Las andanzas de un lobo estepario extremeño.

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"Viajar en bici es hacer más grande el Mundo. Es aprender lo esencial de la vida. Es vivir el presente sobre todas las cosas. El placer del cicloturismo está mucho más en el camino que en el destino, son los medios los que justifican el fin. Durante días, semanas o meses, no necesitas más que lo que llevas a cuestas
" (del artículo: "Con la casa a cuestas", revista: Bike Rutas, Nº 4, 1999)

9 jun 2012

En la Sierra de Gredos con ASTOLL (II).

El Torreón, en Los Galayos.

Domingo, 3 de Junio

Ruta realizada:
A los Galayos (la Apretura) desde la Plataforma del Nogal de Barranco.

 [Para ver la documentación de la ruta preparada por ASTOLL Pincha AQUÍ
 [Para ver algunas fotos de la ruta, Pincha AQUÍ]

  Para hoy domingo estaba prevista la ruta por la comarca del valle del Tiétar, en el sur de la provincia de Ávila (en la bajada del Puerto del Pico), y en concreto por el Barranco de las Cinco Villas, rodeado de pinos y cultivos, gracias al suave microclima de esta zona, en donde se asientan las cinco villas: Mombeltrán, San Esteban del Valle, Cuevas del Valle , Santa Cruz del Valle y Villarejo del Valle. Sin embargo, y tal y como ya comenté en la otra entrada relacionada con esta salida de fin de semana a la Sierra de Gredos, la niebla impidió que se pudiera realizar la ruta larga de ayer tal y como estaba prevista, con lo cual, no se pudieron tener las deseadas y magníficas vistas de Los Galayos desde arriba, aunque Javier Nieto y yo por otras casuísticas sí pudimos verlas, por lo que se barajó la idea de que hoy pudiera hacerse el recorrido entre la Plataforma del Nogal del Barranco, y la Apretura, para poder verlos desde abajo, en un recorrido que no entraña ninguna dificultad en cuanto a orientación, ni excesiva exigencia física si se hace tranquilamente en un par de horas, más hora y media de bajada, también tomándola con mucha calma.

  Por otro lado, algunos de los que estuvieron ayer en la ruta larga, no estaban muy por la labor de andar hoy, ya fuera esta ruta o la inicialmente prevista por el Barranco de las Cinco Villas (de unos 16,5 km de recorrido suave, aunque con la opción de poder abandonar al paso por cada uno de los pueblos, y después las furgonetas los irían recogiendo), y su idea era pasar una mañana de ocio en Arenas de San Pedro, así que finalmente se optó por hacer la ruta de los Galayos.

  Habíamos quedado en salir a las 8:30, pero el personal va muy relajado, y salimos con media hora de retraso, se nota que parte de los que estuvieron haciendo ayer la ruta larga está muy machacados de la dura jornada de ayer y que hoy no están predispuestos para salir a andar, más bien para tener una mañana de relax y ocio.

  Llegamos a Arenas de San Pedro, allí dejamos a todos aquellos que hoy no van a ir a andar, y el resto seguimos hacia Guisando y hacia la plataforma, que está abarrotada de coches. Aparcamos como podemos, y nos disponemos a emprender la ruta en una mañana estupenda, y eso que a primera hora, sobre las ocho, también hizo acto de presencia la niebla, y por la cabeza se nos pasaba que quizás hoy tampoco pudiéramos ver nada, pero el día fue poco a poco abriendo, y quedó una buena mañana, soleada pero con una temperatura agradable.

  La ruta no tiene pérdida, es simplemente seguir el sendero empedrado, con firme más o menos irregular, que transita en subida suave, sin grandes desniveles (has llegar a la Apretura), a la derecha de la Garganta de los Galayos, además, hay mucha gente subiendo y bajando, así que sin problemas.

