"La Roca de los Carros fue localizada y documentada durante las obras realizadas por Arturo Domínguez en 2007" [Fuente-2] y se encuentra situada en la margen izquierda del Río Guadalefra, en el termino municipal de Campanario (Badajoz), y más concretamente en la margen izquierda de un pequeño arroyo tributario del Guadalefra. Se trata de un gran afloramiento de pizarra a ras del suelo, de grandes dimensiones, muy fracturado, en el que además del panel principal donde aparecen las figuras de los 'carros', hay otros paneles donde principalmente se representan figuras ‘escaleriformes’.
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Es en la zona más baja de este afloramiento, donde se ubican los grabados de las figuras que se interpretan como ‘carros’, ademas de ‘trineos’ y ‘escaleriformes’, al ser una superficie plana y optima para la ejecución de las figuras. Su estado de conservación a fecha de enero de 2025 es malo, debido a principalmente a factores como la pérdida de soporte que afecta a los grabados, el recubrimiento de líquenes, el pisoteo por parte del ganado, la erosión y las muchas grietas existentes que empeoran aún más su estado (en las cuales en invierno se puede depositar agua que al congelarse en las heladas invernales puede hacer el efecto cuña e ir troceando el panel y deshaciéndolo)...
Desde que se llevaron a cabo los trabajos de “Prospección intensiva y documentación de arte rupestre en el término municipal de Campanario (Badajoz)” dirigido por Amparo Aldecoa, en los entornos de los ríos Guadalefra, Zújar y el Arroyo del Campo del Toro, a su paso por el término municipal de Campanario, ya ha desaparecido un buen trozo del ya de por si muy deteriorado panel, y más concretamente un trozo en el que entre otras figuras grabadas, estaban una de las figuras que habían sido interpretadas como 'carros' y que en el croquis de este panel, dentro del mencionado trabajo, aparece etiquetado como “Figura 3”, una lástima...
Ya cuando se llevó a cabo el trabajo antes mencionado, se tendría que haber realizado algún tipo de intervención, y como se comenta en ese mismo trabajo, quizás se tendría que haber cubierto con algún tipo de malla que lo asegurara, uniera y evitara el desmembramiento del panel con numerosas grietas y con poco soporte, que es lo que está ocurriendo ahora, donde en algunos sitios se ven trozos del panel ya muy desmenuzados y otros más grandes, cuarteados y separados del panel donde se aprecian incisiones y que podrían unirse entre si, como si de un puzle se tratara, para acoplarlos a la parte del panel donde estuvieran unidos.
Son muchos los grabados en roca que hay por esta zona pero de lo que indudablemente no hay tantos, es más, es algo mucho más raro y llamativo, son las representaciones de ‘carros’, y en el trabajo de campo antes mencionado, ya se estable que dentro del conjunto de figuras localizadas, porcentualmente las figuras de los ‘carros’ ocupan una parte extremadamente reducida, con cifras por muy por debajo del 1%… lo que sin duda podría ser un motivo fundamental para haber podido realizar una intervención en aquel momento, y evitar así que con el paso de los años vaya desapareciendo pedacito a pedacito este panel… todavía se está a tiempo de al menos poder preservar lo que queda, pero…
En el panel principal se llegaron a identificar un total de 44 figuras, la mayor parte ‘trineos’, pero entre ellas aparecen también cuatro o cinco figuras que se pueden interpretar como representaciones de ‘carros’, concretamente las correspondiente a las figuras números: 3 (hoy ya desaparecida), 6, 7, 10 (sólo parcial) y para otros también la 5.
Calco del panel donde se encuentran (encontraban) hasta 44 figuras, la mayor parte ‘trineos’, pero entre ellas aparecen también cuatro o cinco figuras que se pueden interpretar como representaciones de ‘carros’ [¡¡HAZ CLIC PARA AMPLIAR LA FOTO!!]
