Las andanzas de un lobo estepario extremeño.

Aquí mis batallitas sobre cicloturismo, senderismo, montaña, viajes, naturaleza, música, teatro, ...

"Viajar en bici es hacer más grande el Mundo. Es aprender lo esencial de la vida. Es vivir el presente sobre todas las cosas. El placer del cicloturismo está mucho más en el camino que en el destino, son los medios los que justifican el fin. Durante días, semanas o meses, no necesitas más que lo que llevas a cuestas
" (del artículo: "Con la casa a cuestas", revista: Bike Rutas, Nº 4, 1999)

25 abr 2012

Senderismo por la Puebla del Maestre o la "Ruta del arroz con liebre".

  El sábado pasado estuve en Sevilla, a dar una vuelta por la casa que tengo allí, comprar unas cosas, y quedar por la tarde con Gorka y Tomás, que llegaban también el sábado a Sevilla para comenzar al día siguiente, domingo día 22, la Ruta de la Plata en bici.

  Con ellos estuve parte de la tarde-noche, dando una vuelta por el centro de esta ciudad, realizando un recorrido típico y quedando después para cenar, recordando algunas anécdotas de nuestra ruta cicloturista de este verano por la Costa Atlántica Francesa.

  Terminada la cena, no tuvimos tiempo para mucho más, porque ellos tenían que madrugar para la etapa de mañana, y sobre todo descansar, después de la paliza de viaje en coche que se pegaron.

  Un paseo desde el centro hasta el río y allí nos despedimos, ellos se van al albergue en Triana y yo a por el coche para regresar a casa. Espero que les vaya bien en esta nueva ruta cicloturista que van a comenzar.

  Para el domingo, no tenía claro si iba a asistir a la ruta senderista por la Puebla del Maestre, que es la que tocaba esta semana en el calendario ASTOLL, dependería de lo cansado que estuviera, porque el sábado tuve que madrugar y después estuve todo el día de arriba para bajo sin parar, y el domingo de nuevo tendría que madrugar para poder asistir, aunque por otro lado, el lado positivo es que la ruta me cogía prácticamente de camino, de regreso a Zalamea, no tenía que hacer ningún desvío extra.

  Al final acabé participando en la ruta, levantándome a las 6:45, y después de recoger todo y montarlo en el coche, me fui a tomar un café en el primer bar que vi abierto. A las 7:30 salgo hacia la Puebla y una hora más tarde, poco más o menos, sobre las 8:40 ya estoy allí, incluso llegué unos minutos antes que el resto de la peña, aprovechando para hablar con José Manuel, que en el día de hoy era nuestro anfitrión, puesto que vive allí, así que hoy sería el jefe de ruta.

  Al final acabamos saliendo un grupo de unas 20 personas, desde la plaza donde está el parque y las escuelas, en plan totalmente distendido, hoy los “galgos de ASTOLL” no estaban por la labor... o eso, o es que no conocían el camino o es que faltó alguno..., así que fuimos todos prácticamente en grupeto.

  La primera parte es entretenida pasando por dos amplios valles, con bonitas panorámicas, a lo que se suma que en esta época del año el campo es cuando está mejor, y eso que no ha llovido nada.

  Unos repechos cortos, unas bajadas, y ya dentro del segundo y amplio valle que he comentado, llegamos a lo que creo que llaman la 'cañada de los vinateros', a partir de aquí giramos a la izquierda, en un tramo mucho más abierto, caminando por esta cañada en un tramo que al menos para mi gusto, resulta algo más soso, en donde me pego al lado de Javier para que me cuente cosas de su reciente viaje a Grecia.

  Este tramo acaba al llegar a una carretera que cogemos a la izquierda para a los pocos metros volver a coger un camino, aunque pasando previamente por una casa de campo, con permiso del dueño, conocido de José Manuel y con el que no hubo ningún tipo de problema.

  Seguimos caminando por una zona entretenida y bonita, situada entre la carretera que hemos dejado atrás, y otra carretera que creo que va hacia Fuente del Arco, donde seguimos caminando en grupo, sin prisas, muy tranquilos, en un recorrido agradable donde el personal comienza a dedicarse a la busca y captura de espárragos en los márgenes del camino o por las paredes de piedras, y la verdad es que entre unos y otros se consiguió coger un buen manojo del que posteriormente daríamos buena cuenta gracias al revuelto que nos prepararon con ellos en el sitio donde estuvimos comiendo. Es en este tramo donde hacemos una pequeña parada para comer un poco.

Una parada para comer a mitad de camino, entre olivares y amapolas...

  El último tramo de la ruta es el que más me gustó, y creo que también a la mayoría, una vez pasada una cancela en medio de una gruesa pared de piedras, porque desde aquí nos adentramos por un camino-sendero en medio de un gran encinar sobre un manto verde salpicado de grandes machas moradas producto de la flor de la 'jara blanca' (a diferencia de la flor blanca de su hermana la 'jara común' o 'jara pringosa'), aunque además, y al igual que en gran parte de la ruta, nos encontramos con el rojo de las amapolas entremezclado con el amarillo de pimpájaros y el violeta de los cantuesos, lo que constituyó un final de ruta con mucho colorido, y nunca mejor dicho, que más bien parecía la paleta multicolor de un pintor, ¡lástima que tuviera un día perro a la hora de hacer fotos!...



  Entramos en el pueblo dejando a la derecha la almazara y llegando poco después a la plaza donde habíamos dejados los coches, junto a las escuelas del pueblo, sobre la una o poco más de la tarde, y con cerca de 20 km recorridos.

  Tomamos unas cervezas en el bar de la plaza y después nos vamos a donde teníamos prevista la comida: guarrito y arroz con liebre, al margen del revuelto de espárragos que nos prepararon sobre la marcha con el manojo que recolectamos entre todos.

  Creo que se le va a cambiar el nombre a esta ruta, y en lugar de llamarle la "ruta senderista de La Puebla”, le vamos a llamar la “ruta del arroz con liebre”, porque aunque este es mi primer año que la hago, ya se lleva haciendo haciendo dos o tres años, terminando comiendo en este mismo sitio y este mismo plato.

  A la comida también asistió la familia Boceta, que aunque no estuvieron en el recorrido, no quisieron perderse la comida, y es que esto de terminar una ruta entretenida disfrutando de una buena comida y de una mejor compañía, ¡¡no tiene precio!!...

  Además del cochinillo, el arroz con liebre, y el revuelto de espárragos, Mari Ángeles trajo también una rica empanada y por si fuera poco, para acompañar el café, Pura y Olga nos deleitaron con una tartas caseras a cual más rica.... gracias chicas por este buen rato... lo único negativo de todo esto, por decir algo, es que creo que al final hemos consumido más de lo que hemos gastado, o sea, que me parece a mi que regresamos a casa con peso extra, en lugar de haber aligerado, y es que creo que vamos a tener que cambiar el nombre a la asociación y llamarla “asociación senderista-gatronómica ASTOLL”.

  Un saludo para todos familia, y nos vemos el próximo domingo en la ruta de la asociación, la “XII Ruta del Rey Jayón”.

0 comentarios:

Publicar un comentario