  La idea es que cada uno vaya a su ritmo, y se da de tope hasta las 12 de la mañana, a partir de esa hora, tanto el que haya llegado a la zona de La Apretura, como el que esté aún subiendo, debería darse la vuelta y regresar, ahora en bajada, hasta la plataforma, porque habíamos quedado en recoger a la 13:30 a los que se quedaron en Arenas de San Pedro, y desde allí irnos directos a Oropesa, para las cañas y el tapeo... así que no podíamos entretenernos en exceso. Es por esta razón, por lo que se comentó lo de intentar llegar sólo a La Apretura, donde comienza el “sendero de las zetas”, el cual y tras numerosos zig-zag, va ganando altura considerablemente hasta llegar al refugio Victory, en el tramo con más desnivel; además, desde La Apretura, o en el inicio de las “zetas”, ya se puede tener una visión clara de Los Galayos y del personal escalando por ellos.

  Rápidamente el señor Boceta marca las diferencias, no quiere que el personal comience con las 'ñoñerias' del principio de ruta y se retrasen mucho, así que comienza a marcar su ritmo para tirar del grupo y evitar más retrasos.

  Aunque salgo desde atrás, como el personal está muy apalancado, poco a poco voy avanzando y antes de llegar a la primera fuente, engancho con Ángel Boceta, que empezó muy fuerte pero que poco a poco va perdiendo fuelle, y en la fuente se quedó atrás al parar a beber.

  Me pongo delante y voy marcando un paso rápido en subida, siguiéndome por detrás Antonio Nogales y Mercedes (“la gacela”). El recorrido como he dicho, no tiene pérdida y ya es de sobra conocido por mí, así que me lo tomo más como exigencia física que como recorrido por explorar, ya que ayer fuimos bastante relajados y más aún en mi caso, en el que casi todo el recorrido fui cerrando filas, así que apenas tuve desgaste (si bien es cierto que al final fueron doce horas por la sierra) por lo que hoy tenía ganas de “quemar algo más de combustible”.

  Dejamos a la derecha el desvío señalizado hacia el collado del Yelmo, por donde fueron ayer los de la ruta corta y seguimos hacia delante comenzando a sacar ventaja progresivamente al resto del personal que van de “cháchara”, tomándoselo con mucha calma.

  El recorrido es agradable, con el curso de agua de la garganta a nuestra izquierda (si bien es cierto que este año hay poca agua, y al ir subiendo da la impresión de estar seca, aunque el agua corre bajo los enormes peñascos que van apareciendo con forme nos vamos acercando a la Apretura), mientras que a nuestra derecha es una zona más arbolada, por donde el segundo grupo realizó la ruta corta ayer, enlazando las dos plataformas; pero por encima de todo, están las vistas que vamos teniendo al fondo, hacia arriba, de la pared vertical de los Galayos y de La Apretura, teniendo en el último tercio del recorrido, en diferentes ocasiones, una visión de donde se encuentra el refugio Victory, y cuando uno quiere subir hasta él, e incluso más arriba, hacia La Mira, lo único que puede pensar es ¡madre mía, ¿hasta allí hay que subir?!... por suerte, la "senda de las zetas" que parte desde La Apretura, hace que el desnivel se vaya salvando entre numeroso zig-zag, y en cuestión de media hora, o menos,  se pueda llegar al refugio, aunque desde éste, y hasta llegar a la zona de “Los Pelaos”, también queda una buena trepada, donde todo es ir prácticamente “cancho a través” porque no hay senda y sólo hay que guiarse por los hitos...

Vista de la subida al Refugio Victory desde la Apretura, por el "sendero de las zetas".

Foto ilustrativa de la zona de los Galayos, con la Apretura, el refugio Victory, la Canal de Torino y el inicio del "sendero de las zetas".

  Pasamos por algunas zonas húmedas en alguna que otra curva, con el agua corriendo, a la umbría, y son lugares ideales para descansar y hacer una parada y relajarse, pero nosotros seguimos subiendo a buen ritmo, sin parar en ningún momento (cosa distinta sería si fuera la primera vez que hiciera este camino, en cuyo caso me lo tomaría de otra forma y estaría parando cada dos por tres a hacer fotos o a ver esto de aquí o aquello de allá).