Las razones por las que se interpretan estas figuras como ‘carros’, a diferencia de otras figuras similares, como son las ‘escaleriformes’, muy comunes dentro de toda esta zona, en el término municipal de Campanario (Badajoz), es la presencia de elementos diferenciadores, como ruedas, viga central o pértiga como prolongación del trazo en el punto de convergencia de las líneas laterales (no presentes en la mayoría de ‘escaleriformes’), la representación de yugo o incluso animales.
Vista parcial del panel, concretamente la parte izquierda, donde se concentran algunas de las figuras interpretadas como 'carros'. [¡¡HAZ CLIC PARA AMPLIAR LAS FOTOS!!]
Estas figuras primero fueron grabadas a modo de boceto, con un trazo filiforme lineal poco profundo, que posteriormente fue grabado en profundidad para resaltar algunas partes del dibujo a las que el autor quería dar más importancia (especialmente: caja, poste y ruedas). Es posible ver cambios importantes, como correcciones, en el proceso de realizar un grabado fuerte, y también demasiadas líneas pequeñas y delgadas que pueden considerarse como complementos del ‘carro’; pero la mayoría son “croquis”, realizados durante el trabajo de toda la pieza [Fuente-2].
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Sin duda, una de las novedades más importante en estas figuras es la presencia de animales de tiro, ya que hasta el descubrimiento de este panel, sólo el “carro de Sierrapinos” mostraba animales, mientras que el resto de figuras estudiadas se reducían a representaciones de la caja, las ruedas y en ocasiones la pértiga. El fuerte esquematismo de los animales en los 'carros' tanto los de Campanario como en el de Sierrapino, no permiten estar seguros de las especies, pero observando las formas de los cuernos en “U” o en “V” como en el carro de la Figura-3 de Campanario, podrían tratarse de bueyes, habitualmente utilizados para este tipo de 'carros' [Fuente-2].
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Pasemos a analizar más en profundidad algunas de esas figuras que se interpretan como representaciones de ‘carros’.
La Figura 3 (por desgracia ya desparecida) tiene una medidas de 27,6 cm. de longitud, y 9,9 cm. de anchura y fue interpretada como un carro tirado por bueyes. Consta de un bastidor en forma de triángulo isósceles, relleno de trazos perpendiculares de anchura fina y media realizados de modo muy irregular tanto en su factura como en el paralelismo de las líneas y en la prolongación más allá de los límites laterales de la figura. En su lado izquierdo se ha representado una rueda de diseño semicircular en cuyo interior se ha incluido un óvalo completo aunque irregular, además de dos trazos paralelos que dividen la rueda en espacios más o menos regulares, siendo a su vez perpendiculares a la estructura principal del carro.
La zona delantera del carro presenta la pértiga y el yugo localizado justo en el vértice del triángulo que forma el cuerpo del carro. En él van enganchados, a modo de tiro, dos figuras muy esquemáticas de bóvido, compuestas por un trazo central a modo de cuerpo y las representaciones de los cuernos, figurados como dos trazos semiparalelos que tienden a converger a la altura de la cabeza, o sea, con una forma de ‘U’ o de ‘V’.
La Figura 6 tiene una medidas de 58 cm. de longitud, y 14 cm. de anchura, representa un carro compuesto por un bastidor en forma de triángulo isósceles relleno de 30 trazos perpendiculares y una pértiga claramente definida en el vértice del triángulo. La viga está cruzada perpendicularmente por dos trazos, de longitud desigual. A diferencia del resto de ‘carros’ se han dibujado dos trazos a modo de yugo. Además, la primera línea no se localiza en el vértice del triángulo al igual que ocurre en las figuras 3 y 7 sino que se encuentra en el tercio superior de la línea, de manera similar a la figura 10. A los lados se han representado unos trazos que podrían identificarse como animales.
La Figura 7 tiene una medidas de 41 cm. de longitud, y 21,7 cm. de anchura, representa también un carro formado por un bastidor en forma de triángulo isósceles relleno de 9 trazos perpendiculares. El vértice del triángulo está esbozado, aunque es una clara continuación de los trazos laterales, estando realizados con un surco de menor anchura y profundidad.
