santos, personajes bíblicos, ángeles, etc. En las pechinas aparecen los cuatro evangelistas con sus alegorías correspondientes. También están decoradas las pequeñas bóvedas de los brazos del crucero con temas relativos a la Sagrada Familia y a la Virgen María.
 
En la cúpula del transepto aparecen una Inmaculada y un trampantojo que simula una balaustrada tras la cual se sitúa el Colegio Apostólico: santos, personajes bíblicos, ángeles, etc
 
Detalle de una de las pechinas de la cúpula del trasepto, con uno de los cuatro evangelistas. Tambien se pude ver la rica decoación del intradós de uno de los arcos.

En cuanto a los muros, es destacable el uso de trampantojos en forma de puertas y cortinajes. Las pinturas se enmarcan en cuadros que representan distintas escenas religiosas, identificadas mediante cartelas. Se representan, entre otras muchas, los Carros de Triunfo de la Eucaristía y de la Virgen e imágenes de santos y figuras bíblicas como San Rafael, San Miguel, David, Aaron, Melquiadasec, etc.
 


En esta última foto, junto al pequeño retablo donde se encuentra la virgen, aparece la utilización de trampantojos en forma de cortinajes.

El tercer cuerpo queda constituido por el camerín adosado a la cabecera de la iglesia, por detrás del testero del altar mayo, data de finales del siglo XVIII, se resuelve originando un espacio de planta circular con exedras cubiertas con bóvedas de media naranja simulando veneras (conchas) en sus frentes. Una cúpula encamonada sobre pechinas con decoración de yeserías policromadas con emblemas marianos cubre el espacio central.
 
Bóvedas de media naranja simulando conchas (veneras) en sus frentes. Camaín de la Virgen.
 
Una cúpula  sobre pechinas con decoración de yeserías policromadas cubre el espacio central del camarín de la virgen.
 
Se trata de un camarín  del tipo "camarín-torre", que permite la visión de la imagen de la patrona desde la nave del templo, ubicada en un pequeño retablo.
 
Respecto al exterior, el elemento de mayor interés es la portada principal, del siglo XVIII, situada en la nave en el muro de la epístola, la cual da a un patio cerrado por un murete de cantería del siglo XIX. Esta portada adintelada, coronada por merlones, se ubica bajo un atrio constituido por tres arcos de medio punto, mayor el del medio, y cubierto por bóveda de cañón.
 

La iglesia adquirirá su aspecto esencial durante el primer tercio del siglo XVII, momento en el cual el lugar es ocupado por trinitarios descalzos. Es también en este siglo cuando la Virgen de Belén se convierte en patrona de la localidad y comienza a realizarse, a instancias del concejo, la romería del 27 de septiembre

Durante el siglo XIX se añadirán algunas estancias que se adosarán al templo en su lado sur y se realizarán varias reformas en esta misma zona del templo, donde también se encontraba la vivienda de la santera.
 
El siglo XX fue trágico para el santuario. Así, durante la Guerra Civil (ya se ha hecho una referencia a ella en esta entrada al visitar uno de los búnkers que hay por esta zona) la talla original de Virgen de Belén datable entre los siglos XVI y XVII fue destruida al ser arrojada al paso del ferrocarril por milicianos republicanos. Pero los destrozos sucedidos en el templo en este período no se limitaron a la imagen de la patrona, desapareciendo la práctica totalidad de libros sagrados y obras de arte de la ermita. El conjunto se restauró en las décadas posteriores al fin de la guerra. Así, la actual imagen de Nuestra Señora de Belén es una obra realizada en 1939 por el imaginero sevillano Amadeo Ruiz Olmos y es réplica de la desaparecida.
 
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Todas las fotos que aparecen en esta entrada del blog, pueden verse en mayor tamaño y resolución en ESTE ENALCE.

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FUENTES CONSULTADAS:

- RESOLUCIÓN de 21 de noviembre de 2016, de la Secretaría General, para modificar  y  complementar  la  Resolución  de  incoación  de  31  de  octubre  de  1990  de  declaración  de  Bien  de  Interés  Cultural  a  favor  del  Santuario  de  Nuestra  Señora  de  Belén  en  Cabeza  del  Buey  en  la  categoría  de  Monumento.

- Decreto 168/2017, de 17 de octubre, por el que se declara bien de interés cultural el Santuario de Nuestra Señora de Belén en Cabeza del Buey (Badajoz), en la categoría de monumento.

- Andando Extremadura - Cabeza del Buey.

- Educarex- Contenido Digitales Educativos.

- Wikipedia - Castillo de Almorchón.

- Revista electrónica de estudios filológicos

- Web del Ayuntamiento de Cabeza del  Buey.

- Web "ecabezadelbuey" - Santuario de Nuestra Señora de Belén.

- Árbol del año en España.

- Árbol del año en Europa

- DOE Número 68 del 14 Junio 2005, donde por se recoge el DECRETO por el que se declaran a los Olmos de la ermita de Belén como Árboles Singulares de Extremadura.

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