  Dejamos atrás otra fuente, a la izquierda, justo en una de las curvas de un zig-zag, con un agua fresca que es una tentación, pero que no probaría hasta la bajada. Es a partir de aquí, en el último tercio de la subida, donde el sendero hace más zig-zag y gana más altura, porque hasta entonces el recorrido es muy asequible, una paseo, al menos si vamos como hoy, o sea, sin mochilas ni ningún pesa extra, a parte de la cámara de fotos.

  Por fin llegamos a la Apretura, invirtiendo unos 50-55 minutos y le explico a Antonio por donde hubiéramos bajado ayer si hubiéramos hecho la ruta prevista, así como algunas cosas de los Galayos, al tiempo que aparece como una auténtica campeona, nuestra “gacela”, Mercedes.

Vistas del sendero de subida hacia La Apretura, con las nubes al fondo...

  Unos 10 minutos después llega Rafa, y un poco más tarde llega Ramos. Nos metemos un poco en la “zona de las zetas” para tener una mejor visión de Los Galayos, y mientras ellos intentan ver o intuir por donde van algunos escaladores en sus vertiginosas, abruptas y perpendiculares paredes, yo me pongo a grabar un pequeño vídeo con la cámara de fotos.


  Allí también se encuentra otro grupo haciendo un breve descanso antes de proseguir hacia el refugio Victory, porque quieren subir a La Mira, y de paso nos pasan la bota de vino para recuperar un poco de fuerzas.

Interpretación toponómica de los picos de Los Galayos vistos desde La Mira.

  El resto del grupo viene muy retrasado, no creo que vayan a llegar para la hora prevista, así que se tendrán que dar la vuelta.

  Rafa, Antonio y Mercedes emprenden la bajada, yo me quedo arriba un rato más y después bajo con Ramos.

  Los únicos con los que nos encontramos cerca de La Apretura son Javier Nieto y Luis, los últimos que llegarían a esta zona, porque el resto del grupo ya los vemos que van dando la vuelta por el sendero y bajando con tanta paciencia y prudencia como con la que habían subido.

  En la bajada volvemos a pasar a parte del grupo que se había dado la vuelta, hasta enlazar con Angel Boceta y Antonio Nogales, que iban los primeros en el descenso.

Algunos miembros del grupo bajando hacia la plataforma.
  Llegamos a la zona entre el bar que hay cerca de la plataforma y el refugio y esperamos a Rafa Mena, porque éste tenía las llaves de la furgoneta donde se guardaban en la nevera las litronas frescas que aún quedaban de la noche anterior... lo siguiente es lo de siempre, a la sombra, en un cómodo banco, nos ponemos con nuestro “piscolabis” particular: la cervezita, el salchichón, el chorizo, el queso, la latita de mejillones, etc... mientras esperamos a que terminen de bajar todos los del grupo.


  Antes de empezar con el piscolabis, y para no estar ociosos mientras esperábamos a que llegaran algunos compañeros más, aún tuvimos tiempo para ir a ver el Nogal del Barranco, declarado 'árbol singular' por la Junta de Castilla y León, y que da nombre a esta plataforma de subida a Los Galayos.

El "Nogal del Barranco", declarado árbol singular por la Junta de Castilla y León.

  Una vez todos juntos, montamos de nuevo en las furgonetas camino de Arenas de San Pedro, donde recogemos al resto del personal para seguidamente seguir hasta Oropesa, justo en el enlace con la autovía.

  A Oropesa llegaríamos sobre las 14:30 o poco más, buena hora para las cervezas y el tapeo, para finalizar en el parador, dentro del castillo, tomando un café, y sobre las cinco o poco más de la tarde, de vuelta a casa, y de nuevo, agradecer a Rafa Mena y a Ángel Boceta, sus servicios prestados como conductores.

  En torno a las nueve de la noche llegamos a Llerena, y a mí aún me quedaba casi otra hora de viaje hasta llegar a mi casa...

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