Presenta pértiga de menor desarrollo con respecto al resto de figuras que presentan este elemento.
A cada lado del bastidor tiene representadas dos ruedas. La rueda izquierda, de forma ligeramente ovalada, presenta una compartimentación interior similar a las figuras 3 y 6, aunque en este caso ambas ruedas están mucho mejor definidas y ejecutadas.
La rueda derecha está compartimentada por un trazo central que la divide en dos y otro perpendicular a este trazo, ejecutados en un trazo más fino.
La Figura 10 tiene una medidas de 28,7 cm. de longitud, y 12,3 cm. de anchura, aunque está afectada por la pérdida del soporte en la parte inferior del bastidor. Conserva ocho trazos perpendiculares a modo de travesaños realizados en un trazo ligeramente más fino que los del bastidor. Tiene representado la pértiga y el yugo ubicado en su zona distal. Paralelos a la pértiga se ha representado una serie de líneas, que por su ubicación y proporciones, parecen representar dos animales de tiro muy esbozados.
Al margen de estas figuras, hay otra que también podría ser interpretada como 'carro' como aparece reflejado en el documento: "New Representations of “Chariots” in the Rock Art of Extremadura and Some Considerations of the Archaeological Context", de Hipólito Collado Giraldo. Se trataría de la figura etiqueta en el calco del panel, como la nº 5:
Las representaciones de carros documentadas en Campanario son una magnífica muestra de un elemento poco representado hasta el momento en esta área, así como dentro del conjunto de manifestaciones artísticas al cual pertenece.
Muestran elementos inequívocos de estos vehículos como son el tiro con bueyes, un espacio de carga triangular que posiblemente sea la representación de una caja rectangular (que queda compartimentada mediante trazos transversales, más o menos gruesos, y a ambos lados de la caja) y los varales a los que se engancharían los animales de tiro, que algunos autores relacionan con el carro de carga, usados en este caso para las labores de agricultores y ganaderos o el transporte.
En todos los casos nos encontramos con representaciones vistas desde arriba, lo que lleva a mostrar las ruedas en plano, grabadas una a cada lado de la caja, como la mayoría de las representaciones de este tipo de vehículos, tanto en representaciones pintadas, en estelas de guerrero, etc.
Los carros de “Roca 38 del Guadalefra” son “abiertos por detrás, con caja formada por un trineo”, ya que están compuestos por una caja de morfología triangular alargada, pértiga, un timón o yugo en el que irían uncidos los animales, uno a cada lado. Difieren en la representación de las ruedas. De los tres grabados de carros que se conservaban enteros en esta roca, en las figuras 6 y 7 se han grabados dos y en la figura 3 (hoy ya desaparecida por completo), tan sólo una.
Se conocen en la Península Ibérica otras representaciones de carros, fundamentalmente manifestaciones pintadas esquemáticas, los figurados en las estelas de guerreros de la Edad del Bronce y otros grabados, más dudosos, en la comarca de Las Hurdes y en Alcántara (Cáceres).
Supuesto carro que aparece grabado sobre una roca horizontal de pizarra en Vegas de Coria, dentro de la Comarca de Las Hurdes (Cáceres). Dibujo tomado de Carmen Sevillano, 1991.
Entre los primeros destacan los carros de los Buitres de Capilla (Badajoz) con los que guardan un mayor parecido tipológico, cuya cronología para algunos autores es dudosa por los posibles repintes, puesto que no se pueden paralelizar, ni con el carro de Sierrapino (Hornachos, Badajoz) ni con el carro del abrigo de Sesamo (Vega de Espinareda, León) ni con los carros de Remosillo (Huesca) que recientemente han sido interpretados no como carros sino como arados
Calco del Carro de Sierrapino (Hornachos, Badajoz)
Representación del 'supuesto carro' de Sésamo, en Vega de Espinareda (León). Consta
de dos partes: A) una rueda de cuatro radios semejante a las de "Los
Carros de Los Buitres", (Capilla, Badajoz); B) dos trazos horizontales
que arrancan, uno de la parte superior de la rueda y el otro constituye
una prolongación de los radios horizontales de la misma; ambos están
unidos por seis líneas perpendiculares.
Otras cuatro «cuelgan» del
trazo horizontal inferior. Puede tratarse de una representación de un
carro, aunque falta la segunda rueda y el tablado no está totalmente
inscrito. También puede ocurrir que el carro esté representado solamente
por la rueda. Entonces, los trazos verticales y horizontales anexos a
ella serían representaciones zoomorfas; los primeros constituirían las
líneas de los lomos, y los segundos, las patas... y en este caso se
trataría de un tema de domesticación animal, esto es, un carro tirado
por dos cuadrúpedos.
1. Fotografía de detalle del “carro” de Remosillo; 2. Calco (según Baldellou et al. 1996); 3. y 4. Reconstrucción hipotética del motivo a partir de la representación del abrigo de Remosillo. Imagen extraída del artículo "Arte Rupestre Esquemático Pre-Histórico - Nueva Interpretación de los Carros de Remosillo (Olvena, Huesca)", de Manuel Bea. [¡¡Haz clic sobre las fotos para ampliarlas!!]
En las estelas de guerrero del Bronce Final es común la figuración de carros, con animales de tiro. Sin embargo, como algunos autores han señalado, en este caso son carruajes más ligeros, unos con caja de forma ultrasemicircular y ruedas macizas y otros en forma de lira y ruedas con cuatro radios, íntimamente relacionados con el mundo de los difuntos.
Estos carros pertenecen a un conjunto de grabados realizados con trazo inciso de anchura media a gruesa, que cada vez son más conocidos en Portugal y Extremadura, sobre todo en la comarca de Las Hurdes y La Serena-La Siberia. Se caracterizan por la gran abstracción de los grafemas representados, en los que las figuras simbólicas son el grupo principal, mientras que los antropomorfos y zoomorfos ocupan un lugar marginal.
Un arte de carácter, en principio, no escenográfico pero que nos puede mostrar elementos de la sociedad que lo creó, como sus armas (los arcos y las flechas, alabardas, tridentes y las espadas y puñales) o este tipo de figuras, que podrían estar representando sus medios de transporte (a través de los carros tirados por bueyes).
Como en el resto de las estaciones con este tipo de motivos, uno de los aspectos más controvertidos es su cronología que podría establecerse desde finales del Bronce o quizás con mayor seguridad, ya en la Edad del Hierro, entre otros factores, por su relación estratigráfica con motivos más antiguos documentados en una misma estación.
Por otra parte, se sabe que en la Península Ibérica los primeros carros bien establecidos datan del Bronce Final. En el periodo Orientalizante serían elementos habituales con carácter de prestigio y seguirían utilizándose en los momentos más reciente de la protohistoria, y a partir del mediados-finales del s. VI a.C. aparecerían vinculados al transporte de mercancías o de personas o al de labores agropecuarias, como los ejemplares que aparecen en esta Roca situada junto al Guadalefra en Campanario.
La presencia de este tipo de artilugios estarían reflejando, como indica Martínez Perelló, un momento en que en Extremadura se aprecia la existencia de contactos económicos, artesanales y comerciales con otros puntos de la Península, que estarían reflejando la presencia de élites o grupos privilegiados dentro de las sociedades, como muestran también otro tipo de representaciones documentadas en Campanario, como son las escenas ecuestres, jinetes a caballo portando una panoplia típica de guerreros como las lanzas, cascos...
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FUENTES CONSULTADAS:
[Fuente-1]: "Las estaciones al aire libre con carros grabados de Campanario (Badajoz). Representaciones de la economía en la protohistoria extremeña", de Mª Amparo Aldeoca Quintana y Arturo Domínguez García.
[Fuente-2]: "New Representations of “Chariots” in the Rock Art of Extremadura and Some Considerations of the Archaeological Context", de Hipólito Collado Giraldo.
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